Festivales
Guía con 30 recomendaciones de las secciones paralelas
Por Diego Batlle
Antes de publicar las reseñas de las tres competencias (Internacional, Argentina, Vanguardia y Género) ofrecemos como guía previa al lanzamiento de la venta anticipada de entradas un conjunto de 20 títulos imperdibles o muy valiosos de las distintas muestras (no incluimos clásicos ni retrospectivas), y un segundo grupo de 10 films que también tienen méritos suficientes como para ser tenidos en cuenta a la hora de elegir las películas para ver. De Sono Sion a Claude Lanzmann, pasando por Jim Jarmusch y Hong Sang-soo, además de otros cineastas no tan conocidos.
5 IMPERDIBLES:
-Why Don't You Play in Hell (Japón), de Sono Sion (Nocturna). Prolífico, versátil, talentoso, delirante, provocador, iracundo... descomunal. Ya no quedan adjetivos para calificar la trayectoria de este inmenso director japonés, capaz de incursionar en todos los géneros con igual jerarquía y pasión. Aquí construye una de las películas más lúdicas, inspiradas y disfrutables de su carrera, a partir de la historia de los Fuck Bombers, un grupo de entusiastas y desdichados cineastas amateurs que, después de muchos años y de la manera menos pensada, terminarán filmando con apoyo (¡y protagonismo!) de la mafia nipona en un desenlace extraordinario. Es que los 40 minutos finales de WDYPIH? nos regalaron una orgía cinéfila, una bacanal de sangre y comedia negra que no olvidaremos jamás. Festival gore, el Tarantino de Kill Bill, Bruce Lee, los yakuza de Kitano, Cinema Paradiso... Todo eso y más se mixturan en esta obra maestra del creador de Suicide Club y Guilty of Romance.
-Le dernier des injustes (Francia), de Claude Lanzmann. A los 87 años, Claude Lanzmann es un mito viviente del cine. Su monumental Shoah, estrenado en 1985, ya es un clásico del documental. Precisamente, mientras trabajaba en ese film ineludible a la hora de analizar el Holocausto (le dedicó doce años a su realización), el director francés entrevistó durante dos semanas enteras de 1975 en Roma a Benjamin Murmelstein, el último presidente del Consejo Judío en el gueto de Theresienstadt. Ese material no fue incluido en aquella película, pero sí en la extraordinaria El último de los injustos, uno de los hitos del Festival de Cannes 2013. Héroe o villano (o ambas cosas a la vez), Murmelstein -un rabino de Viena- lideró desde 1944 y hasta el fin de la guerra ese inmenso gueto ubicado a 60 kilómetros de Praga, que fue lugar de paso para miles de judíos que luego fueron enviados a los campos de concentración y a la muerte. Pero, también es cierto, gracias a sus negociaciones diarias que llevó durante siete años con los nazis (y particularmente con Adolf Eichmann), “el último de los injustos” logró que unos 121.000 judíos abandonaran el país y que nunca se cerraran las puertas de Theresienstadt. Un incansable Lanzmann viaja hasta los distintos lugares en los que transcurrieron los hechos, recupera los mejores momentos de su charla con Murmelstein, incluye imágenes de archivo (incluido un film de propaganda sobre el gueto hecho por los alemanes) y expone en toda su dimensión al personaje (un hombre brillante, sin dudas), a la época y a la génesis de lo que se conoció como Solución Final. Cuando en este tema tan delicado todo es blanco o negro (Murmelstein fue encarcelado, enjuiciado por colaboracionista y finalmente absuelto, pero nunca pudo viajar a Israel), Lanzmann nos muestra los grises, los matices, las contradicciones de la historia personal y de la Historia de la humanidad.
