Críticas
Placer y martirio, de José Celestino Campusano
El no tan discreto desencanto de la burguesía
Película incómoda y rupturista dentro de la filmografía del creador de Vikingo, Fango y Vil romance, Placer y martirio, con su profundo quiebre temático (abandona a los marginales del conurbano bonaerense para adentrarse en las miserias, perversiones y excesos de la clase alta porteña), fue duramente atacada por amplios sectores de la crítica tras su estreno en el último BAFICI, donde de todas formas Campusano ganó el premio a Mejor Director de la Competencia Argentina. Aquí una apasionada defensa de esta experiencia -en más de un sentido- extrema.
Película incómoda y rupturista dentro de la filmografía del creador de Vikingo, Fango y Vil romance, Placer y martirio, con su profundo quiebre temático (abandona a los marginales del conurbano bonaerense para adentrarse en las miserias, perversiones y excesos de la clase alta porteña), fue duramente atacada por amplios sectores de la crítica tras su estreno en el último BAFICI, donde de todas formas Campusano ganó el premio a Mejor Director de la Competencia Argentina. Aquí una apasionada defensa de esta experiencia -en más de un sentido- extrema.
Placer y martirio (Argentina/2015). Guión y dirección: José Celestino Campusano. Elenco: Natacha Mendez, Rodolfo Ávalos, Paula Napolitano, Aldana Carretino y Juan Bautista Carreras. Fotografía: Eric Elizondo y Nicolás Pittaluga. Música: Claudio Miño. Edición: Martín Basterretche. Dirección de arte: Paula Trocchia. Productora/Distribuidora: Cine Bruto. Duración: 101 minutos. Apta para mayores de 16 años con reservas. Salas: Gaumont y Arte Multiplex Belgrano.
Una pregunta sobrevoló el hall del Village Recoleta durante gran parte de la tarde/noche del martes 21 de abril pasado, poco después de su estreno en el BAFICI: ¿Qué quiso hacer Campusano en Placer y martirio? La cuestión es a todas luces impertinente: el cine no es una cuestión de intenciones, sino de resultados concretos con forma de imágenes y sonidos plasmados sobre la pantalla. Así, entonces, importa menos qué quiso hacer sino qué hizo.
No es ninguna novedad señalar que Campusano se erigió como una figura disruptiva en medio de un cine argentino apolíneo, lacónico, siempre adepto a la pulcritud de la forma y a los pesares de la clase media, media/alta o alta. Vil romance quebró la tendencia centrándose en personajes fronterizos a los que comprendía y entendía, y adaptando la forma al mundo retratado. El resultado fue un cine desprolijo, urgente, rústico y sucio pero de una fortaleza, vigorosidad y realismo impactantes.
La tendencia cambió en El Perro Molina. Los personajes eran similares, pero la elevación de la media técnica (allí estaban los planos con grúas como síntoma) generaba un ruido producto de una discordancia entre el qué y el cómo. Placer y martirio es el segundo eslabón en la nueva búsqueda de Campusano, quien vuelve a recurrir a la prolijidad pero ahora aplicándola a un mundo que la corresponde como el dela clase alta porteña, con toda su propensión a la cáscara, lo gélido y lo despersonalizado.
La primera aproximación del director de Vikingo a lo desconocido es de índole social, pero hay otra aún más radical como la genérica, ya que por primera vez en toda su filmografía el peso narrativo recae sobre las mujeres (aunque el control y la cordura seguirán estando en manos de ellos). La protagonista es Delfina, una MILF con plata, familia y auto, pero amante de la fiesta (en el sentido más sexual del término), insatisfecha y bastante aburrida. Ella conoce a Kamil, un empresario cuyos negocios permanecen en un acertado fuera de campo (aquí, se dijo, importa el exitismo de lo que se ve) y cuyo machismo, egolatría y soberbia dignas de un Christian Grey tercermundista (Fernanda Múgica, colega de La Nación, dixit) configuran el puntapié para la atracción y la consecuente obsesión de la señora.
Que Kamil se ufane de su educación en “Medio Oriente” y corrección naturaliza uno de los factores hasta ahora más disonantes del universo Campusano como la verba recargada, con toda la predilección a los oralmente perimidos verbos compuestos como símbolo máximo. En Placer y martirio, entonces, es consecuente a un universo en el que se confunde educación con barroquismo, prosa con caballerosidad. Lo mismo ocurre con las actuaciones. Muchos dirán que está “mal actuada”, pero la incomodidad e inconsistencia del elenco se corresponde a una idea troncal de hombres y mujeres que son en tanto actúan para el entorno, con toda la incomodidad ante las presiones sociales de pertenencia y el temor al qué dirán.
