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Crítica de “Con el viento”, de Meritxell Colell Aparicio
Tras un amplio recorrido por festivales (Berlín, Guadalajara, Málaga, Valencia y D'A Barcelona, entre otros), se estrena en el Gaumont esta muy valiosa ópera prima de ficción de la directora catalana.
Con el viento (España-Argentina-Francia/2018). Guión y dirección: Meritxell Colell Aparicio. Elenco: Mónica García, Concha Canal, Ana Fernández, Elena Martin, Xavier Martín, Paquita Pérez, Rakhal Herrero, Florencio Ortega, José Mari Martín y José Mari Crespo. Fotografía: Aurélien Py y Julián Elizalde. Música: Bernat Font. Edición: Ana Pfaff. Duración: 108 minutos. Apta para mayores de 13 años. En el Gaumont (Rivadavia 1635), a las 14 y 21.
Mónica es una bailarina y coreógrafa de 47 años radicada en Buenos Aires y nacida en una pequeña localidad del norte de España a la que no vuelve hace 20 años. La grave enfermedad de su padre la obliga a regresar a aquel lugar que ya no le pertenece. Allí están su madre y el resto de una familia que desconoce. Será, pues, un tiempo para recomponer los vínculos quebrados por la distancia y el tiempo.
Las cosas no salen bien para Mónica, quien llega momentos después de la muerte del padre. Ella se siente visiblemente ajena a las circunstancias, pero un pedido de la madre la obliga a modificar sus planes a futuro: la casa es muy grande y ya no tiene sentido mantenerla, por lo que hay que iniciar los trámites de sucesión para venderla lo antes posible.
Así se plantean las cosas en este drama familiar intimista, doloroso, profundamente elegíaco que es Con el viento. Estrenada en la última edición del Festival de Berlín, la película de Meritxell Colell Aparicio despliega un universo íntegramente femenino de silencios que comunican mucho más que las palabras. El peso del vacío, la certeza del cierre de una etapa y las heridas del pasado, entre otras cosas, aflorarán durante la estadía de Mónica en el viejo caserón.
Como en Verano 1993, película con la que comparte varios puntos de contacto, incluyendo paisajes rurales y poco habitados como centros de la acción, Con el viento apuesta por un relato naturalista, sin grandes estridencias ni picos dramáticos, centrado en el devenir de lo cotidiano. Es, pues, una ficción que a partir de un registro casi documental –no parece casual que Colell Aparicio provenga de esa vertiente- penetra la coraza de esas mujeres en pleno duelo y con el desarraigo manifestando sus primeros síntomas.
Una hermana enojada por la ausencia, una sobrina que observa atónita cómo se resquebrajan los cimientos de la convivencia y una mujer combatiendo sus propios fantasmas y culpas son algunos de los pilares narrativos de un relato que se construye a fuerza de detalles sutiles, de miradas y gestos. Una muestra de que no hacen falta subrayados ni explicaciones para despertar emociones genuinas en el espectador.
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Hola. Si tendrías un link para ver la peli. Me la perdí. :( Desde ya muchas gracias saludos
Muy buen texto de Boetti. Como tengo sangre catalana en mi ascendencia, tenia interés en ver a una directora de alli. Y me encontré con una pelicula bellisima, de extraña sensibilidad y una estructura muy simple y compleja al mismo tiempo. De espíritú observacional, casi documental -con momentos de comida con el pan casero cortado en tabla de madera, el ajo que se está picando cuyo aroma parece traspasar la pantalla, la alegria y picardia desplegadas en las partidas de brisca familiares- se alternan climaticamente con otros momentos de enigmática interioridad que van tejiendo recelos en una familia reencontrada que se enfrentan a una situación de cambio de alto costo psicológico. Su protagonista principal probable bailarina y coreógrafa -sus movimientos corporales casi de exorcismo u orgásmicos son de una belleza poética y visual de cuño absolutamente cinematográfico- le da unidad a este relato quedo, taciturno, tal vez sombrío que solo insinúa la alegría en los momentos de una partida de brisca.