-Our Sunhi (Corea del Sur), de Hong Sang-soo. Dicen que Hong sigue haciendo siempre la "misma" película (si así fuere uno querría que esa saga no terminara nunca). En este nuevo capítulo, tres hombres viven obsesionados por Sunhi, una joven estudiante universitaria que quiere irse a hacer un posgrado al exterior y sabe bien cómo manipularlos. Tenemos a su veterano docente de cine, al joven director y ex novio que hizo un film basado en... ¡la relación que tuvieron!, y a un tercer intelectual con bastante mala onda, pero que también cae rendido a sus pies. Como siempre, hay mucho diálogo (en general, escenas de a dos en un bar o en un parque), muchos celos y, claro, mucho alcohol. El film me hizo recordar bastante a Woody Allen (sé que a los hongsangsoonianos recalcitrantes no les gustará nada esta comparación), pero el director de Oki's Movie y En otro país está en una etapa en la que la mujer y los enredos afectivos/creativos ocupan el centro de la escena y remiten al creador de Blue Jasmine. Con un estilo cada vez más depurado, más sólido, pero sin perder jamás la frescura y la fluidez, Hong convierte cada nuevo film suyo en un evento cinéfilo. Y en un gran disfrute.
-Only Lovers Left Alive (EE.UU.), de Jim Jarmusch. Aquí la crítica completa
-Mistaken for Strangers (EE.UU.), de Tom Berninger (Música). Aquí la crítica completa
15 MUY RECOMENDADAS:
-The Congress (Israel), de Ari Folman (Film de apertura). Aquí la crítica completa.
-The Second Game (Rumania), de Corneliu Porumboiu (Film de clausura). El extraordinario director de Bucarest 12:08 (2006), Policía, adjetivo (2009) y la también seleccionada para este BAFICI Cae la noche en Bucarest (2013) estrenó en el Forum de Berlín una verdadera rareza: El 3 de diciembre de 1988 -un año antes de la caída de la dictadura de Ceausescu- se disputó el clásico entre el Steaua y el Dinamo, los dos equipos más importantes de Rumania (uno manejado por la policía secreta y el otro, por el ejército). El árbitro del partido -jugado bajo una tremenda nevada que hacía casi imposible el normal desarrollo y hasta la visibilidad del mismo- fue nada menos que Adrian Porumboiu, padre del director. Un cuarto de siglo después, ambos se juntan para ver esas imágenes de la transmisión oficial y las van comentando, como si fuera un extra de un DVD. La charla es hilarante, futbolera y con inevitables connotaciones políticas, ya que en la televisación (se mostraba al público ante cada pequeña escaramuza que surgía entre los jugadores porque había órdenes de no exponer en cámara los incidentes en el campo de juego) se percibe el grado de censura con que se vivía. “Dirigiste muy bien”, le dice el hijo al padre luego del 0 a 0. Y ambos se ríen: “Parece una de mis películas, ¿no? Es largo y no pasa nada”.
-El color que cayó del cielo (Argentina), de Sergio Wolf. Aquí la critica completa
-Double Play: James Benning and Richard Linklater (Francia), de Gabe Klinger. Crítico, investigador y programador trotamundos, Klinger financió con múltiples aportes (desde el mítico André S. Labarthe, productor del ciclo Cinéma de notre temps, hasta una campaña de crowdfunding) este documental que describe y reconstruye la larga amistad entre dos directores/cinéfilos aparentemente (sólo aparentemente) muy distintos entre sí: el consagrado realizador Linklater y ese autor de culto que es el experimental Benning. Klinger filma encuentros formales e informales entre ambos en la Austin Film Society (donde Linklater exhibe films de Benning a sus estudiantes) o en la casa del director de Escuela de rock y Antes de la medianoche en Texas y los muestra charlando sobre la admiración recíproca, sobre sus visiones del cine, el registro del tiempo, los usos de la tecnología, la literatura, la música y muchas cosas más. Esos diálogos de por sí son más que interesantes (se tratan de dos intelectuales con mucho humor) y a eso Klinger le agrega buenos materiales de archivo y momentos distendidos, como cuando Linklater practica tenis con una máquina lanzapelotas o ambos se divierten jugando al béisbol, otra de las pasiones que comparten. Es, sí, un ensayo sobre cómo pensar y hacer cine, pero -sobre todo- una encantadora mirada sobre la amistad masculina.
-Que ta joie demeure (Canadá), de Denis Côté. El notable y prolífico director canadiense de Bestiaire y Vic + Flo ont vu un ours -dueño de un ojo y una sensibilidad muy particulares- filma el trabajo cotidiano en industrias metalmecánicas, en fábricas de colchones, en grandes lavanderías (en total muestra una docena de instalaciones), pero evita caer en el típico registro sobre la deshumanización o la explotación de los operarios para ofrecer, en principio, una suerte de sinfonía del movimiento y, por otro, acercarse a esos empleados (en su mayoría inmigrantes africanos, asiáticos o de Europa del Este) que, en sus pausas para comer, fumar o descansar, cuentan algunas anécdotas de sus vidas. El resultado final (hay un notable trabajo de encuadre, edición y sonido) es subyugante.
