Festivales
Crítica de “Petite Solange”, de Axelle Ropert (Concorso Internazionale) - #Locarno2021
La directora de La Famille Wolberg (2009), Tirez la langue, Mademoiselle (2014) y La Prunelle de mes yeux (2016) regresa a Locarno con una película que se sumerge en la intimidad de una preadolescente que sufre en carne propia la crisis de su famila.
Petite Solange (Francia/2021). Guion y dirección: Axelle Ropert. Elenco: Jade Springer, Léa Drucker, Philippe Katerine, Grégoire Montana. Fotografía: Sébastien Buchmann. Edición: Héloïse Pelloquet. Música: Benjamin Esdraffo. Duración: 86 minutos.
Solange Maserati (Jade Springer) es una típica chica de 13 años con sus inseguridades, contradicciones, deseos, desventuras escolares y amigas íntimas, pero hay algo que la inquieta, la trauma y la paraliza especialmente: el caótico contexto familiar.
Su madre Aurélia (Léa Drucker), una actriz de teatro que solo está interesada en las obras de Brecht y Marivaux, y su padre Antoine (Philippe Katerine), que trabaja en una tienda de instrumentos musicales y parece estar iniciando una nueva relación afectiva, atraviesan una profunda crisis, mientras que Romain (Grégoire Montana), su hermano de 21, planea huir de Nantes e instalarse España.
La certeza de que la unión familiar es imposible, la profunda grieta con el mundo adulto, la sensación palpable de que sus padres, que llevan dos décadas juntos, están desgastados y con otras prioridades la desastibiliza, la angustia y hasta la bloquea. Ese es el universo y el corazón de este film que Axelle Ropert borda con sensibilidad y pudor.
Petite Solange le cede el punto de vista a su atribulada heroína y obliga a Jade Springer a cargar con el peso emocional del relato. Ella hará lo imposible para que el amor no se esfume, mientras seremos testigos de un proceso de maduración, con sus múltiples ritos de iniciación, el adiós definitivo a una etapa de la vida dominada por la inocencia y la idealización, y el ingreso definitivo -y en este caso forzado, demasiado apurado- a las miserias de la vida adulta. Un film modesto en sus aspiraciones pero entrañable en sus connotaciones y alcances.
Hacete soci@ de OtrosCines/Club
Con un aporte de solo 250 pesos por mes, accedé a la newsletter semanal con información, recomendaciones y análisis de tendencias solo para suscriptor@s, así como a otros beneficios exclusivos, y ayudás a sostener un proyecto periodístico independiente y de calidad.
Más información: OtrosCinesClub@gmail.com
Suscribirme
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO

FESTIVALES ANTERIORES
El film de los cordobeses Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas obtuvo la segunda máxima distinción, mientras que el Pudú de Oro al Mejor Largometraje fue para Wind, Talk to Me, del serbio Stefan Djordjevic
Put Your Soul on your Hand and Walk, La noche está marchándose ya, The Voice of Hind Rajab y Un techo sin cielo encabezan este ranking personal sobre las mejores películas vistas en la 32ª edición de la muestra chilena.
Tras el multipremiado corto Mi última aventura (2021), los cordobeses Sonzini y Salinas debutan en el largometraje con una hilarante oda cinéfila que es al mismo tiempo un film político sobre la desintegración argentina. Tras su estreno mundial en el festival chileno, competirá en DocLisboa y la SEMINCI de Valladolid, entre otros festivales.
Reseñas de las dos últimas películas chilenas que se presentaron (luego de La vida que vendrá y de Un eclipse y el caos) en estreno mundial en la sección principal de esta edición.
