Festivales
Crítica de El Perro Molina, de José Celestino Campusano
El prolífico director presentó su nuevo film en el festival chileno.
Publicado el 12/10/2014
Incansable y consecuente, referente de un cine siempre potente y visceral sobre los conflictos sociales y la marginalidad en el conurbano bonaerense, José Celestino Campusano parece estar buscando nuevas geografías e historias. El Perro Molina -un viejo guión suyo para el que recién ahora consiguió los recursos necesarios- se rodó en la ciudad de Marcos Paz; su nuevo largometraje (Placer y martirio) aborda las perversiones sexuales de la clase alta porteña y se está filmando en el barrio de Belgrano con algunas secuencias realizadas en Valdivia (Chile); y su próximo proyecto se hará en la zona de Esquel.
El Perro Molina es una película más importante en cuanto a despliegue técnico (por ejemplo, el uso de una cámara Red One) y con mejores medios de producción durante las acotadas 4 semanas de rodaje, pero al mismo tiempo más pequeña, más contenida, más clásica que sus "épicas" como Fango o Fantasmas de la ruta.
Inspirada -como todas sus películas- en hechos verídicos, la película se centra en las desventuras de Antonio "El Perro" Molina (Daniel Quaranta), un veterano y curtido delincuente de poca monta, un "duro" que intenta sostener sus códigos y lealtades en un universo donde todo eso se ha desbarrancado con pibes sacados que matan sin pruritos ni consideraciones.
El film tiene otros personajes fuertes: Natalia (Florencia Bobadilla), esposa del abusivo y corrupto comisario Ibáñez (Ricardo Garino) al que decide abandonar luego de múltiples infidelidades de él para ganarse la vida como prostituta; Calavera (Carlos Vuletich), un proxeneta amigo del Perro; y Ramón (Damián Avila), un joven que tiene al protagonista como referente.
Campusano sostiene la narración a partir de conflictos básicos (el triángulo amoroso Ibáñez-Natalia-Calavera, la relación maestro-alumno entre El Perro y Ramón; el sueño imposible de retirarse del hampa), pero aun cuando el film se resiente por momentos por los habituales desniveles actorales o ciertos diálogos sobreescritos y recitados con solemnidad por algunos intérpretes, jamás pierde la fuerza, la convicción y la credibilidad para una historia intensa y atrapante.
Las contradicciones generacionales entre la Vieja Guardia del hampa y los chicos sacados y sin escrúpulos, los negocios oscuros de la prostitución y de la propia policía, son algunos de los temas que Campusano expone en los 88 minutos de El Perro Molina, película que hace un impecable uso de las locaciones de Marcos Paz y se nutre de los propios vecinos en varios de los papeles secundarios.
Con elementos cercanos al policial noir y al melodrama romántico (aquí los hombres también lloran), esta nueva tragedia sobre un descastado, sobre alguien que intenta cuidar su linaje, pero no logra revertir su destino resulta un film de transición para un Campusano que busca hacer crecer y diversificar su prolífica, provocativa, audaz y siempre fascinante producción cinematográfica.
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El nuevo trabajo del veterano director chileno bucea en recuerdos, sueños y experiencias tanto personales como familiares con un formato de misiva y patchwork visual.
<p>¿Un buen director no debería saber dirigir actores? ¿O que actúen mal es una \"decisión estética\"?... No inventemos marcas de estilo para enmascarar carencias esenciales y evidentes.</p>
<p>Esta peli de Campusano, evidentemente denota mayor estilo en arte, el DF Eric Elizondo aporto lo suyo en fotografía. Y el guión merece un capítulo aparte en comentario, como siempre el cine independiente que atrapa y nos deja pensando.</p>
<p>Campusano, la aparición más importante del cine argentino de la última década. Sin dudas.</p>
<p>Tenia miedo de leerte Diego para no desanimarme de Campusano - para mi autor de una vitalidad narrativa extrema- ero por suerte parece que puedo estar tranquilo en esta ampliaciòn de sus entornos temàticos.</p> <p>Para mi, esos recitados en los diàlogos, quiero verlos como un aspecto màs de su estètica fascinantemente bruta.</p>