Festivales

Crítica de “DAU. Natasha”, de Ilya Khrzhanovskiy y Jekaterina Oertel (Competencia Oficial) - #Berlinale

-El director de 4 presentó la primera entrega (de 145 minutos) de esta prometida saga megalómana construida en torno a la figura del físico Lev Davídovich Landáu.
-La segunda parte, DAU.Degeneratsia, codirigida por Ilya Khrzhanovskiy con Ilya Permyakov, también se estrenó en esta edición del festival alemán (en este caso en la sección Berlinale Special) y tiene una duración de 6 horas.

Publicada el 27/02/2020


A estas alturas, parece que ya se haya dicho todo lo que se podía decir sobre el proyecto de DAU y aun así, incluso después de haber tenido (¡al fin!) un primer contacto con la criatura, da la sensación de que seguimos sin saber absolutamente nada al respecto. Esto podría ser una fuente de frustración, pero en realidad es la constatación de que el cineasta ruso Ilya Khrzhanovskiy, mente maestra detrás de este experimento cinematográfico pantagruélico, consiguió lo más complicado: estar a la altura de las inmensas expectativas levantadas a lo largo de los años, apuntaladas todas ellas con un toque de misterio que ponía los pelos de punta. Eran los ingredientes óptimos para el caldo de cultivo de las leyendas.

Por muy paradójico que pueda sonar, resulta reconfortante saber que el enigma en torno a DAU no se ha desvanecido, ni siquiera tras las más de dos horas y media de proyección de DAU. Natasha (una de las películas más radicales que he visto jamás en la Sección Oficial en Competencia de un gran festival). Sigo sin saber prácticamente nada del asunto, y está bien que sea así, dado que fue el misterio lo que me llevó hasta el delirante proyecto diseñado por Khrzhanovskiy (aquí con codirección de Jekaterina Oertel). De hecho, sueño con que este proceso de exploración no termine nunca. Hablamos de unas dimensiones tan elefantiásicas –para el proyecto completo de DAU, Khrzhanovskiy rodó 700 horas de película en 35mm, grabó 8.000 horas de diálogo, editó entre 13 y 15 películas y utilizó 10.000 extras y 400 personajes principales–, que inevitablemente nos acercamos al límite imposible del infinito. Y en el infinito debería permanecer siempre esta película de películas. De hecho, escribo este texto con el estimulante y vertiginoso miedo a no llegar nunca al final, porque, sinceramente, ahora mismo no sé cómo puede uno parar de hablar de DAU. Sí creo saber, al menos, cómo empezar.

Lo colosal en plano frontal. En 4, el anterior proyecto de Khrzhanovskiy, ya se podían intuir las grandes ambiciones del cineasta. La película empezaba con una secuencia impactante: en un callejón, de noche, un puñado de perros permanecían mansamente tendidos sobre el asfalto. Tras unos cuantos segundos de silencio y calma, un ejército de gigantescos taladros neumáticos invadían el cuadro, espantaban a los pobres animales y hacían que reinara el caos, el ruido y, por supuesto, la destrucción. La calma derivaba en una violencia latente que estallaba de manera incontrolable en un abrir y cerrar de ojos. La coartada para este festín de degeneración apuntaba al seguimiento, a lo largo de más de dos horas, de tres personajes que se habían encontrado en un bar de Moscú para ahogar, con alcohol y mentiras, las penas de su miserable existencia.



A las órdenes de Khrzhanovskiy, la cámara estaba a punto estaba de ser arrollada, en más de una ocasión, por hordas de quitanieves; aviones militares de dimensiones gargantuescas danzaban un baile terrorífico; y familias de campesinas montaban aquelarres con la complicidad necesaria de muñecas de trapo con propiedades de magia vudú. Un combinado reconcentrado de nihilismo ruso en el que la Madre Patria y la condición humana se derretían por igual y al mismo ritmo frenético, en un ejercicio casi profético de revelaciones tales como el Qué difícil es ser un dios, de Aleksey German.

Lo colosal en multipantalla. DAU se presenta como un mega-proyecto ambientado en la Unión Soviética y centrado en la figura de Lev Davídovich Landáu, ganador del Premio Nobel de Física en el año 1962, hombre ya de por sí rodeado de inquietantes incógnitas. Con esta premisa en mente, nos adentramos en DAU. Natasha, cuyas escenas se desarrollan principalmente en una cantina, punto de encuentro entre obreros, funcionarios y, por supuesto, científicos, aunque aquí los laboratorios y experimentos ocupan un discreto (e inquietante) segundo plano. De hecho, el ámbito científico parece casi una excusa para presentar a un personaje clave en la vida de la Natasha del título: camarera y regente de la cantina. Es decir, que la carta elegida por Khrzhanovskiy para presentar DAU no es más que un pequeño, insignificante, satélite en el universo planetario de la ficción histórica. Así, por ejemplo, el tan publicitado mega-escenario que debía reproducir la ciudad de DAU (a la manera de Synecdoche, New York, de Charlie Kaufman) apenas se intuye en una breve secuencia. El resto transcurre en unos interiores asfixiantes en los que, curiosamente, acabamos encontrando lo que buscábamos. DAU es, al fin al cabo, una invitación a dejarse engullir, contra el sentido común, por algo gigantesco.

