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No reconciliados: el combate entre la imagen y el plano
En El sabor de la noche, no es Wong Kar-wai el que triunfa sino su estilo, que termina devorando al cineasta autoindulgente.
A primera vista, pareciera que Wong Kar-wai sigue fiel a su estilo. Esto supondría que sigue cultivando esa proliferante galería de amores desencontrados, esas músicas insistentes que marcan los derroteros de personajes anclados en la melancolía, todo sumido en la paradoja de un belleza excesiva, casi hiriente aplicada sobre seres y espacios mustios.
Pero creo que más que la tenaz lucha por mantener el estilo (incluso yendo a filmar a Estados Unidos) quien triunfó no fue Wong Kar-wai sino su estilo, que terminó devorando al cineasta. Porque en El sabor de la noche no hay lucha sino rendición, no hay puesta en crisis sino auto-indulgencia ¿Qué riesgos y problemas a sortear traía consigo transportar esos personajes y lugares de Chungking Express a escenarios americanos? Las preguntas simulan haber sido resueltas por las convicciones. Y entonces, al ver la película, surge otra pregunta, más pertinente e inquietante: ¿Hasta qué punto la pregunta crucial de todo cineasta (qué es un plano) no se convirtió en una afirmación (el cine es imagen)?
Wong Kar-wai confía en que la diferencia entre un cineasta y otro, esa singularidad que solo proveería el estilo, se juega en el tratamiento de las imágenes. Ese tratamiento consiste en imágenes abarrotadas más que barrocas, compuestas a partir del agregado (de brillos, de efectos) entendido a modo de sistema. Es como si tratara de acumular capas que en vez de sumar sentidos ahogan la imagen hasta vaciarla, como esos bosques donde la vegetación es tan diversa y tupida que vuelven el paisaje indiscernible o esos lugares donde hay tantos ruidos que termina por no oirse nada. En El sabor de la noche la búsqueda de la belleza es tan tenaz que se vuelve quimérica y hace de lo bello no una consecuencia de lo que vemos sino un punto de partida, con la misma lógica obscena de la publicidad, con su mismo exceso.
Todos los materiales anecdóticos de la película son derivativos de otros de sus films, detritus, desde personajes como el citado policía o la jugadora compulsiva hasta situaciones como la simultaneidad de tiempo y espacio entre ellos. Podría decirse que, como en el jazz, Wong Kar-wai versiona sus películas pero en realidad parece más certero decir que las jibariza, que se aferra a ellas para mantenerse a flote como un náufrago que solo quiere llegar con su balsa a tierra de la manera que fuera.
Como si no hubiera aprendido la lección de lo que ocurrió con directores como Wim Wenders, como si creyera que lo más importante es tener una obra y no una mirada sobre el cine, Wong Kar-wai cayó en la trampa de creer que alcanza con alimentar la máquina del cine de autor. Y se olvidó aquello que decía un poeta, de que cuando el artista inventó una máquina de producir versos debe destruirla y crear una nueva.
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JAJAJAJAJAJAJAJAJA y JA. Me da mucha risa todo ese chamuyo acerca del presente de Wong kar wai, de todo eso en que "se ha convertido su cine". Lo dan por muerto por el solo hecho de que su ultima pelicula es mala (no la vi aun, pero supongamos por un momento que los "entendidos" tienen razón).<br /> ¿No es un poco exagerado hacer tal afirmación a partir de una (1) sola pelicula? <br /> Les recuerdo que Hitchcock se mandó el bodriazo aquel de Topaz y luego hizo Frenesí<br /> ¿O Woody Allen, que se la pasa alternando entre peliculas muy buenas, buenas, regulares y malas?<br /> Dejemonos de boludeces, un tropezón lo tiene cualquiera, el dia que el chino este junte tres, cuatro, cinco bodrios seguidos ahi si hablemos de decadencia.
"¿La simpleza y sencillez de Con ánimo de amar?" ¿Existe, verdaderamente, simpleza y sencillez en la puesta en escena de esa película?. Me cuesta creerlo. <br /> ¿Y actores del star system made in usa como rasgo negativo en My Blueberry Nights? Hmmm... Me pregunto, ¿con qué clase de actores trabajó Wong en Hong Kong? ¿Con actores desconocidos? Creo que tenemos que observar los nombres de los implicados en toda su filmografía y aceptar que el señor Wong siempre trabajó con estrellas de renombre. ¿Hace falta que elabore un listado de quiénes son?. Este autor siempre trabajó junto a las estrellas más importantes del cine hongkonés, y eso no le quitó mérito alguno.<br /> Me parece que muchos espectadores se quedan comparando, exclusivamente, su último film con In the mood for love. Nada más discutible.<br /> Mis saludos!
..´´Los hermosos planos. Es algo que me pone enfermo. Un film debe estar bien dirigido, es lo menos que puede esperarse de un cineasta, pero un plano solo no tiene por qué ser hermoso.<br /> Lo único que importa es el ritmo, y eso no se aprende; se lleva dentro de sí.´´ <br /> Eso decía Roberto Rossellini. <br /> Wong Kar Wai parece haberse mudado a Hollywood -eso se nota- y algo ha perdido en su viaje. Ha decidido trabajar con actores del star-system y filmar una película de habla inglesa. Un film coral donde desfilan estrellas; Jude Law, una hermosa Natalie Portman, Rachel Weisz, un carismático David Strathairn y la soprendente (para bien!) Norah Jones que se convierte en el gran descubrimiento de la peli. <br /> El film descansa en una puesta de cámara trabajosa, inverosímil y redundante, y (al igual que en ¨2046¨) en una fotografía recargada y colorida (en algunas ocasiones hasta el exceso) que en todo momento le imprime cierta frivolidad al relato. <br /> La selección musical empalaga y nunca funciona de contrapunto, sino que siempre confirma esa melancolía ligera que merodea todo la historia. <br /> Así, los que nos maravillamos al descubrir ¨Con ánimo de amar¨ la anhelamos y nos preguntamos dónde quedó la simpleza y la sencillez allí mostrada; esa sutileza para contarnos una historia de amor como pocas. Al parecer se debe de haber quedado en Oriente.
Curioso, creía que el estilo nacía del hombre; y que el segundo imponía, por lógica, un dominio sobre su "hacer" (o sea, sobre el primero). <br /> A mi me parece que toda obra (me refiero a un conjunto de films -aclaro por las dudas-) es una mirada sobre el cine. <br /> Y agrego: una obra que mantiene una coherencia temática y estilística a través del tiempo, es una mirada sobre "cierto cine" (un cine con rasgos estilísticos verdaderamente distinguibles del resto). <br /> Después de todo, ya lo decía Buffon: "El estilo forma parte del hombre mismo". Entonces el estilo, ¿no es el hombre mismo?. <br /> Así también podríamos pensar que el "triunfador" sigue siendo Wong Kar Wai, no su estilo.<br /> Mis saludos!