Críticas
Estrenos
Crítica de “Un hombre perfecto”, de Yann Gozlan
En su segundo largometraje tras Captifs (2010), Gozlan contó con Pierre Niney (quien venía de protagonizar la muy exitosa Yves Saint Laurent) para un thriller psicológico ambientado en el universo literario y de la burguesía francesa que remite al cine de Claude Chabrol (y de Alfred Hitchcock) en su acumulación de mentiras, perversiones, miserias y delitos varios. El resultado -si bien se resiente con algunas vueltas de tuerca poco verosímiles en el tramo final- es bastante sólido y en varios pasajes fascinantes.
Un hombre perfecto (Un homme idéal, Francia/2015). Dirección: Yann Gozlan. Elenco: Pierre Niney, Ana Girardot, André Marcon y Valeria Cavalli. Guión: Yann Gozlan, Guillaume Lemans y Grégoire Vigneron. Fotografía: Antoine Roch. Música: Cyrille Aufort. Edición: Grégoire Sivan. Distribuidora: Mirada. Duración: 104 minutos. Apta para mayores de 13 años. Salas: 13 (Arte Multiplex Belgrano, Atlas Patio Bullrich, Village Recoleta, Showcase Belgrano, General Paz, BAMA Cine Arte, Lorca, Arteplex Villa del Parque, Showcase Norte, Cinema Paradiso de La Plata, Showcase Córdoba, Cine del Centro de Rosario y Cine Rosso de Luján).
Mathieu Vasseur (Pierre Niney) es un aspirante a escritor de 26 años que no parece tener demasiada suerte en el mundillo literario. Pese a sus insistencias, sus novelas son rechazadas una y otra vez por las editoriales. Mientras tanto, el frustrado joven se gana la vida como empleado de una compañía de mudanzas y en uno de esos trabajos descubre el manuscrito inédito de un ex militar de la guerra de Argelia en la década de 1950 que acaba de fallecer y no tiene familiares. Esos relatos autobiográficos resultan de una enorme riqueza artística y de una intensidad poco común. El protagonista no tiene mejor idea que tipearlos en su computadora y hacerlos pasar como una creación propia. El éxito de crítica y ventas es inmediato, se convierte en una celebridad y consigue una novia bella e inteligente llamada Alice (Ana Girardot).
Tras ese compacto e impecable prólogo, la acción se desarrolla tres años después: Mathieu ha logrado sostener la mentira, pero las deudas arrecian (ha vivido de los adelantos de una segunda novela que jamás escribió) y ya no tiene como soportar las presiones de sus editores, que lo urgen a entregar su nuevo libro. Además, se suman las crecientes sospechas de algunos seres cercanos y una amenaza externa que es mejor no anticipar.
La película resulta un buen exponente del thriller psicológico (Claude Chabrol vía Alfred Hitchcock más algo de Patricia Highsmith) y, si bien en su segunda mitad abusa de las vueltas de tuerca con algunas resoluciones no demasiado verosímiles (pasan demasiadas cosas contundentes como para que los demás personajes no se den cuenta), nunca pierde el interés, sobre todo porque el espectador quedará pendiente hasta el final de hasta dónde es capaz de llegar Mathieu en su acumulación de mentiras, delitos y perversiones.
Puede que a Un hombre perfecto le falta un poco de humor negro y desprejuicio (el material es propio de una novela pulp / cine noir clase B y por momentos luce demasiado “seria”), pero el director de Captifs jamás pierde el rumbo, sostiene la tensión y consigue, en definitiva, un valioso retrato sobre la ambición, la codicia y la falta de moral (una suerte de pacto con el Diablo) en el ámbito de la burguesía y del universo literario de Francia.
COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



CRÍTICAS ANTERIORES
Dos semanas después de su estreno en salas de Francia, donde vendió 266.500 entradas en sus primeros 7 días en cartel, llega a los cines argentinos esta nueva versión del clásico de clásicos dirigida por el creador de films como El perfecto asesino, El quinto elemento, Arthur y los Minimoys, Angel-A, Lucy, Anna: El peligro tiene nombre y Dogman.
Casi una década después de su último largometraje, Chevalier (2015), la directora griega de films como The Slow Business of Going (2000) y Attenberg (2010) debutó en inglés con esta historia de época que participó de la Competencia Oficial de la Mostra de Venecia 2024.
La secuela de la exitosa comedia de 2003 mantiene el espíritu lúdico y desenfadado, aunque con una eficacia cómica algo menor.
El prolífico Matías Szulanski (rodó una quincena de largometrajes en menos de una década) presentó los últimos dos en el BAFICI 2025. Ahora, Las reglas del juego se estrena en el Gaumont y, una semana después, en el Cineclub Hugo del Carril de la ciudad de Córdoba.
Al principio y a la mitad de la trama te mantiene en suspenso, luego cae en clichés propios del género que logran mantener el interés, tan es así, que logra de cierta manera meterte en el personaje y ponerte en su lugar. En lo personal, el desenlace no fue convincente e incongruente. Quizá el guionista abandonó la idea de perjudicar al protagonista, pero siento que no estuvo bien planeado y para evitar spoilers, lo dejaré ahí. Considero que la película está muy bien para pasar el rato, pero te deja una sensación de que falta o faltó algo más. Saludos.
El chabón no será perfecto ni ideal, no escribirá muy bien,pero tiene una inmensa capacidad para meterse en quilombos y zafar como un duque. Tiene una acumulación de situaciones que servirían como para tres peliculas menos inspiradas. Pero eso sí, la trama está muy bien urdida y tiene una excelente dosificacion del suspenso en todo momento y hasta la imágen final. Precisamente ese final está llamando a gritos una continuación o segunda parte. No quiero imaginar lo que sería el futuro de esta pareja fracturada y su retoño,, en manos otra vez de la afiebrada imaginación de los guionistas. !Que venga la segunda nomás...!.
Me atrapó. El clima logrado por el director es muy funcional a la intriga del cuento. Me gustó.-