Festivales
Competencia oficial
-L'ilusionniste (foto), la nueva joya animada del francés Sylvain Chomet, es uno de los platos fuertes de la sección principal de la 25ª edición del festival, que incluye también Essential Killing, del veterano polaco Jerzy Skolimowski; Tuesday, After Christmas, del rumano Radu Muntean; y la argentina Aballay, de Fernando Spiner. En total, son 13 los títulos que disputarán los premios Astor. Aquí, todas las reseñas.
El director de Las trillizas de Belleville invirtió más de cuatro años de trabajo y 10 millones de euros en concretar este guión original (hasta ahora inédito) escrito en 1956 por Jacques Tati, el genial creador de Playtime, Mi tío y Trafic. La película tiene como protagonista al propio Tati (en una versión animada, claro), como un decadente mago que, luego de varios fracasos en París, sale de gira por distintas ciudades y pueblos del Reino Unido hasta que conoce a una inocente joven escocesa que pasa a acompañarlo en el tour y a convertirse en una suerte de hija sustituta (de hecho, Tati concibió esta historia como un regalo para una hija adolescente a la que apenas conoció) que cree que el protagonista tiene poderes para conseguirle vestidos, zapatos y todo lo que ella sueña. Y él hará todo lo posible para no desilusionarla a pesar de las crecientes dificultades. Concebida con la técnicas artesanales de animación en 2D y la inclusión de algunos elementos en 3D, El ilusionista es una tragicomedia (llena de gags pero también de una profunda melancolía) que no sólo remite al universo de Tati (el artista favorito de Chomet) sino también al humor físico de los Chaplin y los Keaton. Un film de una belleza y un talento abrumadores que los cinéfilos marplatenses -previo a su estreno comercial en los salas argentinas- sabrán apreciar en toda su dimensión.
-Essential Killing, de Jerzy Skolimowski (Polonia / Noruega
/ Irlanda). Calificación:
8,5
El gran maestro polaco ratifica que, a los 72 años (y
con casi cinco décadas de carrera), está atravesando un gran momento (su
regreso luego de una larga ausencia había sido con Cuatro noches con
Anna). El director de El grito y Trabajo en
negro narra, con una enorme potencia visual, una absoluta crudeza y
un tono alucinatorio que prescinde casi por completo de diálogos, la
persecución por parte de soldados estadounidenses a un luchador
talibán (Vincent Gallo) que se ha fugado de una de las bases en Europa
del Este. El film apela a lo más instintivo, visceral y descarnado de un ser
humano en permanente lucha por la supervivencia en medio de las condiciones más
inhóspitas. Ganadora del Premio Especial del Jurado y del galardón a mejor
actor en la reciente Mostra de Venecia.
-Aballay: el hombre sin miedo, de Fernando Spiner
(Argentina). Calificación:
8
¡Qué placer reencontrarse (casi redescubrir) a Spiner
con este vistoso y atrapante western gauchesco! Una película que se anima a
dialogar sin miedo con el género de los John Ford, los Sam Peckinpah y los
Anthony Mann, pero también con el cine latinoamericano de Leonardo Favio y
Glauber Rocha. Más allá de ciertos preciosismos visuales innecesarios (por
momentos, el director de La sonámbula y sus técnicos
parecen regodearse un poco en su indudable talento para el encuadre, la
fotografía o la edición y terminan cayendo en cierto esteticismo), esta tragedia
sobre la venganza y la culpa rodada en bellísimo parajes tucumanos (la
inmensidad de los paisajes es un personaje más) expone en toda su dimensión y
sus múltiples facetas la crueldad, el salvajismo, la opresión, el machismo, la
religiosidad (y la superstición) de la Argentina del siglo XIX. Basada en un
cuento del gran Antonio Di Benedetto, Aballay es una película
épica, intensa, sangrienta, visceral y expresiva (casi expresionista) en el que
más allá de los excesos apuntados se lucen tanto sus hacedores (el DF Claudio
Beiza, el compaginador Alejandro Parysow, el músico Gustavo Pomeranec, la
directora de arte Sandra Iurcovich) como sus intérpretes (Pablo Cedrón como el
bandido-santo del título, Claudio Rissi como el malvado de turno, la bella Moro
Anghileri como el objeto del deseo y, en menor medida, un no del todo
convincente Nazareno Casero como el porteño que intenta vengar 10 años más tarde
el asesinato de su padre). Un film que no debería pasar inadvertido en el marco
del festival ni luego en su paso por el circuito comercial.
