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Crítica de “Un viaje en el tiempo”, de Ava DuVernay
La nueva producción de Disney parece tener como principal misión el sermón antes que el entretenimiento.
Un viaje en el tiempo (A Wrinkle in Time, Estados Unidos/2018). Dirección: Ava DuVernay. Elenco: Storm Reid, Oprah Winfrey, Reese Witherspoon, Mindy Kaling, Gugu Mbatha-Raw, Michael Peña, Zach Galifianakis, Chris Pine y André Holland. Guión: Jennifer Lee, basado en la novela de Madeleine L’Engle. Fotografía: Tobias Schliessler. Edición: Spencer Averick. Música: Ramin Djawadi. Distribuidora: Disney. Duración: 109 minutos. Apta para todo público.
No sé si ocurrirá en todas las funciones, pero en la que organizó Disney para la prensa aparece Ava DuVernay antes de la película indicando a cámara qué quizo hacer, a quién está dirigida la historia (“niños de 8 a 12 años”) y cómo debería entenderse el film desde la perspectiva de los adultos. “Las excusas no se filman”, dice una vieja máxima del negocio cinematográfico. Las película no se explican antes de empezar, podríamos agregar.
Si ese preámbulo ya generaba ciertas dudas, Un viaje en el tiempo se encarga rápidamente de amplificarlas... al infinito y más allá. Contra el cinismo de muchos críticos he defendido innumerables películas de Disney, no solo desde su factura sino incluso desde su visión del mundo. En el caso de esta película no hay forma de salvarla: pocas veces el estudio más poderoso del planeta ha dado una película tan pretenciosa en sus intenciones y tan fallida en su realización. La transposición de la venerada novela de Madeleine L’Engle resulta por momentos irritante, ridícula y -el peor pecado viniendo de la factoría que es dueña de la más rica tradición del entretenimiento, de Pixar, de Marvel y de Lucasfilm- aburrida.
El film fue celebrado en la industria por tener a protagonistas negros: desde Storm Reid (como la pequeña Meg Murry que viaja en busca de su padre desaparecido) hasta la célebre Oprah Winfrey (aquí no solo aleccionadora sino también gigantesca), pasando por Gugu Mbatha-Raw o André Holland. Pero ni ellos ni otros actores reconocidos como Reese Witherspoon, Michael Peña, Zach Galifianakis o Chris Pine pueden hacer nada ante la inconsistencia de un cuento de hadas new age, una moraleja didáctica con una directora (DuVernay) que parece una pastora evangélica subida al púlpito en plan profético antes que ubicada en el set con espíritu de narradora.
Es cierto que hay algunas imágenes deslumbrantes (seguramente los diseñadores y expertos en efectos visuales deben ser de lo más encumbrado en la industria), pero ese despliegue está puesto al servicio de la bajada de línea y no del espectáculo cinematográfico. A Disney, al menos esta vez, se le olvidó lo que siempre ha sido su mandato principal: fascinar, seducir, empatizar. Este viaje intergaláctico y supuestamente mágico terminó, así, en un descenso a los subsuelos del cine popular.
Lo último: que muchos críticos prestigiosos de los Estados Unidos hayan elogiado esta película solo tiene una explicación posible: la “dictadura” de la corrección política que impera en el Hollywood actual y a la que muchos, por convicción o por miedo, se someten con absoluta docilidad.
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Yo recuerdo que me la vi en el cine y en ese tiempo tenia 10 años y no entendí ninguna mrd y ahora ni me acordaba hasta cuando mi hermano me dijo que si recordaba esa película y claramente era obvio que la película fue un fracaso total la película era aburrida y algo sin sentido parecía que se fumaron 30 porros y hicieron el guion y casi nada de la película era viajes en el tiempo mas parecía no se cualquier cosa menos eso
Para empezar, suenan racistas. Se ve que la capacidad de criticar sin un fundamento teórico o científico esta al tope. Como se nota que hay personas perfectas y que no conocen un problema de conflicto de personalidad para poder aportar algo bueno sobre ese tema
Cómo molesta la inclusión.
Hay varios malos puntos en este filme: (Spoiler) 1. En un momento, se muestra como una chica padece anorexia. Debio ser un pequeño mensaje del tipo "Son perfectos como son, bla bla". Esto estaria bien de no ser que el mismo Disney dejo claro que para ser perfecto tenes que alterarte. Esto es bajo mi opinion. 2. Desde lo sincero de mi alma, intentando no perder la seriedad, la/el productor se fumo alto faso. Se nota hasta cuando el faso hace efecto y cuando se le pasa. 3. La pelicula se hizo aburrida en todas las perspectivas. Seas niño, adolescente o adulto.
Coincido con Roberto, qué tienen que ver los comentarios de los colores de piel. Son actores, directora y ya. Atención, comento Spoilers. El sentido del viaje en el tiempo me pareció interesante, (por eso la fui a ver) incluso las explicaciones de las "tragedias internas" de los personajes adolescentes son interesantes... pero el viaje en el tiempo en sí, un sin sentido total. ¿como y para qué el cambio de carácter de Charles Wallace? todo sin sentido. Eso si, vestuario, maquillaje muy colorido y hermoso... las secuencias en las praderas, preciosas. A mi hijo de 8 le gustó. Yo (que salí llorando de Coco) ni me emocioné un poquito.
Pelicula de fantasía para niños, aún así superaburrida, yo me dormí.
Racista son el escritor y el que escribió el comentario. No entiendo la necesidad de aclarar de color es la piel en ningún momento. Podrán referirse a los actores y ya. Que mal que estamos....
No podrías haberlo dicho mejor, Diego. La corrección política está arruinando el cine y lentamente lo está haciendo con la televisión. Cuando películas que a duras penas cumplen, como Wonder Woman y Black Panther (sólo para mencionar algunas) son alabadas como clásicos por la crítica liberal gringa, sabes que algo está mal. Y ojo al darle una crítica negativa a algo protagonizado mayormente por actores negros, porque sino eres "racista".