Críticas
Streaming
Crítica de “Sueños de trenes” (“Train Dreams”), película de Clint Bentley con Joel Edgerton (Netflix)
-Luego de un amplio recorrido por festivales (Sundance, Toronto, Deauville, Rio de Janeiro, Londres), llegó a la plataforma de la N roja esta épica que narra medio siglo de vida de un leñador y trabajador ferroviario a partir de la novela corta publicada en una primera versión en 2002 y luego de forma definitiva en 2012 por Denis Johnson.
-Esta producción está nominada a Mejor Película y Mejor Guion en los Gotham Awards.
Sueños de trenes (Train Dreams, Estados Unidos/2025). Dirección: Clint Bentley. Elenco: Joel Edgerton, Clifton Collins Jr., Felicity Jones, Alfred Hsing, David Olsen, John Patrick Lowrie, Chuck Tucker, Rob Price, Paul Schneider y William H. Macy. Guión: Clint Bentley y Greg Kwedar, basado en la novella de Denis Johnson. Fotografía: Adolpho Veloso. Edición: Parker Laramie. Música: Bryce Dessner. Duración: 102 minutos. Disponible en Netflix desde el viernes 21 de noviembre.
Sueños de trenes es el segundo largometraje como director de Clint Bentley luego de la promisoria Jockey (2021) y un nuevo guion escrito a cuatro manos con su habitual socio Greg Kwedar después del éxito y los premios conseguidos con Las vidas de Sing Sing (2023).
No es difícil advertir (más bien habría decir que es obvia) la influencia del cine de Terrence Malick (Malas tierras, Días de gloria, El árbol de la vida) en este film que relata la dura existencia de Robert Grainier (otro impecable trabajo de ese dúctil actor que es el australiano Joel Edgerton) desde las postrimerías de la Primera Guerra Mundial hasta fines de la década de 1960.
Lo de “dura existencia” tiene que ver con lo inhóspito del lugar (una región de bosques y montañas cerca del Pacífico), con la exigencia física y la pobre paga de los trabajos (desde cortar árboles gigantescos hasta tender vías para los trenes en zonas intrincadas) y con ciertas tragedias cuyos detalles y consecuencias es mejor no adelantar (la vida afectiva de este hombre un tanto hosco pero querible será uno de los ejes del film).
Película por momentos de impronta observacional y en otros de climas alucinatorios (con visiones y pesadillas incluidas), Sueños de trenes propone un descenso a los infiernos íntimos de un trabajador honesto, sensible, empático y bienintencionado, pero al que el capitalismo salvaje, la naturaleza salvaje y la condición humana también salvaje le jugarán más de una mala pasada a lo largo de sus ocho décadas de vida.
Rodada con un acotado presupuesto de 10 millones (como transcurre casi íntegramente en locaciones naturales no hubo que hacer demasiadas reconstrucciones de época), Sueños de trenes fue adquirida en ese mismo monto por Netflix. Los efectos de esa compra han sido contradictorios: por un lado, casi no ha tenido estreno en cines comerciales (tuvo un efímero lanzamiento en un puñado de salas de unas pocas ciudades), pero por otro alimenta a una plataforma como la de la N roja escasa en películas un poco más audaces, autorales y exigentes como esta. No se podrá disfrutar entonces en pantalla grande, pero conviene contar con el mejor sistema hogareño de imagen y sonido posible para apreciar el portentoso despliegue visual y sonoro de una épica individual que de alguna manera sintetiza y resume parte de la esencia cruda y por momentos incluso cruel que definió y forjó la historia de los Estados Unidos.
TAGS
CRITICAS STREAMING CRÍTICAS CRITICA NETFLIX JOEL EDGERTON SUEÑOS DE TRENES TRAIN DREAMS CLINT BENTLEY FELICITY JONESCOMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO

CRÍTICAS ANTERIORES
Tras presentarse en festivales como los de Málaga, Montevideo, San Pablo y hace pocos días en la Competencia Latinoamerican de Mar del Plata, se estrena en el Gaumont y Espacios INCAA de varias provincias esta tragicomedia negra, ópera prima del uruguayo Gerardo Minutti Bonilla coproducida entre su país y la Argentina.
Reconocido documentalista, el realizador ucraniano regresa a la ficción con una impiadosa y demoledora mirada a la burocracia dentro del régimen del terror instaurado durante la era de Stalin que tuvo su estreno mundial en la Competencia Oficial del último Festival de Cannes y ganó el premio FIPRESCI de la crítica internacional en la SEMINCI de Valladolid.
Tras su paso por los festivales de Venecia, Telluride, Busan y San Sebastián, llega a algunas salas argentinas la más reciente película del director de Historias de familia, Margot y la boda, Greenberg, Frances Ha, Mientras somos jóvenes, Mistress America, Los Meyerowitz: La familia no se elige, Historia de un matrimonio y Ruido de fondo, que el 5 de diciembre desembarcará en la plataforma de Netflix, productora del film.
Este film propone una historia de amor juvenil en el marco de la recreación de la grabación del disco homónimo de Los Twist, hoy considerado un álbum fundamental en la historia del rock nacional.