En Dau. Natasha, nos asomamos al abismo de la mano de los gestos más reconocibles del cine de la crueldad. La intensidad, elevada hasta niveles que van mucho más allá del simple exceso, corre a cargo de unos planos de seguimiento nerviosos y febriles, y un montaje frenético que ahonda en una violencia omnipresente. Después de una intensa jornada laboral, Natasha se queda recogiendo la cantina junto a otra camarera que supuestamente está a sus órdenes. Ocurre que la segunda opina que ya ha trabajado suficiente, de modo que intenta irse a casa negligiendo sus responsabilidades profesionales. A partir de esta nimiedad, se origina una lucha entre ambas que, de hecho, marcará la tónica en todo lo que está por venir. A partir de un pequeño grano de arena, se origina una montaña de proporciones, efectivamente, colosales.



Khrzhanovskiy lleva los cuerpos al límite de manera similar al último Abdellatif Kechiche, empalmando opulentas performances disfrazadas de riñas hogareñas, fiestas de celebración o visitas inesperadas de los servicios secretos. Todo está guionizado pero plasmado con tal crudeza que parece que los actores se emborrachan, copulan y se maltratan de verdad. En los sucesivos clímax, incluso parece que cargar con la cámara sea una tortura para el operador. La violencia se extiende por todas partes, alimentada por la ejecución cinematográfica. DAU. Natasha es, al fin y al cabo, un estudio de los mecanismos que emplean los regímenes totalitarios para vampirizar las relaciones humanas. La práctica totalidad de los encuentros entre personajes llevan el sello del autoritarismo. Natasha se empeña en que su ayudante cumpla las labores que le han sido encomendadas para reafirmar su supuesta superioridad en la escala social.

El perverso juego que propone DAU. Natasha consiste en ver quién está encima, y quién es aplastado debajo. El vencedor, por cierto, es siempre quien consigue anular a su “rival”, quien le priva de su condición humana, convirtiéndolo en otro bulto dentro de la masa sumisa. No importa si la operación se realiza con métodos lúdico-recreativos o a puñetazo limpio, pues el resultado y las motivaciones son siempre las mismas. El espectador capaz de mantener la mirada fija en la pantalla descubrirá uno de esos objetos fílmicos que aparecen una vez en la vida. Primera pantalla superada, toca seguir explorando; toca seguir perdiéndose en DAU.






Toda la información sobre OtrosCines/Club y cómo sumarse a nuestra comunidad cinéfila


COMENTARIOS

  • SIN COMENTARIOS

DEJÁ TU COMENTARIO


FESTIVALES ANTERIORES


Podcast Festivales: Desde Cannes 2025 - Episodio 1. La previa y el análisis de la programación
Diego Batlle y Manu Yáñez

Por tercer año consecutivo, Diego Batlle y Manu Yáñez unen fuerzas para cubrir el principal festival del mundo. Antes de viajar a la Croisette, analizan el lugar de privilegio de Cannes en el contexto cinéfilo actual y recorren una programación que promete: Carla Simón, Oliver Laxe, Kelly Reichardt, Wes Anderson, Richard Linklater, Ari Aster, Ethan Coen, Spike Lee, Lynne Ramsay, los hermanos Dardenne, Julia Ducournau, Kleber Mendonça Filho, Nadav Lapid, Christian Petzold, Sebastián Lelio, Hlynur Pálmason y Lav Diaz, entre muchos otros autores de renombre.
-Este podcast cuenta con el auspicio de MUBI.

LEER MÁS
Festival de Cannes 2025: Todas las películas y nuestras críticas
Diego Batlle

-La sección oficial de la 78ª edición a realizarse entre el martes 13 y el sábado 24 de mayo consta de 73 largometrajes, a los que hay que sumarles los títulos de Cannes Classics (clásicos restaurados y documentales sobre cine) y Cinéma de la Plage (proyecciones públicas al aire libre).
-Además, se proyectarán los 39 largos de las tres secciones paralelas e independientes: Quincena de Cineastas, Semana de la Crítica y ACID.
-La oferta se completa con las distintas competencias y programas de cortos que hay en todos los apartados.
-En este espacio iremos sumando links a todas las reseñas publicadas durante la cobertura del festival.

LEER MÁS
Todos los premios - #BAFICI2025
OtrosCines.com

-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.

LEER MÁS