Kamil somete a Delfina a los mil y un avatares, relegándola siempre a un lejano segundo lugar sin que ella quiera reconocerlo. Campusano jamás juzga a su criatura, sino que, por el contrario, muestra un manto de piedad. ¿Cómo lo hace? Acompañándola, mostrando su soledad y ensimismamiento sin burlarse de ella. La mirada ajena del director se traduce en la de sus seres queridos, generando una fricción que dispara, por si fuera poco, grandes momentos de comedia. Campusano, renovado y renovador, lo hizo de nuevo.
Nuestra entrevista con Campusano previa al BAFICI 2015
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¿Cómo un tipo que dirigió como diez largometrajes de ficción puede filmar tan mal? No logro entenderlo. ¿No aprendió NADA? Con todas esas películas, todas esas experiencias, ¿no aprendió NADA? ¿No mira cine al menos? ¿No pide sugerencias? , Y en cuanto al GUIÓN, bueno, ¿qué se podía esperar de Campusano? Sus guiones son siempre super deficientes, y yo personalmente soy de la idea de que si escribís guiones horribles, eso no va a cambiar mucho con la experiencia. Si no te da la cabeza para la narrativa, no te da. Corta. En cambio la Realización sí se aprende con los años de oficio, por ende me sorprende que tras haber dirigido tantas películas, Campusano siga filmando cosas espantosas como esta. . En fin, "Placer y Martirio" es VOMITIVA. A eso sumale que es una película castradora y misógina.
La volvi a ver... la borrachera de Natacha Mendez, impagable
Natacha Mendez es nuestra Carey Mulligan. MILF...
Decir que un universo le es ajeno a alguien solo es valido si se es parte de ese universo y se dan muestras fehacientes de ello....salvo que uno sea un ser multiuniversos...
<p>No habiendo visto ninguna de las anteriores obras de Campusano, su trabajo me interesó por momentos, me divirtió en otros. Pero nunca dejé de sentir cierta apatía, cierta distancia en todos los actores. No sé cómo calificar esta película.-</p>
<p>Curiosamente hay otras dos películas recientes que presentan también dos relaciones disfuncionales de amantes con características de sumisión, destrato perverso y efectos psicológicos indeseables.......son Abzurdah y Stockholmo</p> <p>Estaría bueno comparar los tres tipos expresivos de unas situaciones parecidas... una mas clásica, otra no tan convencional y casi experimental y la de Campusano, mas difícil de clasificar.</p> <p>En los tres casos, hay para disfrutar lo estrictamente cinematográfico.</p>
<p>Aun no la vi, pero despues de este debate, voy este finde. De todas maneras DIEGO por favor actualizas la seccion CICLOS para este mes de julio. Va a ser de revision imprescindible porque La cartelera sÓlo tiene un par de cosas nuevas para ver que valgan la pena, y se va a poner peor con las vacaciones de invierno....</p>
<p>A Carrot Glace: gracias por el dato. Cuánto mejor quedaría en la nota poner lo que vos escribiste.</p> <p>Siguiendo el tema del cine de Campusano, creo que hay mucha gente que entiendo que se sorprende con su cine, (hablo de las películas conurbano) porque ni se imaginaba como eran las cosas en esas geografías. Y es tan fuerte para ellos eso, que cuesta hacer una correcta disquisición sobre los aspectos formales, etc. También, y en relación a críticos y programadores, Campusano promete y garantiza polémica, algo que en muchos casos pareciera ser el valor principal de este tipo de eventos, lo cual me parece que finalmente tiende a banalizar al autor. Dicho esto, no adhiero a lo de Godardista en que sea la aparición más importante del cine argentino de los últimos 10 años.</p>
<p>@mariano benito: \"Al escritor de la nota: ¿qué significa MILF?\"</p> <p>Es un término que viene de la pornografía, acrónimo del inglés que significa \"Mother Id Love to Fuck\" (\"madre a la que me gustaría coger\"), y hace referencia a las mujeres que a una edad madura son sexualmente deseables</p>
<p>Yo vi Placer y martirio y me parece una película fallida, donde el universo es totalmente ajeno a Campusano y pisa sobre terreno resbaladizo. Dicho esto, creo que es la aparición más importante del cine argentino de los últimos 10 años. Espero que recupere la buena senda.</p>
<p>Esta interesante el debate... en ese sentido recomiendo la lectura de Porta Fouz en su critica de la pelicula que publicó hoy La Nacion. En mi opinion es una interesante descripciòn de las caracteristicas del estilo narrativo de Campusano, con sus virtudes y aspèctos criticables.</p> <p>En todo caso creo que lo mejor es que vean Placer y Martirio -hasta el titulo parece hacer referencia a las sensaciones contradictorias que su cine genera-.</p> <p>Yo no sé si soy snob en el disfrute de las peliculas pero lo que hace Campusano me produce autentica fascinaciòn y deseos de seguir viendo lo que estoy mirando.</p>
