Festivales
Richard Linklater, un director que apuesta a reinventar el cine
Por Diego Batlle, desde Berlín
Tardó en llegar, pero apareció. En el penúltimo día de la sección oficial, cuando ya se desvanecían las esperanzas, se presentó la primera obra maestra de esta 66ª Berlinale. Se trata de Boyhood, de ese notable director que es el estadounidense Linklater. Poco importa si en esa a veces ridícula y casi siempre injusta competencia “deportiva” que fomentan los festivales el jurado no le concede finalmente el Oso de Oro porque esta inmensa película, de esas pocas que -sin caer en exageraciones- pueden decirse que reinventan el cine, quedará en la memoria de quienes la hayan visto más allá de que consiga o no un determinado premio.
Boyhood (★★★★★) es una proeza de producción y una genialidad artística. Lo primero tiene que ver con que comenzó a rodarse en julio de 2002 y continuó filmándose durante 12 años (una semana cada temporada) para describir la infancia, la adolescencia y el paso a la adultez de Mason (Ellar Coltrane), desde que ingresa a la escuela primaria y hasta que accede a la universidad.
Pero -más allá de la perseverancia de Linklater, sus actores y sus técnicos (trabajaron más de 450 personas durante toda su realización con un presupuesto mínimo de 200.000 dólares por año para concretar en total 146 escenas)- lo que en verdad importa es el resultado en pantalla. Y, en ese sentido, pocas veces el cine ha conseguido capturar el paso del tiempo de una manera tan contundente, tan conmovedora. La experiencia de ver cómo los personajes van envejeciendo ante nuestros ojos (sin necesidad de maquillaje o efectos visuales) es de una intensidad apabullante. Y el director de la trilogía Antes del amanecer, Antes del atardecer y Antes de la medianoche (otra apuesta por retratar los cambios de sus dos protagonistas) lo hace a partir de una serie de brillantes viñetas que pueden resultar de a ratos hilarantes, dolorosas, despiadadas o emotivas.
Ayudado por una exquisita selección musical (canciones que marcaron a cada uno de esos años o bien que resultan importantes para la perspectiva de cada personaje) y utilizando unos mínimos elementos (como la evolución de la tecnología) o históricos (la guerra en Irak, el significado de la elección de Obama, por ejemplo), Linklater nos sumergirá en las experiencias cotidianas de un niño con padres divorciados (Ethan Hawke y Patricia Arquette), que lo tuvieron siendo unos veinteañeros, y con una hermana mayor (Lorelei Linklater, hija del director en la vida real).
A partir de viñetas aparentemente banales pero plenas de significación (una salida de camping, una charla de educación sexual, su pasión por la fotografía), el espectador descubrirá durante las casi tres horas del film la transformación, el desarrollo físico y emocional de un niño/adolescente durante toda su etapa formativa, con una madre que lucha contra permanentes malas decisiones en el terreno afectivo (parejas abusivas), pero también para recibirse y convertirse en una elogiada docente de Psicología; y con un padre bastante ausente y músico frustrado que, de todas maneras, será una de sus ineludibles fuentes de referencia. Cada escena del film -con los actores más viejos pero cada vez más queribles- consigue el milagro de hacer reir a carcajadas y, ya sobre el final, de emocionar hasta las lágrimas.
Así, lo que a su admirado François Truffaut le llevó varias películas con el personaje de Antoine Doinel, Linklater lo consigue en Boyhood. Por eso, y por los hallazgos de toda su carrera, estamos hablando -sin dudas- de uno de los directores más inteligentes y trascendentes (en el buen sentido del término) del cine norteamericano actual.
Cómo se hizo esta proeza
El director de Rebeldes y confundidos y Escuela de rock aseguró en Berlín que “este proyecto fue un acto de fe, creer en el futuro, un canto al optimismo para que pudiéramos estar aquí 13 años después”. Y, entre risas, agregó: “Técnicamente, hicimos algo ilegal porque en los Estados Unidos no podés contratar a nadie por más de 7 años, pero esta película fue hecha casi sin dinero, con el corazón, por el compromiso inmenso de tanta gente que volvía año tras año a sumarse”.
