Festivales
Crítica de “Las vacaciones de Hilda”, de Agustín Banchero (Competencia New Directors) - #SanSebastián2021
Esta exigente ópera prima del uruguayo Banchero narra la fracturada historia de una mujer que va desde un melancólico presente invernal hacia un luminoso pasado veraniego.
Las vacaciones de Hilda (Uruguay-Brasil/2021). Guion y dirección: Agustín Banchero. Elenco: Carla Moscatelli, Edgardo Castro y Gabriel Villanueva. Fotografía: Lucas Cilintano. Edición: Juan Álvarez Neme. Música y sonido: Daniel Yafalián. Duración: 87 minutos.
“No me molesta esperar”, le dice Hilda (Carla Moscatelli) a un muchacho, mientras realiza una inspección rutinaria y burocrática a una planta cerealera en decadencia. Es que toda la vida de esta mujer solitaria, que sostiene a puro desgano y fuertes tensiones con su socio un estudio de arquitectura, parece haberse quedado en suspenso, en una cotidineidad agobiante y exasperante. Su madre enferma desde hace tiempo, la casa con filtraciones y manchas de humedad, algunos manejos no demasiado transparentes con el dinero, cierto patetismo pueblerino de un lugar como Concepción... Lo que el guionista y director nos muestra (y sobre todo lo que nos insinúa) del universo íntimo de la protagonista es bastante agustiante y desolador. Cuando recibe la confirmación de que uno de sus hijos vendrá a visitarla algo vital se activa en ella, pero a último momento el joven cancela el viaje y... otra vez el desencanto, la depresión.
Tras esa primera parte, Banchero nos remonta al pasado, a un verano de una década atrás, cuando Hilda estaba en pareja con Eduardo (el argentino Edgardo Castro), pasaba unas vacaciones en Solís con él y sus tres hijos, bailaban clásicos de los '70, hacían el amor. Pero sobrevino la infidelidad de él, y los reproches, y la violencia, y la tragedia, y los inevitables distanciamientos.
De esos retazos de vida, de esos recuerdos propios de una memoria emotiva (y por lo tanto selectiva) está construida esta ópera prima misteriosa y elusiva, que solo nos muestra algunos pocos elementos para que luego seamos nosotros, los espectadores, quienes completemos las piezas faltantes. Este juego de escondidas, de retaceos, de omisiones, puede irritar a cierto sector del público, pero también plantea dilemas, genera interrogantes y provoca complicidades.
La fotografía de Lucas Cilintano que es capaz de convertir en pura poesía visual una gota de lluvia o una lágrima en la mejilla de la protagonista, y el trabajo sutil, austero y lleno de matices de Moscatelli son aspectos que sostienen el relato cuando los tiempos y los silencios se alargan. Las vacaciones de Hilda es una película que exige paciencia, involucramiento y compromiso. A la larga, la recompensa es valiosa.
Cómo y por qué suscribirse a OtrosCines/Club
Las suscripciones son la mejor manera para que las lectoras y los lectores apoyen directamente a los emprendimientos periodísticos independientes y ayuden a sostener un producto de calidad.
Gracias a un aporte de apenas 250 pesos mensuales (el costo de un café), que se debita de cualquier tarjeta vía Mercado Pago, las suscriptoras y suscriptores acceden cada viernes a primera hora a una cuidada y curada newsletter con análisis, información y recomendaciones.
Además, hay otros beneficios (últimamente con plataformas de streaming como Películas Nobles o Comunidad Cinéfila), videoconferencias exclusivas e importantes descuentos para todos nuestros cursos y talleres.
Promoción: Quienes se sumen hasta finales de septiembre tendrán acceso sin cargo adicional a las últimas 20 newsletters exclusivas.
Para más información nos pueden escribir a OtrosCinesClub@gmail.com
SUSCRIPCION INDIVIDUAL: $250 mensuales
Suscribirme
SUSCRIPCIÓN INSTITUCIONAL (para empresas y organizaciones que quieran sumar su apoyo): $1.000 mensuales
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO

FESTIVALES ANTERIORES
El film de los cordobeses Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas obtuvo la segunda máxima distinción, mientras que el Pudú de Oro al Mejor Largometraje fue para Wind, Talk to Me, del serbio Stefan Djordjevic
Put Your Soul on your Hand and Walk, La noche está marchándose ya, The Voice of Hind Rajab y Un techo sin cielo encabezan este ranking personal sobre las mejores películas vistas en la 32ª edición de la muestra chilena.
Tras el multipremiado corto Mi última aventura (2021), los cordobeses Sonzini y Salinas debutan en el largometraje con una hilarante oda cinéfila que es al mismo tiempo un film político sobre la desintegración argentina. Tras su estreno mundial en el festival chileno, competirá en DocLisboa y la SEMINCI de Valladolid, entre otros festivales.
Reseñas de las dos últimas películas chilenas que se presentaron (luego de La vida que vendrá y de Un eclipse y el caos) en estreno mundial en la sección principal de esta edición.