<p>Al escritor de la nota: ¿qué significa MILF? ¿Es una palabra del universo Campusano? Creo que tratándose de una condición del personaje principal, debería estar explicado el vocablo o la sigla.</p> <p>Yendo al cine de Campusano, y sin haber visto esta última, creo que estaría bueno dividir la paja del trigo. Particularmente creo que las actuaciones han ido cambiando desde Vil Romance hasta ahora, o al menos hasta El Perro Molina que si vi. Y ese cambio no es para mejor. Porque en las primeras, eran no actores que hacían de si mismos, pero el texto, lo que ellos decían era parte del lenguaje natural de sus personajes. Eso, parece haber ido cambiando y creo que Campusano ha buscado un lugar, en el que no se noten las malas actuaciones y, a través de textos no naturales, parezca algo nuevo y distinto, algo bastante reconocido y apreciado por muchos críticos de cine. Yo, lo que más valoro del cine de Campusano, es su manifiesta vocación narrativa, de querer y entusiasmar con contar una historia. Los firuletes de la crítica poco importan y Campusano tendrá buenas y malas películas, como casi todos los que hacen cine, y, a juzgar por lo prolífico, una obra.</p>
<p>Hay elementos rescatables y hasta notables de su cine, no hay por qué negarlo. Pero lamentablemente Campusano no tiene la menor idea de cómo dirigir actores y un notable desprecio y desinterés por ese aspecto del cine. Está en su derecho de filmar como quiera, pero reverenciarlo y \"perdonarle\" sus falencias como si no existieran, o peor, defenderlo justamente por esas falencias como si fueran algún signo de estilo ya se transforma en snobismo puro y triste... Como ya dijo por ahi Diego Lerer: \"no, no son modelos bressonianos ni una refinada forma de estilización formal del discurso o del manejo del cuerpo sino gente que no tiene idea de lo que es actuar frente a una cámara\".</p>
<p>Yo creo que lo unico disfrutable de Campusano es lo camp que son sus peliculas. Y no es un juego de palabras.</p> <p>El tampoco ayuda mucho con sus declaraciones. siempre habla de \"nosotros\" y el cine comunal y el único que aparece dando entrevistas es el... jajaja</p> <p>Medio chantún, pero igual lo banco.</p> <p>Este trailer parece de Atreverse o alguna pelicula argentina de los \'80</p> <p>Hay que verla</p>
<p>Por la crítica dan ganas de verla, pero mirando el trailer los actores denotan ser tan de madera que parece una parodia.</p>
<p>Hay gente que puede actuar y gente que no. Existe lo malo y lo bueno. Como asi también existen los malos directores y los buenos... Salvo que sea todo subjetivo y sea preferible, según quien lo mire, a Palito Ortega como director en lugar de un Scorsese, digamos, o según mi subjetividad yo defienda a Fernando Siro como director en lugar de Coppola, o me quede con Ivo Cutzarida en lugar de un De Niro... Lo único subjetivo son las opiniones y los comentarios, no los hechos. A uno pueden gustarle las malas actuaciones, las malas películas, nadie lo va a prohibir, estamos en nuestro derecho de defender a Campusano.</p>
<p>Me parece que debiera aclarar un poco màs lo que quise decir en mi comentario anterior.</p> <p>Cuando dije que a mi no me importa la supuesta imperfecciòn de la interpretaciòn de los actores, es que ese resultado en la pantalla, es un sello particular de la estetica de Campusano, que genera en el espectador un clima muy particular de lo que se esta viendo.</p> <p>A mi me parece que el cine permite esa lateralidad de las miradas respecto de lo \"convincente\" en el trabajo de los interpretes.</p> <p>De otro modo no exstirian los diferentes climas de los actores de un Bresson o un Kaurismaki -entre otros- por ejemplo -perdonando las distancia si alguien cree que las hubiera-.</p> <p>De todos modos todo depende de la subjetividad de la cual no nos podemos escapar.</p>
<p>Si consideramos que dirigir actores y hacerlos actuar convincentemente no tiene nada que ver con el trabajo del director, entonces estamos ante poco menos que un genio.</p>
<p>Coincide totalmente con Boetti.</p> <p>A mi el cine de Campusano me gusta muchisimo, un estilo original y vigoroso a prueba de clases sociales.</p> <p>La vi en el BAFICI y me encantò... especialmente el trabajo de la actriz Natacha Mendez en un peresonaje con una fuerza y un estilo funcional al cine de Campusano Seguramente algunos pensarán que no actúa bien, como ocurre con los actores y no actores de sus peliculas.... pero para mi eso no importa, es un rasgo más de su creatividad cinematogràfica.</p>