-Escuela de sordos (Argentina), de Ada Frontini. Se trata de un austero y riguroso documental observacional sobre el denodado y conmovedor trabajo que realiza Alejandra Agüero, fundadora e impulsora de la escuela a la que alude el título en la localidad de Bell Ville. Con el cine del mítico Frederick Wiseman (experto en retratar instituciones) como modelo, la directora muestra la tarea de “Ale”, como la llaman todos, a cargo de casos muy complejos con niños, adolescentes y jóvenes, así como una larga e inteligente charla (con la Lengua de Señas, por supuesto, debidamente subtitulada) con su amigo Juan, un referente internacional a la hora de pensar y visibilizar este tema. Más allá de su inevitable costado políticamente correcto, se trata de un meticuloso y emotivo retrato humano sobre una de esas épicas cotidianas de las que muy poco se conoce.
-Fantasmas de la ruta (Argentina), de José Celestino Campusano. Aquí la crítica completa
-Kumiko, the Treasure Hunter (EE.UU.), de David Zellner. Los hermanos Zellner (David suele trabajar con Nathan) son dos prolíficos exponentes del ala más auténticamente indie del cine norteamericano. En este caso, con producción de Alexander Payne (la película tiene algo de sus road-movies excéntricas y agridulces) los creadores de Kid-Thingnarran la historia de Kumiko (Rinko Kikuchi, vista en Babel y Titanes del Pacífico), una tímida y bastante inestable muchacha japonesa que deja todo en Tokio para viajar a Minnesota en busca de lo que cree es un tesoro (la maleta cargada de dinero que entierran en la nieve en Fargo, de los hermanos Coen). Alucinatoria y climática, absurda y sensible a la vez, la nueva propuesta de los creadores de Goliath describe el vagabundeo de la antiheroína nipona -que apenas balbucea algunas palabras en inglés- por los helados paisajes invernales en su camino hacia North Dakota. Los queribles (y algo patéticos) personajes con que se va topando (incluido un policía bienintencionado que interpreta el propio David) acentúan el contraste con esta chica perdida en el otro extremo del planeta, pero firme en su decisión de llegar hasta el final. Como sea.
-Ilo Ilo (Singapur), de Anthony Chen. Ganadora de la Cámara de Oro a la Mejor Opera Prima del último Festival de Cannes, esta descarnada, tragicómica (más trágica que cómica) película de Chen narra las desventuras de Teresa, una filipina que llega a Singapur y consigue trabajo como empleada doméstica de una familia... muy poco normal. La madre -embarazada- es despótica, invasiva, controladora y maltratadora. El padre, un loser total lleno de pequeñas miserias y mentiras (la escena del cigarrilo con Teresa es descomunal). Por último, el hijo, de esos que dejan al Macaulay Culkin de Mi pobre angelito como... un pobre angelito. Un retrato impiadoso, por momentos un poco cruel (sádico), pero también con rasgos de humanidad, sobre la situación casi siempre precaria de los inmigrantes y con las problemáticas socioeconómicas de la región como trasfondo.
-El lugar del hijo (Uruguay), de Manuel Nieto. Ocho años después de La perrera, este ex asistente de Lisandro Alonso (La libertad) y de la dupla Rebella-Stoll (Whisky) regresa con una película que es algo así como el reverso de El estudiante, de Santiago Mitre. Ariel Cruz (Felipe Dieste) abandona de urgencia su militancia universitaria en Montevideo porque le informan que su padre ha muerto. Viaja a Salto para el funeral y allí se inmiscuirá en otro tipo de asambleas y consignas estudiantiles y hasta en una huelga de hambre lanzada por los trabajadores de una fábrica local. Un viaje desde lo político hasta lo íntimo, con un protagonista desconcertado y desconcertante que deambula, y que por momentos apuesta a un tono alucinatorio. Un film por demás incómodo (cuestionador hacia la izquierda tradicional) y que -quizás por eso- no tuvo la recepción que merecía en el circuito de grandes festivales.
