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Crítica de “The World to Come”, de Mona Fastvold, con Katherine Waterston, Vanessa Kirby, Casey Affleck y Christopher Abbott (sección Perlak) - #68SSIFF
Tras su presentación en la Competencia Oficial de la Mostra de Venecia, compite en la sección Perlak este segundo largometraje de la directora de The Sleepwalker (2014).
The World to Come (Estados Unidos/2020). Dirección: Mona Fastvold. Elenco: Katherine Waterston, Vanessa Kirby, Casey Affleck, Christopher Abbott. Duración: 98 minutos. Sección Perlak.
A mediados del siglo XIX, en un paraje remoto de la costa este estadounidense, una mujer marcada por la pérdida de su hija, Abigail (Katherine Waterston), halla un cierto sosiego emocional gracias al encuentro con una recién llegada a la región, Tallie (Vanessa Kirby). Así arranca The World to Come, una historia de amistad y deseo entre mujeres que, dirigida por Mona Fastvold, busca una personalidad propia al poner un pie en el cine de la palabra y el otro en la delicada exploración de la gestualidad de los personajes.
De lado de la palabra, el guion escrito a cuatro manos por Ron Hansen y Jim Shepard se estructura en torno a la lectura de un diario que escribe con regularidad Abigail. Así, la voz de Waterson se convierte en un elemento omnipresente en la banda de sonido, indicando casi cada giro del relato y cada emoción experimentada por el personaje. No es la primera vez que una película hace de una voz en off explicativa su brújula expresiva; ahí están los casos memorables del clásico Spring in a Small Town, del chino Fei Mu, o los coros de voces en off de las películas de Terrence Malick. El problema es que The World to Come no termina de encontrar una propuesta escénica que acompañe la estimulante propuesta narrativa. Sorprende, por ejemplo, el hecho de que el film no se mantenga siempre fiel al punto de vista del personaje de Abigail, cuando es ella quien guía al espectador por la historia a través de su diario.
En término visuales, Fastvold opta por trabajar en un registro intimista que busca poner de relieve el diálogo subterráneo que se ven obligadas a mantener las protagonistas de la película. La actrices hacen todo lo posible por convertir cada uno de sus gestos en una sutil pero locuaz manifestación de curiosidad y deseo. Sin embargo, la cámara de Fastvold nunca parece encontrar el lugar desde el que percibir en toda su plenitud la creciente tensión romántica que se va apoderando de las protagonistas.
Lejos queda el fascinante proceso de descubrimiento y cortejo sobre el que se asentaba la extraordinaria Retrato de una mujer en llamas, de Céline Sciamma, que sabía rodear a sus amantes pasajeras de una espesa aura de opresión y fantasía. A falta de otros argumentos, los espectadores de The World to Come podrán disfrutar del notable trabajo actoral del cuarteto protagonista. Katherine Waterson, que ha heredado de su padre (Sam Waterson) una expresividad marcada por la tensión facial permanente, hace de Abigail una figura introvertida, maniatada por la sumisión a las reglas del mundo que le ha tocado habitar. Por su parte, Vanessa Kirby exhibe a placer todo su magnetismo escénico, aunque el disperso curso de la narración merma el impacto de sus apariciones y desapariciones. El caso de Casey Affleck es bien conocido: su talento para encarnar a hombres afligidos, almas en pena, es incuestionable, y aquí además sabe parecer tosco y sensible al mismo tiempo. Por último, Christopher Abbott (James White, Llega la noche) inyecta a la película una carga de violencia soterrada que ayuda a comprender el temor con el que las heroínas del film encaran su aciaga existencia, marcada por un sometimiento cruel y unos sueños de libertad inalcanzables.
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Hola! Qué bueno encontrar un espacio para compartir críticas sobre el film. Me apena que sea otra película con una conclusión tortuosa del amor entre mujeres. Es cierto que la progresión de la sensualidad entre protagonistas mujeres se tornó más activa desde hace unos años, pero la sensación de invalidación del romance es contínua. De las que recuerdo y más referenciales tengo que mencionar a "Desobediencia" en 2018, "Retrato de una mujer en llamas", 2019 y la presente "El mundo por venir". Bueno, ese mundo que se ruega en el universo del cine, tal vez tarde cien años más. Si bien comprendo la adaptación y el contexto, también pienso que hay un mensaje claro. Hablando del film, algunas escenas de tansición fueron extrañas, como la de la "gran tormenta". Hacía falta que Tallie desapareciera por algunos días, pero solo logré ver a una torpe mujer que salió durante una tormenta fatal. En lo que respecta a las protagonistas Vanessa Kirby me apabulló su sensualidad, quedé fascinada, como también pude sentir la misma jaula que encerraba a Katherine Waterston. Sin emabrgo, me quedé con ganas de más. El encuentro se desarrolló demasiado rápido. ¿Tal vez faltaron 15 minutos de película? Pensándolo bien tiene que ver con el punto de vista con el que se narra la historia, pero ahí recaigo, como siempre, en la clase de adaptación que se elige realizar y las ganas eternas de que los finales fueran un poco más felices.