-Tuesday, After Christmas, de Radu Muntean (Rumania). Calificación: 8
Varios críticos minimizaron en Cannes los logros de este notable
nuevo film del director de Boogie argumentando de que es
"más de lo mismo", aludiendo a cierto estilo, cierta "marca" del nuevo cine
rumano. Para mí, sigue siendo una obra de enorme solidez y categoría. Construido
en base a largos y sofisticados planos-secuencia sostenidos por los notables
intérpretes que está presentando película tras película la
producción de este país, narra una historia bastante común (las desventuras
de un hombre casado y con una hija que mantiene una doble vida con una amante
más joven), pero con su estilo austero y depurado destila tanta verdad en cada
una de sus situaciones (aparentemente banales) que evita caer en los esperables
excesos y lugares comunes.
-De caravana, de Rosendo Ruiz (Competencia
Internacional). Calificación:
7,5
¿Una "superproducción" financiada y rodada
íntegramente en Córdoba, con la Mona Giménez en vivo, con un trasfondo romántico
y, al mismo tiempo, de fuertes diferencias de clases, con clubes nocturnos,
cabarets y bares de mala muerte, con secuestros, dealers, malandras, fotógrafos
y travestis de la mejor cepa almodovoriana? Todo eso (y bastante más) es lo que
propone esta opera prima de Ruiz, una propuesta llena de ideas, de grandes
momentos (también de los otros) y, especialmente, de genuinas aspiraciones
populares. Es cierto que hay momentos de cierta torpeza, desniveles en el cast y
situaciones que podrían haberse evitado, pero los problemas aquí quedan
minimizados ante la intensidad, la tensión, la empatía, la alegría, la "vida"
que tiene esta comedia a puro cuarteto, a puro vértigo y a puro cine. Una
verdadera sorpresa.
-Todos vós sodes capitáns (España), de Oliver Laxe.
Calificación: 7,5
Nacido en Francia,
de familia española y radicado en Tanger, Laxe rodó en Marruecos, en blanco
y negro (hay algunas pocas imágenes en color), en árabe y con un mínimo
presupuesto aportado desde Galicia las vivencias de unos chicos que viven en un
centro social. La pequeñísima película va creciendo a medida que avanza el
relato (que no tiene una trama ni una narración convencional) hasta convertirse
en irresisitible, más allá de su filiación con el neorrealismo italiano, el cine
de Abbas Kiarostami o de Albert Serra, entre otros. Uno de los descubrimientos
del año.
-Chantrapas (Georgia-Francia), de Otar Iosseliani (Fuera de
competencia). Calificación:
7,5
Esta tragicomedia rodada en (y cofinanciada por)
Francia y Georgia describe con el habitual estilo caótico, desbordante, mordaz e
impiadoso del director de Pastoral, Jardines en
otoño y Hogar, dulce hogar las penurias de un
joven realizador que sufre la censura gubernamental en su país y luego, la de
los productores galos que lo contratan y terminan editando la obra a su antojo
en París. Más trágica que cómica, más política que cinéfila, llena de simpáticos
anacronismos y situaciones entrañables, Chantrapas es
un film menor, pero igualmente disfrutable del gran Iosseliani.
-Fase 7, de Nicolás Goldbart (Competencia
Internacional). Calificación:
7,5
Tras su elogiada (y premiada) participación en el
reciente Festival de Sitges, se presentó esta opera prima de Goldbart
(montajista de directores como Pablo Trapero, Damián Szifrón y Rodrigo Moreno).