-Raiz (Chile), de Matías Rojas Valencia. En una línea muy similar a la de la también seleccionada Ciencias Naturales (estamos ante una suerte de subgénero del Nuevo Cine Latinoamericano), esta más que auspiciosa ópera prima realizada como trabajo de graduación de una escuela de cine describe la relación que se establece entre una joven que regresa por un tiempo a su casa familiar en el sur chileno y un niño humilde que pierde a su madre. Ambos emprenden un viaje lleno de peripecias, descubrimientos (y decepciones) en busca del padre del chico. Un retrato de enorme belleza (sobre todo por el aprovechamiento de las locaciones naturales) y momentos de lograda intensidad y sensibilidad. Ganadora con justicia de la Competencia Chilena del último Festival de Valdivia.
-Seduced and Abandoned (EE.UU.), de James Toback. Aquí la crítica completa
-Somos Mari Pepa (México), de Samuel Kishi Leopo. Alex es un típico adolescente introvertido. Está en pleno despertar sexual, tiene un grupo de amigos y toca la guitarra en un grupo de punk-rock que ha compuesto UNA canción y aspira a participar en una "guerra de bandas". Con un padre prácticamente ausente, convive con su abuela con quien mantiene no sólo diferencias generacionales sino también... musicales. A partir de su corto Mari Pepa (2011), Samuel Kishi Leopo construye una ópera prima que -más allá de ciertos códigos o lugares comunes del relato de "iniciación", de paso a la adultez- resulta casi siempre convincente y en varios pasajes conmovedora (sin golpes bajos) por la sensibilidad y convicción con que aborda estas pequeñas pinceladas de vida de fuerte sesgo autobiográfico. Un director a seguir.
-Stray Dogs (Taiwán), de Tsai Ming-liang. Ganadora del Gran Premio del Jurado en la Mostra de Venecia, esta suerte de continuación de Vive l’amour nos devuelve al mejor Tsai con una película rigurosa, bella, austera, lírica y desesperanzada a la vez. Un tour-de-force cinéfilo que vale la pena transitar. Aquí la crítica de Manu Yáñez (También se exhibe en el festival otro film de Tsai, Journey to the West, que comentaremos en las reseñas de la competencia Vanguardia y Género).
-O homem das multidôes (Brasil), de Cao Guimaraes y Marcelo Gomes. Este ascético film describe la vida cotidiana de un conductor de tranvías de extrema timidez y soledad en medio de la multitudinaria y bulliciosa Belo Horizonte. Cuando una compañera de trabajo le pide que sea testigo en su boda y empieza a relacionarse con él, intentará sin demasiada fortuna sobreponerse a sus fobias, salir de su departamento y de su obsesión por los trenes. Rodada en un extraño formato rectangular ¡y vertical!, se trata de un austero, seco y al mismo tiempo fascinante retrato psicológico que recuerda más al cine rioplatense (Gigante, por ejemplo) que al brasileño.
10 BASTANTE VALIOSAS COMO PARA NO DESCARTAR (MAS ALGUNA YAPA):
-Sacro GRA (Italia), de Gianfranco Rosi. Ganadora del León de Oro en Venecia 2013. Aquí la crítica completa
-Aimer, boire et chanter (Francia), de Alain Resnais. El director de Hiroshima mon amour demostró hasta último momento su vigencia con esta simpática y ligera tragicomedia basada en Life of Riley, de Alan Ayckbourn. Resnais no sólo no disimula sino que incluso subraya el artificio y la veta teatral de la propuesta. Con decorados de cartón y grandes telares de color crea los fondos de esta historia que transcurre durante medio año en la zona de York (los diálogos, de todas maneras, son en francés). Cuando a un personaje -que nunca se verá- se le diagnostica un cáncer terminal, la vida de los seis personajes (amigos del enfermo) cambiará por completo. La idea de teatro dentro del cine se potencia con el ensayo de una obra -que tampoco será presentada en pantalla- a cargo de varios de los personajes. Este contexto le sirve al director de Conozco la canción y figura clave de la Nouvelle Vague francesa para abordar los temas de siempre como el amor, la soledad y la dependencia emocional de unos hombres bastante inmaduros. Agradable y menor dentro de la carrera de este mito que acaba de fallecer a los 91 años.