“Siempre tuve en claro que quería retratar pequeños momentos de esa familia, los grandes eventos no me importaban. Quería evitar tópicos como la pérdida de la virginidad o el primer beso, que han sido retratados tantas veces en el cine”, indicó Linklater, quien no dejó que el protagonista viera el material filmado hasta hace dos meses para que no lo afectara en su evolución.
“No estaba preparado para ver tanto de mi vida. Recién hace un par de meses vi la película y fue algo catártico y emotivo, Estoy muy emocionado con esta hermosa experiencia”, aseguró Coltrane. “Estoy muy orgulloso de la persona en que se convirtió Ellar, de todo lo que trabajó con nosotros, de lo inteligente que es. Es como el hijo varón que nunca tuve”, indicó Linklater, padre de tres niñas.
La idea –contó el director- surgió en una charla con Ethan Hawke en Nueva York. “Inmediatamente dijo que sí. A Patricia la conocía de los años ’90 y sabía que había sido una madre joven y una persona valiente, cualidad que buscaba para el personaje”.
“Todo estaba guionado y ensayado -prosiguió Linklater-, pero al mismo tiempo quería que la narración fluyera con ligereza y tuviera algo documentalista. Las transiciones entre segmentos también eran muy importantes. No tuve que enfatizar mucho el paso del tiempo porque los actores iban madurando en pantalla. Además, al final me di cuenta de que los cambios culturales no fueron tan fuertes. Si hubiese transcurrido entre 1969 y 1981 tendría que haber mostrado modificaciones en la moda, los peinados y la tecnología mucho más profundos”
“Fue algo épico, pero creo que si hubiésemos tenido más plata habría salido la misma película. No se podía volver a filmar (la hicimos en 35 milímetros para mantener una uniformidad visual), pero sí me di el lujo de pasarme 12 años editándola. El problema es que tuvimos que hacer casting 12 veces, buscar locaciones 12 veces y eso es muy complicado”, indicó.
“Esta película nos cambió la vida y además nuestras vidas cambiaron mucho. En estos doce años Ethan (Hawke) tuvo dos hijos, Patricia (Arquette) uno más; y yo dos otras dos niñas. Pero nada de eso cambió el compromiso que todos teníamos con este proyecto. Creo que logramos hacer algo que nunca se había visto en cine”, concluyó.
(Esta nota fue publicada en una edición más corta en el diario La Nación del 14/2/2014)
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-Además, se proyectarán los 39 largos de las tres secciones paralelas e independientes: Quincena de Cineastas, Semana de la Crítica y ACID.
-La oferta se completa con las distintas competencias y programas de cortos que hay en todos los apartados.
-En este espacio iremos sumando links a todas las reseñas publicadas durante la cobertura del festival. Ya hay 63 disponibles.
La Quinzaine eligió como film de cierre esta ópera prima que ya había tenido buena recepción en el Festival de Sundance, donde ganó el premio a Mejor Guion.
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Los directores de Il solengo (2015) y La leyenda del Rey Cangrejo / Re granchio (2021) concibieron un virtuoso y desopilante homenaje al spaghetti western.
<p>¿Que posibilidades hay de que vaya a estrenarse en ARGENTINA?</p>
<p>Hay algo seguro...no es un director ansioso. Filmar a personajes durante doce años, con los riesgos y dificultades que entraña tanto tiempo en el devenir personal de tantas personas involucradas, es por lo menos revolucionario y tambien algo descabellado.</p> <p>Pero tambien sugiere que hay larga vida para el cine que conocemos hasta ahora, con la aparicion de estas ideas tan originales como creativas a esta altura del partido. Especialemente por la presencia de algunos agoreros que calculas fechas de vencimiento a caballo de innovaciones tecnologicas,de produccion, distribucion, exhibicion, soportes y demas yerbas. Bravo Linklater...</p>
<p>Diego.</p> <p>Después de leer esta nota y sabiendo que detrás está el grande de Linklater no me queda otra pregunta: ¿qué posibilidades hay de que llegue a estrenarse en Buenos Aires? ¿No está programada para el Bafici?</p>
<p>Coincido: Linklater es de lo mejor que hay actualmente en el cine norteamericano. Podríamos sumar a los Anderson (Paul Thomas y Wes), a los viejitos Eastwood y Spielberg, y alguno más, saludos y sigo dia a dia la cobertura berlinesa, abrazo Diego</p>