Con buena parte del mismo equipo de producción, actoral y técnico de Los
Paranoicos (Gabriel Medina fue ahora asistente de dirección),
Fase 7 demuestra que la FUC -a pesar de los prejuicios- no sólo
forma cultores de un cine intelectual o críptico sino que hay mucho amor por los
géneros. En el caso de Goldbart, propone aquí una combinación entre la comedia
negra (con algo de La comunidad, de Alex de la Iglesia), el
terror apocalíptico (en la línea de la saga de REC), el western
urbano (con claras referencias -incluso desde la banda sonora- a John
Carpenter), la ciencia ficción y el cine de acción. La pandemia de Gripe A es el
pretexto para narrar una suerte de sátira con un costumbrismo porteño llevado al
delirio lúdico y violento a la vez. Aunque por momentos la narración
se traba y se resiente un poco, el film es simpático, atractivo y
lleno de ideas visuales. El ecléctico elenco que incluye a la pareja de
Los Paranoicos (Daniel Hendler y Jazmín Stuart), como una
pareja que en un par de meses tendrá una beba, a Yayo y al inmenso Federico
Luppi transcurre casi íntegramente dentro de un edificio en cuarentena. Los
enfrentamientos entre los vecinos generarán una escalada sangrienta
irrefrenable. El film -festejado de forma efusiva e incondicional por el
público- tiene un gran trabajo en HD del fotógrafo Lucio Bonelli (muy buena la
proyección en DCP), del músico Guillermo Guareschi y del equipo de arte
liderado por Mariela Ripodas. Más allá de sus desniveles y caprichos, en el
segundo día de exhibición el festival ya encontró su película de
culto. Todo un hit.
-The Hunter, de Rafi Pitts (Irán).
Calificación: 7
Este film
escrito, dirigido y protagonizado por el iraní Rafi Pitts (It's
Winter) narra la historia de un ex preso y trabajador de la
industria automovilística que, tras sufrir la muerte de su esposa y su hija de
siete años a causa de un tiroteo ocurrido durante las manifestaciones callejeras
opositorias contra el régimen de su país, decide vengarse matando a dos
policías. Más allá de que la historia pueda verse como algo oportunista teniendo
en cuenta el actual contexto de ese país, la película está narrada con gran
potencia y alcanza a transmitir el sinsentido de la violencia política y sus
profundas implicancias en la vida cotidiana de la población.
-The Fourth Portrait, de Mong Hong Chung (Taiwán).
Calificación: 6,5
Esta nueva
película del director de Parking -presentada en la última
edición de Locarno- es más interesante por lo que elude que por lo que
aborda. Si uno contara la trama -un niño sufre la muerte del padre y,
cuando está a punto de ir a un orfanato, reaparece su madre, que es
prostituta y ha conformado una nueva familia (con un marido bastante
cruel), para llevárselo a vivir con ella-, parecerían inevitables los
desbordes melodramáticos y la conmiseración para con el pequeño protagonista.
Nada de eso. El director aborda el ríspido ambiente con una naturalidad que
evita todo subrayado. Así, los posibles clisés o lugares comunes (tanto
demagógicos como sádicos) son trascendidos con altura para lo que resulta,
en definitiva, un pequeño, agradable, cuidado, aunque no demasiado
sorprendente film.
-Chassis, de Adolfo Borinaga Alix
Jr. (Filipinas). Calificación:
5,5
El más que prolífico director filipino de 32 años
(tres largometrajes sólo en 2010) narra -en blanco y negro y con
un intensa búsqueda neorrealista- la historia de una joven que vive
con su hija debajo de un acoplado en un estacionamiento y se prostituye
para alimentarla y educarla, mientras espera que su patético marido
camionero regrese. El mayor mérito de este film es que no carga
demasiado las tintas (es una suerte de tragedia asordinada), pero, más allá de
ciertos hallazgos en la pintura social y del ambiente urbano (dominado por
camioneros, portuarios, indigentes y prostitutas) trabajada con mucha
cámara en mano, hay pocos logros más.
-Silent Souls, de Alexei Fedorchenko (Irán).
Calificación: 5,5
Aclamada
por casi toda la crítica tras su paso por la competencia oficial del Festival de
Venecia, esta nueva película del director de First on the Moon
es la aplicación de una fórmula/receta "artie" que el cine ruso (y no sólo el
ruso) viene sosteniendo desde hace ya bastante tiempo (y engatusando a medio
mundo): planos bellísimos, solemnidad (no profundidad) en su narración en
off, apelaciones a las tradiciones (con buena dosis de pintoresquismo) y una
veta literaria y poética que busca de forma desesperada un "lirismo"
trascendente. Aquí, un empresario pierde a su esposa y le pide a uno de sus
empleados que lo acompañe en la concreción de antiguos rituales. El
protagonista y narrador -un cuarentón sin familia- apenas sabe escribir,
pero nos explica que todo lo que vemos es parte de un libro por venir.
Lo que queda detrás de esta pretenciosa y artificiosa búsqueda es "la
orquestación orgiástico-espiritual de planos cinematográficos" (Roger Alan
Koza dixit). Firmo con las dos manos la implacable frase de mi amigo.
