Críticas
Estrenos
Crítica de “Titanes del Pacífico: La insurrección”, de Steven S. DeKnight, con John Boyega
Ya sin Guillermo del Toro al frente, esta secuela pierde buena parte de sus atractivos para quedar como un simple remedo de Transformers.
Titanes del Pacífico: La insurrección (Pacific Rim Uprising, Estados Unidos/2018). Dirección: Steven S. DeKnight. Elenco: John Boyega, Scott Eastwood, Jing Tian, Cailee Spaeny, Rinko Kikuchi, Burn Gorman, Adria Arjona, Max Zhang y Charlie Day. Guión: Steven S. DeKnight, Emily Carmichael, Kira Snyder y T.S. Nowlin. Fotografía: Dan Mindel. Música: Lorne Balfe. Edición: Dylan Highsmith, Josh Schaeffer y Zach Staenberg. Distribuidora: UIP (Universal). Duración: 111 minutos. Apta para mayores de 13 años. Salas: 296 (175 en 3D, 111 en 2D, 8 en 4D y 2 en IMAX).
Hace cinco años Guillermo del Toro estrenó Titanes del Pacífico, sólido exponente del género fantástico y de ciencia ficción. El éxito comercial de aquel proyecto derivó en la inevitable secuela, ya sin el reciente ganador del premio Oscar en el guión ni la dirección. Si la ausencia del realizador mexicano podía generar algún resquemor o suspicacia, tras apreciar el resultado de esta segunda entrega de la saga la sensación es directamente de decepción y hasta de irritación.
Película sin mayores ideas, sin sorpresas y construido a partir de un guión elemental, Titanes del Pacífico: La insurrección parece confiar exclusivamente en el incesante despliegue de efectos (y estímulos) visuales para narrar los enfrentamientos entre gigantes (monstruos destructores y máquinas piloteadas por humanos) que parecen salidos de la saga de Transformers. Es cierto que el cine catástrofe siempre tiene sus atractivos (y aquí vemos cómo se destruyen ciudades como Sidney y Tokio), pero el director Steven S. DeKnight no se corre un centímetro del camino prefijado desde el manual más elemental.
Pese a los esfuerzos y la simpatía del protagonista John Boyega (Star Wars) y a las múltiples referencias a la tradición asiática del género (Godzilla incluido), en Titanes del Pacífico: La insurrección no hay espesor dramático en ninguno de los personajes ni posibilidad de empatizar con ellos y los supuestos momentos de “humor” son cualquier cosa menos graciosos.
(Esta reseña se publicó en el diario La Nación del 22/3/2018)
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



CRÍTICAS ANTERIORES
Dos años después del estreno de la primera temporada, la N roja lanza los 6 episodios de esta segunda y muy esperada entrega con incorporaciones como Martín Piroyansky, Juan Minujín y Alejandra Flechner.
La directora de Al filo de la democracia (2019) indaga en la creciente influencia de los pastores evangélicos en la política brasileña y, en especial, en la figura de Silas Malafaia, ideólogo e impulsor del fenómeno de Jair Bolsonaro. Tras su estreno en Venecia y su paso por otros prestigiosos festivales como los de Telluride, San Sebastián y Nueva York, llega este lunes 14 de julio a Netflix.
Esta producción creada por Nils-Antonine Sambuc (guionista de En thérapie) se ubicó poco tiempo después de su lanzamiento como la segunda serie más vista en la plataforma de la N roja.
A 15 años de su película Tiny Forniture y a 13 del estreno de la muy influyente Girls, Lena Dunham creó junto a su marido, el músico inglés Luis Felber, otra serie que ya no la tiene como protagonista (aunque aparece en un papel secundario) sobre una neoyorquina radicada en Londres. Una comedia romántica con todas las de la ley.