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Crítica de “Aquaman”, de James Wan
El intento de DC Comics de posicionar al personaje de Jason Momoa como protagonista de una saga propia resulta bastante fallido.
Aquaman (Estados Unidos/2018). Dirección: James Wan. Elenco: Jason Momoa, Amber Heard, Patrick Wilson, Willem Dafoe, Nicole Kidman, Temuera Morrison y Dolph Lundgren. Guión: David Leslie Johnson-McGoldrick y Will Beall. Fotografía: Don Burgess. Edición: Kirk Morri. Música: Rupert Gregson-Williams. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 143 minutos. Apta para mayores de 13 años.
El director malayo James Wan llegaba al “universo extendido” de DC Comics luego de sus exitosos pasos por sagas como las de El juego del miedo, Rápidos y furiosos y El conjuro. Sin embargo, más allá del exuberante despliegue visual para dar vida a la civilización de Atlantis y para desarrollar las espectaculares batallas subacuáticas, su aporte en Aquaman resulta decepcionante. Así, esa suerte de sino trágico que parece sobrevolar a esta franquicia (con algunas honrosas excepciones como Mujer maravilla, de Patty Jenkins) hace trastabillar incluso a un realizador que venía en franco ascenso.
Presentado ya en Liga de la Justicia, el personaje de Aquaman tiene su debido prólogo previo a los títulos con el encuentro entre Atlanna (Nicole Kidman), la reina de Atlantis, y Tom Curry (Temuera Morrison), el encargado de custodiar un perdido faro. De la relación entre ambos nace este “bastardo” interpretado por el gigante Jason Momoa, que intenta -con muy poca fortuna- ser un émulo del carisma y la simpatía del Thor de Chris Hemsworth.
Hay un duelo entre hermanos (Aquaman deberá enfrentar al rey Orm, un personaje demasiado ridículo para Patrick Wilson), unos despiadados piratas, algunas estrellas en papeles decididamente menores (además de Kidman aparece Willem Dafoe como el líder Vulko) y la sensación de que si no hay peleas con tridentes o explosiones cada cinco minutos, la elemental narración no se sostiene. Las sutilezas de guión o los personajes con alguna profundidad emocional quedarán para otra ocasión.
(Esta reseña se publicó previamente en el diario La Nación del 13/12/2018)
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A pesar de que Aquaman de por si es un superheroe muy ridiculo, la pelcula es muy entretenida los efectos especiales muy buenos, y muy bonitas animaciones, en suma Aquaman es una buena pelicula
Una película menor pero entretenida. Un relato construido a partir de referencias narrativas y estéticas difíciles de obviar: Stars wars, Alien, La tormenta perfecta y hasta Jurassic Park. Otros films, igualmente predecibles, se las arreglan para mantenernos expectantes. Aquaman, no.
Esta pelicula funciona porque es muy entretenida, y esto lo logra por tratar un tema epico sin solemnidad, sino centrandose en la aventura. Y Jason Momoa es un ejemplo claro que para convertirse en una estrella de cine no hace falta ser buen actor, sino que tener carisma.