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Cine brasileño, entre premios y elogios: críticas de “As boas maneiras”, “Era uma vez Brasilia” y “Severina” - #Locarno70
Si 2016 había sido un gran año para la producción argentina con los nuevos films de Milagros Mumenthaler, Matías Piñeiro, Nele Wohlatz y Teddy Williams, esta 70ª edición tuvo sello brasileño con las premiadas As boas maneiras (Premio Especial del Jurado en la Competencia Internacional) y Era uma vez Brasilia (Mención Especial en Signs of Life).
-As boas maneiras, de Juliana Rojas y Marco Dutra (Brasil-Francia) ★★★½
Clara es negra, de clase media-baja y tiene cierta experiencia como enfermera y en el cuidado de ancianos en las afueras de San Pablo. Ana es rubia, de clase media-alta, tiene 29 años y vive sola en un amplio departamento de una zona acomodada (distanciada tanto de su familia como de su ex pareja) y está embarazada de cinco meses. Tras algunas vacilaciones iniciales, Ana contrata a Clara como empleada doméstica y futura niñera del bebé por nacer.
Lo que en principio parece un ensayo realista sobre las diferencias de clase, la maternidad y las relaciones femeninas, en manos de los codirectores de Trabalhar cansa deviene con el correr del relato en algo mucho más denso y provocador que termina en el terreno del cine de género con anclaje en lo fantástico y elementos tan diversos como el sonambulismo, el lesbianismo, el vampirismo, la matanza de animales y mucho gore.
El bebé de Rosemary, El joven manos de tijeras y los mitos de Frankenstein y El Hombre Lobo son algunas de las referencias de una película arriesgada y por momentos desbocada que se disfruta en su delirio y sus excesos.
-Era uma vez Brasília, de Adirley Queirós (Brasil) ★★★½
A Queirós lo descubrimos con películas como Branco sai, preto fica (2014) y Era uma vez Brasilia continúa algunas de sus búsquedas con una propuesta que combina la ciencia ficción, la sátira política y el trabajo con no-actores muy particulares en la zona de Ceilândia. En este caso, un extraterrestre en problemas tiene como misión llegar a la Tierra para asesinar en 1959 al presidente Juscelino Kubitschek el día de la inauguración de Brasilia. Sin embargo, las cosas no marchan como estaban previstas.
La delirante propuesta es una mezcla de Blade Runner con homenaje al Cinema Novo y del cine clase B con el documental político, ya que se escuchan a cada rato los discursos de Dilma al ser desplazada de la presidencia y de Michel Temer al asumir en su lugar. Aunque llena de pequeños grandes momentos y de un espíritu siempre audaz provocador, Era uma vez Brasília funciona menos que otros trabajos previos de Queirós. Las alegorías y paralelismos resultan un poco obvios y la bronca y la furia ante la situación política brasileña conspiran por momentos contra los valores estrictamente cinematográficos del proyecto.
-Severina, de Felipe Hirsch (Brasil, Uruguay) ★★★✩✩
Curioso proyecto del Mercosur. El director/guionista y el productor son brasileños, se rodó en la zona vieja de Montevideo y los tres protagonistas son argentinos (Javier Drolas, Carla Quevedo y Alejandro Awada) con participaciones de un uruguayo (Daniel Hendler) y un chileno (Alfredo Castro). Y a eso hay que sumarle que está basada en una novela del guatemalteco Rodrigo Rey Rosa.
También es extraño el efecto que genera: por momentos es una fascinante, inquietante y enigmática incursión en el universo literario y en otros pasajes luce un poco torpe y reiterativa. Es como si pendulara entre el lirismo de Paterson, de Jim Jarmusch, y la peor vertiente del cine de Eliseo Subiela.
El joven dueño de una librería (Drolas) se enamora de una ladrona de libros (Quevedo) y la deja llevarse unos cuantos ejemplares en cada una de sus diarias visitas. Finalmente se anima a encararla e inician una relación que pronto ser verá complicada e interrumpida. El atribulado antihéroe saldrá entonces en la búsqueda de su amante/musa y descubrirá que no ha sido el único librero en caer en sus redes y que ella esconde unos cuantos secretos más.
La melancolía con esas calles casi vacías y esas pensiones que parecen ancladas en el pasado luce un poco subrayada, así como las múltiples referencias borgeanas. Sin embargo, aunque por momentos parezca una película algo demodé en su propuesta, Hirsch y sus intérpretes consiguen ciertas escenas y unos cuantos climas atractivos y fascinantes.
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FESTIVALES ANTERIORES
-La sección oficial de la 78ª edición a realizarse entre el martes 13 y el sábado 24 de mayo consta de 73 largometrajes, a los que hay que sumarles los títulos de Cannes Classics (clásicos restaurados y documentales sobre cine) y Cinéma de la Plage (proyecciones públicas al aire libre).
-Además, se proyectarán los 39 largos de las tres secciones paralelas e independientes: Quincena de Cineastas, Semana de la Crítica y ACID.
-La oferta se completa con las distintas competencias y programas de cortos que hay en todos los apartados.
-En este espacio iremos sumando links a todas las reseñas publicadas durante la cobertura del festival. Ya hay 22 disponibles.
-Nouvelle Vague, lo nuevo de Linklater, trajo luz a una edición 78 hasta aquí muy oscura. Diego Batlle y Manu Yáñez también analizan Eddington, de Aster; The Chronology of Water, ópera prima de Stewart como realizadora; y comentan más brevemente Dossier 137, de Dominik Moll; y Two Prosecutors, de Sergei Loznitsa, entre otras.
-Con el auspicio de MUBI.
En la quinta jornada del festival llegó ese gran film que tanto estábamos esperando: una oda al cine y la cinefilia de la mano de un director de la talla del creador de la trilogía Antes del amanecer / Antes del atardecer / Antes de la medianoche y Boyhood: Momentos de un vida.
Otro valioso debut en esta sección paralela especializada en descubrir nuevos talentos.
SEVERINA A mi me gustó mucho y escribi sobre ella en la información sobre Festivalscope. Batlle es muy perspicaz y preciso en el señalamiento de las flaquezas... pero en mi caso me resultó muy cautivante el resultado por encima de esas debilidades que coincido están: a veces la rareza, los climas enigmaticos y ciertas desesperanzas nos cautivan más allá de lo racional.