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Murió Nagisa Oshima, uno de los maestros del cine japonés
Por Diego Batlle
-Influido por la nouvelle vague francesa y referente de la nueva ola nipona, el realizador de El imperio de los sentidos rechazó el sentimentalismo y el humanismo de muchos de sus contemporáneos y optó, en cambio, por una mirada desesperanzada, angustiante y claramente politizada y rupturista para describir miserias, prejuicios, contradicciones y confusiones de una sociedad destruida militar, moral y económicamente tras la Segunda Guerra Mundial.
-Tenía 80 años y sufría de una afección pulmonar.
Publicado el 15/1/2013
Con casi 60 años de carrera (comenzó a trabajar en la industria del cine en 1954), Nagisa Oshima quedará como uno de los grandes directores japoneses de todos los tiempos. Y, sin dudas, uno de los más audaces y controvertidos tanto por el fuerte contenido sexual como por la provocadora mirada política y las despiadadas pinturas sociales que ofrece su prolífica filmografía.
Más conocido por el polémico (y censurado) díptico integrado por El imperio de los sentidos (1976) y El imperio de la pasión (1978), que le valió el premio a mejor director en el Festival de Cannes, o por ambiciosas coproducciones internacionales como Furyo/Merry Christmas, Mr Lawrence (1983), con David Bowie, Ryuichi Sakamoto y Takeshi Kitano, o Max, una monada (1986), con Charlotte Rampling, Oshima tiene una rica -y en varios sentidos más interesante- obra previa, que arranca en 1959 con su ópera prima, La calle del amor y la esperanza, y que se desarrolla durante toda la década del '60. Ese fructífero período se conoció en buena parte en la Argentina gracias a retrospectivas organizadas en la Sala Leopoldo Lugones (la última, de enero de 2011, fue Nagisa Oshima: los comienzos de un maestro).
Para algunos cuantos espectadores escandalizados, Oshima será siempre el de las escenas de sexo explícito de El imperio de los sentidos, pero para los cinéfilos se trata de uno de los realizadores más potentes, diversos e inclasificables del cine oriental.
Oshima estudió abogacía y durante su etapa universitaria se involucró de lleno en el activismo estudiantil contra la intervención estadounidense de posguerra en la isla (en un film como Tratado sobre canciones obscenas japonesas expondrá luego las protestas contra la Guerra de Vietnam). Su cine ha sido siempre muy politizado e incómodo tanto para la derecha como para la izquierda, ya que en títulos como Noche y niebla en Japón (1960) se ocupó de cuestionar los viejos dogmatismos de los partidos revolucionarios.
Claramente influido por la nouvelle vague francesa y referente insoslayable de la nueva ola nipona, Oshima rechazó por completo el sentimentalismo y el humanismo de muchos de sus contemporáneos y optó, en cambio, por una mirada bastante desesperanzada, angustiante y claramente rupturista a la hora de describir la miseria (y las miserias), los prejuicios, las contradicciones y la confusión de una sociedad japonesa destruida militar, moral, económica y anímicamente tras la Segunda Guerra Mundial.
Este pesimismo, esta sordidez, esta crueldad se aprecian en toda su dimensión en películas como El entierro del sol (1960), Cruel historia de juventud (1960) o Boy (1969), donde desde los veteranos regresados del frente de batalla hasta los jóvenes gánsteres, los estudiantes o los simples exponentes de la clase trabajadora son víctimas de su impotencia, de su desenfreno, de su malestar y terminan apelando al alcohol o a la violencia contra la mujer.
En el camaleónico Oshima conviven con naturalidad lo intelectual y lo popular, la profundidad del debate ideológico y la crudeza del retrato social. Un cine exigente y fascinante a la vez.
Su última película data de 1999 y es Tabú, acertado título de despedida para un artista que se dedicó a exponerlos, criticarlos y destruirlos en cada uno de sus trabajos. Se fue, por lo tanto, un director clave en la historia del cine japonés y mundial.
Trailer de El imperio de los sentidos:
Trailer de Boy:
Trailer de Furyo:
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<p>Inmenso director. Me quedo con su cine de los 60s antes que sus películas explícitas de los 70s y sus coproducciones internacionales de los 80s. Ya estaba retirado hace 15 años, pero se lo va a extrañar. Lindo texto</p>
<p>Hola Mariano. Es la misma película. En muchos lugares -incluso aquí- se la conoció como Furyo y el título internacional fue Merry Christmas, Mr Lawrence. Abrazo</p>
<p>Diego, cometiste un error al nombrar una de las películas de Oshima. La que protagoniza David Bowie junto con Kitano no se llama \"Furyo\" sino \"Merry Christmas, Mr. Lawrence\" y es del año 1983. Saludos</p>