Críticas
Cloverfield: monstruo, de Matt Reeves
Signo de los tiempos
Con sus hallazgos y sus concesiones, esta producción del hoy muy de moda J. J. Abrams es un logrado exponente del cine catástrofe y una propuesta audiovisual que sintoniza como pocas con el estado de las cosas en la sociedad contemporánea.
Todo eso -con sus pro y sus contras, con sus innovaciones y sus lugares comunes, con sus hallazgos narrativos y su cinismo derivado de un tono demasiado canchero, con su incuestionable sintonía con estos tiempos y su cálculo- es Cloverfield, la criatura artística y comercial del nuevo rey Midas de Hollywood J. J. Abrams (creador de las series Alias y Lost) y su equipo de discípulos que incluye al guionista Drew Goddard y al director Matt Reeves.
La idea tiene su ingenio (criaturas gigantes y pequeñas atacan y siembran el pánico en Manhattan, mientras la historia está contada exclusivamente a partir de imágenes encontradas en el lugar de los hechos que fueron tomadas por la cámara digital de un amateur que sigue a su grupo de amigos), pero no todo resulta bien: los bellos actores son de caucho y parecen haber surgido de un casting hecho por un Pancho Dotto neoyorquino, la historia de amor es menos que mediocre y algunas escenas (como la cabeza de la Estatua de la Libertad que cae y queda acostada en plena calle) son pura pirotecnia adolescente.
Puede que el análisis frío de Cloverfield deje cierta sensación de demagogia y de búsqueda frenética del impacto por el impacto mismo, pero -también es cierto- hay en la concepción y en la concreción del film mucha maestría narrativa, unas cuantas buenas ideas y una innegable sabiduría para sostener vía plano-secuencia o a través del montaje la tensión hasta hacer de estos apenas 75 minutos netos una experiencia conmocionante y visceral, que se sigue con los puños apretados, una risa nerviosa y el cuerpo buscando refugio en la butaca. Podrá, por lo tanto, cuestionársele varios aspectos éticos a este producto del chico maravilla J. J. Abrams, pero, frente al resultado final, no hay con qué darle: Cloverfield es una película decididamente actual pensada para la generación Internet y, además, una contundente incursión en ese cine catástrofe al que muchos minimizan y hasta desprecian, pero al que muy pocos se terminan resistiendo.
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He visto la película y creanme, es algo diferente. El tipo de filmación (una cámara en constante movimiento y en las tomas unos efectos especiales muy buenos), el sonido (constante, abrumador por momentos, las pisadas de la criatura duarante toda la película, increíble). Lo flojo: un poco los personajes y algunas situaciones. Por momentos es asfixiante y abrumadora, con sensciones de encierro. Pero tambien es una montaña rusa, no para un segundo. Godzilla es una terrible porqueria al lado de esto. Y para los criticos...chicos: esto no es cine arte, no jodan, es una peli bien pochoclera, es entretenida y logra su cometido. Les va a encantar o la van a odiar. Sin terminos medios.
(Aviso de spoiler: en el siguiente comentario hay datos revelados sobre la trama)<br /> <br /> <br /> La película me pareció impresionante. Obviamente influida por las imágenes captadas por aficionados el día que atacaron las Torres Gemelas, y empapada en ese clima, no deja de ser un producto sólido y con peso propio. Aunque el mayor hallazgo del film es a mi criterio el uso narrativo de ciertos recursos de las home movies en video digital. Dos ejemplos: el "foco en falso" que queda sobre el rostro del pibe que filma después de ser atacado por el monstruo, o el material que había originalmente en el tape regrabado y que se ve por segundos cuando el cámara pone stop en la grabación.<br /> En IMDB cuentan un dato que a mí se me pasó, pero es un signo clásico de Abrams: en el último plano de la película, en la "vuelta al mundo" del parque de diversiones de Coney Island, a lo lejos se ve un bólido caer en el océano, supuestamente el bicho en cuestión cayendo al planeta.<br /> La campaña de promoción de esta película es un capítulo aparte y merecería un artículo entero: los personajes de la película tienen falsos sitios propios en MySpace linkeados a otros falsos sitios de los demás personajes, la bebida (falsa) -Slusho- que se publicita en la remera de un personaje tiene su propia página, etc.<br /> Es, como dice Diego, pensada para la generación Internet, pero no deja de ser maravilloso el minucioso trabajo por hacer verosímil una ficción.