Críticas
Home, de Ursula Meier
Hogar, dulce hogar
Llega una de las operas primas más premiadas del último año, en el que Ursula Meier describe la alienación de la vida moderna de la mano de dos grandes actores (Isabelle Huppert y Olivier Gourmet) y de la notable directora de fotografía Agnès Godard.
Home (Suiza, Francia, Bélgica/2008). Dirección: Ursula Meier Con Isabelle Huppert, Olivier Gourmet, Adélaïde Leroux, Madeleine Budd y Kacey Mottet Klein. Guión: Ursula Meier, Antoine Jaccoud y Raphaëlle Valbrunne. Fotografía: Agnès Godard. Edición: Susana Rossberg, Nelly Quettier y François Gédigier. Distribuidora: Primer Plano. Duración: 97 minutos. Apta para mayores de 16 años. Proyección en DVD (pantalla gigante). Salas: Arteplex Belgrano, Arteplex Centro, Arteplex Caballito y América (Santa Fe). Estrenada en la Semana de la Crítica de Cannes 2008, esta opera prima de la suiza Meier se constituyó en una de las grandes sorpresas de la temporada y se quedó con decenas de premios en el circuito de festivales (incluídos el de mejor actriz para Isabelle Huppert y el de mejor fotografía para Agnès Godard en el último Mar del Plata).
En principio, estoy de acuerdo en que se trata de un film de enorme solidez y riqueza tanto formal como dramática, que está sostenido por dos grandes intérpretes (Huppert está impecable como siempre y Olivier Gourmet no se queda atrás), aunque para mi gusto la veta simbólico-alegórica sobre las miserias y alienaciones de la vida moderna resulta demasiado subrayada e incluso hasta pretenciosa.
El film narra la historia de un matrimonio con tres hijos que viven en una casa pegada a una autopista que nunca ha sido terminado. Home arranca con una escena en la que el grupo juega feliz al hockey y utiliza el pavimento como si fuera una extensión de su propiedad. Pero ese equilibrio casi perfecto se derrumba cuando las autoridades, luego de muchos años de indecisiones, deciden terminar la construcción y habilitar esa vía rápida. Así, al poco tiempo, el tráfico infernal, el ruido y la polución en medio del calor del verano, comienzan a agrietar la fortaleza anímica de la familia.
La película se va tornando cada vez más angustiante y claustrofóbica en su descripción de las crecientes neurosis de cada integrante, de la irritación (propia de la falta de sueño), de la degradación física y moral que llevan a una situación en la que la violencia y la locura están a punto de estallar en cualquier instante y de la peor manera posible.
Más allá del apuntado exceso de simbolismo (que no es lo mismo que bajada de línea), el debut de Meier, si bien no consagratorio, sí resulta decididamente prometedor. Hasta los subrayados del tramo final se ven compensados con un último plano-secuencia en el que aflora toda la maestría de esa inmensa directora de fotografía que es Agnès Godard con el fondo musical impagable de Nina Simone cantando Wild is the Wind.
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Me gustó. Huppert y Gourmet, impecables como siempre (Mauricio, ¿quién se imagina a Huppert en un papel "simpático"? Deja que para eso hay muy buenas comediantes francesas; Sabine Azemá p ej.)<br /> <br /> No la vi en el cine, sino "bajada" de la red (blog Arsenevich) , en muy buena calidad y buen subitulado. Aquí pueden encontrarla.<br /> Sí, hay toques de Buñuel, bastante Haneke, un poco de "La autopista del sur", de Cortázar; otro poco de la "moralidad" a lo Christophe Honoré, pero la idea es original y no me preocuparon los simbolismos.<br /> <br /> Me la recomendó un amigo y se lo agradezco.
Realmente no me gustó para nada esta película. Nunca miré tanto el reloj y desee que terminara a la media hora de empezar. Más que "claustrofóbica" y/o "angustiante" (en palabras de Batlle) creo que es sumamente tediosa y redundante. Perdón si ofendo el buen gusto de alguno pero creo que toda la película se resume en un párrafo: "el film narra la historia de un matrimonio con tres hijos que viven en una casa pegada a una autopista que nunca ha sido terminada". Punto; ¿el resto? plantea el argumento a través de un juego de opuestos que resulta inverosímil y exagerado (armonía/caos, unión/crisis fliar., cordura/locura¿?) y lo hace de una manera tan obvia q ni siquiera deja un margen para la elaboración o reflexión del espectador.<br /> Salu2
Ay, Diego. Ahora me metiste en el lío de tener que conseguir esta película si ó si. Y aqui en donde vivo (Monterrico, Jujuy) equivale a hacer deporte extremo porque no es el tipo de filmes que les suele convenir vender a los que viven de la venta de DVD (¡ni hablemos de originales!). Tendré que recurrir a mis amigos de Musimundo via on-line y a mi Visa cuando se edite en DVD. Y todo porque vos Diego cometés en esta crítica el pecado de mencionar que hay una secuencia con leit motiv de mi querida Nina Simone. Y es que Nina (su voz, su encanto vocal, su espiritu, su música) eleva las sensaciones de toda película en la que esté una de sus maravillosas interpretaciones incluída. Me viene a la memoria esa aligerada Nikita made in hollywood que fué "Point of no return" de John Badham, toda una cinta recorrida por decenas de temas de Nina que la hacían mucho más llevadera ("Wild is the wind/ estended version" estaba en la B.S.O. editada por Milan Sur; yo la tenía y la perdí). Ó la magnifica escena de robo-devolución de pintura de la remake de "El caso Thomas Crown" de John McTiernan, al compás de "Sinnerman". Pero, por sobre todo, todavía se me eriza la piel cuando reveo esa magnifica escena-poema final en "Before sunset" de Linklater; mientras se escucha la versión en vivo de "Just in time" grabada en Paris, Julie Delpy evoca a la morocha, bailando con pasitos cortos, diciéndole al personaje de Ethan Hawke que es hora de partir, aunque sus gestos digan otra cosa. Nina Simone en el cine es una delicia.
excelente!<br /> me encantó esta película.<br /> ella, una diosa como siempre.