-White White World, de Oleg Novkovic
(Serbia). Calificación:
5
No le creí nada a esta tragedia coral sobre la angustia
existencial y los excesos. El film se regodea bastante en su sordidez y
patetismo a la hora de reflejar las penurias de sus personajes, varios de
ellos alcohólicos, drogadictos y solitarios (los encuentros sexuales son
penosos). Que por momentos el director apele al género musical para bajar un
poco el tono de sufrimiento no es un gran hallazgo, aunque hay algunos buenos
pasajes. Para colmo, abusa de los movimientos bruscos de cámara, del corte
en el plano y demás elementos forzados como para (intentar) darle un tono
nervioso y vertiginoso al relato. Me hizo recordar por momentos a otro director
que no me gusta demasiado: Tony Gatlif.
Más info: www.mardelplatafilmfest.com
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FESTIVALES ANTERIORES
-La mítica directora de films como Frágil Como o Mundo (2001), A Vingança de Uma Mulher (2012) y La portuguesa (2018) estrenó en la muestra francesa una película ambientada en Grecia.
-Actualización: Ganadora del Grand Prix a la Mejor Película.
-La portuguesa Rita Azevedo Gomes ganó con Fuck the Polis la Competencia Internacional de la 36ª edición de la prestigiosa muestra francesa que finalizó este domingo 13 de julio.
-La película argentina Los cruces, de Julián Galay, obtuvo la Mención Especial entre las óperas primas.
-Sumamos reseñas breves de dos films franceses galardonados: Bonne journée y Fantaisie.
Este director radicado en Berlín regresó a Buenos Aires para rodar un film onírico, experimental y extrañamente político que obtuvo una Mención Especial en el festival francés.
El nuevo trabajo del veterano director chileno bucea en recuerdos, sueños y experiencias tanto personales como familiares con un formato de misiva y patchwork visual.
Juan Manuel: antes de viajar mañana a Mar del Plata he visto 10 de las 13 películas de competencia (me faltan Chassis y dos argentinas: Fase 7 y De caravana). Tenés razón en que el nivel es más que digno. Incluso las películas que menos me gustaron (Silent Souls y White White World) son bastante atendibles y, diría que en un contexto diferente al de una competencia oficial, no harían demasiado ruido. Incluso han tenido muchos defensores en el mundillo de la crítica internacional.
Hola Diego, por lo que describís de estas pelis de la competencia, parece que el nivel para este año viene bastante bien. No sé si compartís, pero en general, los últimos años Mar del Plata no venian errando; al menos las competencias tenian un nivel aceptable para arriba. Quizá sin jugarsela demasiado, no había grandes bodrios. Esto es así para este año?<br /> Gracias, nos veremos por los cines la semana que viene<br /> <br /> abrazo
Ningún "tan fallida" Ricardo, para muchos de mi generación Spiner siempre fue una referencia.<br /> El otro día volví a ver La Sonámbula en el B.A.R.S., y es una película increible que sigue teniendo una vigencia tremenda y una factura fabulosa. Por lo que sé, ganó muchos premios alrededor del mundo. Desde Ciudad de Pobres Corazones con Fito Paez, hasta las cosas que hizo en televisión (¿viste Bajamar?), Spiner siempre fue sinónimo de vanguardia. Qué ganas de ver esta nueva película!!!!
Ricardo: me fijé en la grilla (la podés descargar en pdf del sitio del festival) y Aballay va el VIE 19, a las 19:00; el VIE 19, a las 22:00; y el SAB 20, a las 12:00, todas en el Auditorium<br /> <br /> Lisa: De Aballay la producción hizo una proyección previa en un cine de Belgrano. Las otras las vi en festivales (Berlín, Cannes) y en algunos casos se consiguen DVDs para adelantar este tipo de guías previas. Saludos a los dos.
Hola Diego ¿cómo hacés para ver todas las pelícuals de competencia internacional antes? ¿se las pasa el festival a los críticos? muy buen servicio, se agradece
Cuantas ganas de ver la de Spiner con todo lo que decís. para mi Spiner estaba llamado a ser uno de los grandes directores argentinos y no sé qué pasó que su carrera resultó tan fallida, espero que ahora regrese con todo, me gusta mucho el western y todos las referencias cinéfilas que vos apuntás ¿sabés qué dia se da en mar del plata? yo voy unos 4 días así que no sé si la engancho, igual si no la veré cuando se estrene.