Festivales
Emoción por el reencuentro, impronta feminista, anuncios y reclamos en la apertura del #FICValdivia2022
Crónica de lo que dejó la inauguración -este lunes 10 de octubre- de la 29ª edición de la muestra chilena en un Teatro Cervantes colmado y con muchos cambios y novedades.
En OtrosCines.com hemos cubierto una decena de ediciones del FICValdivia, de las cuales unas ocho me tocaron en suerte, y salvo la edición 2016, cuando la mismísima presidenta Michelle Bachelet viajó hasta Valdivia para inaugurar el festival y promulgar la Ley Ricardo Larraín que otorgó derechos a directores y guionistas sobre las obras audiovisuales, nunca se vivió un clima con tanto entusiasmo.
Si bien la popularidad del gobierno de Gabriel Boric ha caído de manera pronunciada a solo medio año de su asunción en medio de cuestionamientos de propios y extraños por su inexperiencia y el golpe que significó el triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida para aprobar la nueva Constitución, el FICValdivia tuvo su primera inauguración con las nuevas funcionarias del gobierno de la coalición de izquierda y la sensación fue muy distinta a la de años anteriores.
Unas horas antes de la ceremonia, Raúl Camargo, director del FICValdivia, contó en diálogo con OtrosCines.com que esta 29ª edición recuperó las dimensiones de la de 2019 en cuanto a películas, salas, invitados extranjeros y actividades paralelas, que incluyen hasta conciertos gratuitos de pop y rock en la costanera de la ciudad. Y se hizo con recursos limitados, ya que se trabajó con el presupuesto que venía del gobierno anterior.
En ese sentido, la ministra de Cultura, Julieta Brodsky, anunció ante la audiencia que, a pesar de la dura crisis económica que afecta al mundo en general y a Chile en particular, el presupuesto 2023 de su área se incrementará un 16% porque, aseguró, la Cultura es una de las prioridades para la gestión de Boric. Es posible, entonces, que cuando el FICValdivia celebre en octubre próximo sus 30 años de vida consiga una situación financiera algo más holgada.
En el evento conducido con indudable simpatía por la actriz Mariana Loyola hablaron también varias otras funcionarias con mayoría de discursos de fuerte impronta femenista: desde la alcaldesa de Valdivia, Carla Andrea Amtmann Fecci (electa por el Frente Amplio con el 49% de los votos), hasta Sandra Bucarey, prorrectora de la Universidad Austral de Chile (UACH), una de las principales organizadoras del festival, pasando por la presidenta del Directorio del Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia (CPVC), María Loreto Vega, quien presentó un video con animación 3D del proyecto arquitectónico para la futura sede del CPCV, que incluirá también una sala de cine y que podría estar listo para 2024 o 2025. Completaron los discursos el Gobernador Regional de la región de Los Ríos, Luis Cuvertino (del Partido Socialista) y el propio Camargo, quien destacó la importancia del reencuentro en esta presencialidad plena y abogó por el disfrute de la fiesta cinéfila después de tanto dolor sufrido en los dos años anteriores.
Camargo fue también el encargado de entregar el Premio Pudú a la Trayectoria al Colectivo Cine Mujer, formado en 1975 en el Centro de Estudios Cinematográficos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) por un grupo de directoras visionarias que abrieron debates sobre el aborto y la violación, el trabajo doméstico, la prostitución y la educación sexista. Rosa Martha Fernández, Guadalupe Sánchez, Maricarmen de Lara y Sonia Fritz subieron al escenario y luego Fernández valoró y agradeció la digitalización de los negativos de las películas del colectivo que realizaron la Filmoteca UNAM y el FICValdivia. “Han invertido esfuerzo y recursos en reparar, restituir y rescatar películas que en algunos casos las hicimos hace ya 50 años y que ahora vamos a poder verlas con dignidad”. Fue, sin dudas, uno de los momentos más emotivos de toda la velada.
Y el más tenso fue cuando Chamila Rodríguez y Galut Alarcón, de Poetastros, subieron a presentar un anticipo de Realismo Socialista, película inconclusa de Raúl Ruiz rodada entre 1972 y 1973.
Los responsables de Poetastros, productora que estuvo detrás de la recuperación -siempre con el aval y la participación de la viuda y permanente colaboradora de Ruiz, Valeria Sarmiento- de La telenovela errante (2017) y El tango del viudo (2020), otras dos obras póstumas del recordado cineasta chileno, se quejaron de que durante el gobierno anterior (del derechista Sebastián Piñera) nunca recibieron apoyo, pero que en la última convocatoria de los fondos para la conservación del patrimonio cultural (ya durante la gestión Boric) también fueron rechazados.
Rodríguez y Alarcón fueron muy duros en sus discursos y luego leyeron una carta de la propia Sarmiento lamentándose por la falta de financiamiento para la etapa final de la restauración de Realismo Socialista, que ya tiene su corte listo a partir de las 9 horas rodadas por Ruiz. Lo que se vio expone esa mirada audaz, despiadada, irónica y cuestionadora de la que siempre hizo gala el cineasta, incluso hacia los propios protagonistas de la experiencia revolucionaria del gobierno de Salvador Allende.
Y Valeria Sarmiento fue la protagonista también del cierre de la velada, ya que se proyectó Un sueño como de colores, cortometraje que ella filmó en 1972, pero que nunca llegó a exhibirse porque, luego del golpe de Estado en 1973, sus negativos se perdieron hasta 2021. Ahora, pudo ver la luz gracias a la restauración realizada por la Cineteca de la Universidad de Chile. La película, que contó con el recordado Jorge Müller en la cámara y Pepe de la Vega en el registro sonoro, se centra en dos mujeres que trabajan como strippers en los cabarets Mon Bijou y Tap Room. Fue rodado en 16mm en medio de la efervescencia por los procesos sociales que vivía Chile en aquel entonces y pudo disfrutarse en el final de una ceremonia política y cinéfila como pocas.
Ceremonia completa
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