-Educaçao sentimental (Brasil), de Júlio Bressane. El mítico director brasileño -eje de una retrospectiva en el BAFICI- se concentra en la relación que se establece entre Áurea, una solitaria docente ya bastante veterana, y un atractivo joven al que conoce de manera casual. Ella -una escritora frustrada- se convierte en maestra de vida en largas charlas en las que le irá contando historias públicas y ciertas revelaciones privadas. Lo que en principio parecía un esquema a-la-El graduado deriva en un film que apela al artificio y la excentricidad (los diálogos ampulosos, los movimientos exagerados, la veta teatral y literaria) y que por momentos remite al cine de los portugueses Manoel de Oliveira y Joâo César Monteiro. Los últimos 20 minutos son claramente lo mejor y más sorprendente de la propuesta y el final es una suerte de making of del rodaje en el que aparece el propio Bressane. Un film decididamente libre y arriesgado, con algunos hallazgos notables.
-Night Moves (EE.UU), de Kelly Reichardt. Aunque está lejos del nivel excelso de films como Old Joy, Wendy & Lucy o Meek’s Cutoff, este thriller ecológico sobre los ideales en estos tiempos cínicos resulta una bienvenida rareza dentro del cine norteamericano actual con Jesse Eisenberg y Dakota Faning transportándonos a un universo inquietante y paranoico. Aquí la crítica de Manu Yáñez
-Michel Petrucciani (Francia), de Michael Radford (Música). El director de, sí, El cartero es también un amante del jazz y en este documental reconstruye la breve, dura, alocada y fascinante existencia de este genio del piano, que murió en 1999, a los 36 años, víctima de su extraña enfermedad, pero también de sus excesos de todo tipo. El material de archivo, los conmovedores testimonios conseguidos entre familiares, amigos, ex parejas y colaboradores (sobre todo en Nueva York y París) y -claro- las imágenes de esos dedos aporreando las teclas a velocidad luz hacen de este registro (de estructura bastante convencional) un must-see para sus fans.
-Les rencontres d'après minuit (Francia), de Yann Gonzalez (Nocturna). Típica película "divide aguas" (hay críticos que la aman y otros que la odian de manera visceral), esta ópera prima bebe de los estereotipos y la fuerte sexualidad de las primeras películas de Pedro Almodóvar y Rainer Werner Fassbinder, así como del Bertrand Bonello de Tiresia y L’Apollonide, para la historia de una pareja que va recibiendo diversos invitados arquetípicos (denominados La Perra, La Estrella, El Adolescente y El Semental) durante una desenfrenada fiesta erótica de medianoche. Como quedó dicho, extrema, provocativa y no para todas las sensibilidades.
-Shield of Straw (Japón), de Takashi Miike (Nocturna). Este film carece del delirio, la inventiva, la desproporción de la filmografía del prolífico director japonés. Es -en sus mejores momentos- un western urbano (con superficie de policial) en la línea del Walter Hill de los años '80 o un Tony Scott. En sus peores pasajes (casi toda la segunda mitad) parece un directo a video con Steven Seagal. Cuatro detectives deben trasladar desde una punta del país hasta Tokio a un asesino serial. Un millonario a punto de morir -que ha sufrido la pérdida de su nieta a manos de ese psicópata- ofrece una jugosa recompensa. Y, claro, en el largo trayecto de 1.200 kilómetros sobre los más diversos tipos de transporte todos querrán matarlo. Hay una excelente secuencia de acción con un camión en la línea de Rápidos y furiosos y poco más... Un film demasiado menor para un director tan grande.
-Tip Top (Francia), de Serge Bozon. Con la singular y fascinante La France, mezcla de película bélica y musical delirante, Bozon se había posicionado como uno de los jóvenes directores franceses a seguir. Con Tip Top confirma parcialmente ese sitial. Podríamos definirlo como un muy interesante film... fallido. Dos mujeres detectives (Isabelle Huppert y Sandrine Kiberlain sobreactuando a conciencia y divirtiéndose mucho) llegan a un pueblo de provincia para investigar el asesinato de un informante de origen argelino en el marco de un oscuro caso de corrupción dentro de la fuerza policial. Huppert hace de jefa rígida y despiadada, pero también de una hilarante sadomasoquista. Todo es lúdico, audaz, artificioso, grotesco, absurdo y libre en Tip Top (hasta para meterse con la política, el maltrato a los inmigrantes ilegales y las violentas protestas callejeras en Argelia), pero la cosa no siempre funciona y el capricho desemboca por momentos en el caos y la deriva. Pero es muy bueno que Bozon siga probando, que actrices consagradas jueguen a esta altura de sus vidas y sus carreras al cine más independiente y experimental. Bienvenida, pues, esta pequeña patinada de Bozon.
-Norte: The End of History (Filipinas), de Lav Diaz. En su película más "corta" (poco más de cuatro horas, contra las anteriores, Melancholia y Death in the Land of Encantos, que duraban por lo menos el doble), el prolífico y ambicioso Diaz sigue indagando en las contradicciones, miserias y abusos de la sociedad filipina; en este caso, contraponiendo la historia de Fabián, un intelectual nihilista, bohemio e impune, con la del pobre Joaquín y su familia. El cine de Diaz -un favorito de la cinefilia más exigente- es árido, exigente, con una cadencia muy particular no apta para ansiosos. Hecha estas salvedades, merece verse.
-Maknum González (Chile), de George Von Knorring (Nocturna). El equipo de Tráiganme la cabeza de la mujer metralleta, de Ernesto Díaz Espinoza (aquí productor), entrega otra de sus películas "de culto" (léase cine clase B, mucho trash, estética kitsch, violencia extrema y estilizada, referencias la cómic, machismo, escatología, sexo, gore y otras acumulaciones) para una historia que tiene otra vez como estereotipado e irresistible malvado al argentino Che Longana (malhablado, chanta, traicionero, seductor y afecto a todos los despropósitos de este mundo) en un triángulo amoroso que completan un viejo gangster (el Maknum González del título) y una atractiva stripper llamada Jacqueline en los bajofondos de Santiago. Este nuevo exponente de la latinxploitation -con algo de Quentin Tarantino, Robert Rodriguez y John Waters- es muy simpático si se aceptan los códigos y registros con que está concebido (no resiste ninguna inspección desde la corrección política), pero también es cierto que con el correr del relato la estructura se resiente y la experiencia resulta un poco agotadora. Sólo para fanáticos de este tipo de experimentos lúdicos para la medianoche.
YAPA DEL FESTIVAL DE MAR DEL PLATA:
-La laguna (Argentina), de Gastón Bottaro y Luciano Juncos. Aquí la crítica completa
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FESTIVALES ANTERIORES
Críticas breves de tres valiosos films distinguidos por los jurados de sus respectivas secciones.
-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.
Cierre de la trilogía iniciada con 36 horas (2021) y Cuando oscurece (2022).
El nuevo film de Seles ganó el Premio Especial del Jurado de la competencia dedicada a lo nuevo del cine nacional.
<p>que fea es la palabra \"descartar\"... \"para no descartar\", o sea estan al borde del tacho de basura y utilizada con las películas que se utiliza es una injusticia.</p>
<p>Adrian: se pueden sacar las entradas por la web. Yo vivo en Córdoba, así que no tengo otra opción, seleccioné más de 20 películas y las compré a todas el 24 a la tarde desde mi casa sin problemas. Es para cuestionar si, el recargo de 4 por entrada al comprarlas por Internet.</p>
<p>A QUIEN LE SIRVA:</p> <p>Llegue al Village a las 9.10, era el Nº 14 en la fila. Cuando abrieron la puerta a las 10 la cola delante mio ya era de 32 (amigismo porteño) y por detras habria unas 120 personas màs. A las 10.54 ya estaba tomando un cafè en la vereda con todo comprado. Todo muy calmo y relajado. En la cola general en ese momento era de aprox. 100 personas.</p> <p>Lo màs destacado era verlo a las 9 a Panozzo, cual General Rommel en el desierto, escrudiñando a la cola-</p> <p>La lògica indica que a partir de mañana habra que esperar menos para la compra.</p>
<p>¿Como sacas entradas desde la pésima pagina del bafici? saludos.</p>
<p>Otra yapa de Mar del Plata es Fantasmas de la ruta, excelente Largometraje de Campusano.</p>
<p>Se hicieron desear las recomendaciones de este año pero llegaron, gracias ¿Tendremos pronto las de las Competencias? Así podemos comprar en la venta anticipada de entradas</p>