Críticas

El conjuro 2, de James Wan

Maestros del horror

Tres años después de la notable y exitosa película orginal, el director Wan y el matrimonio de expertos en hechos sobrenaturales interpretado por Patrick Wilson, Vera Farmiga regresan con una secuela que, si bien se ubica un escalón por debajo de su predecesora, mantiene muchos de sus hallazgos narrativos y el espíritu de los mejores clásicos setentistas del genero. Con ellos, el terror -género maltratado en los últimos tiempos por tantos cultores del sadismo sin sustento- sigue en buena manos.

Estreno 09/06/2016
Publicada el 09/06/2016

El conjuro 2 (The Conjuring 2, Estados Unidos/2016). Dirección: James Wan. Elenco: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Frances O’Connor, Madison Wolfe, Simon McBurney, Franka Potente, Lauren Esposito y David Thewlis. Guión: Chad Hayes, Carey W. Hayes, James Wan y David Leslie Johnson. Fotografía: Don Burgess. Música: Joseph Bishara. Edición: Kirk Morri. Diseño de producción: Julie Berghoff. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 133 minutos. Apta para mayores de 13 años con reservas. Salas: 277.



El joven director malayo James Wan se ha convertido en una de las figuras más importantes del cine de terror de la última década y media. Inició en 2004 la saga de El juego del miedo, rodó luego las dos entregas de La noche del demonio y consiguió sus dos mejores películas dentro del género con El conjuro (2013) y esta secuela. En el medio, se dio el gusto de incursionar en la acción vertiginosa con Rápidos y furiosos 7.

Si bien no es tan soprendente ni sólida como su predecesora, El conjuro 2 mantiene buena parte de los atributos de la primera entrega y resulta valiosa tanto por lo que logra (asustar con buenos recursos cinematográficos) como por lo que evita (el baño de sangre a pura violencia sádica y el uso subrayado de la música y el despliegue abrumador de efectos visuales como principales argumentos para la construcción de climas).

Wan es un director que cree en el poder de la narración, que pone su oficio al servicio de la película y evita el regodeo. Su cámara en movimiento, sus largos planos secuencia no son meros ejercicios de virtuosismo sino decisiones que apuntan a acompañar a los personajes en sus desventuras paranormales. Más allá de algunas escenas y resoluciones de guión que apuestan por ciertos lugares comunes del terror, en El conjuro 2 nunca impera el capricho ni la arbitrariedad y se recupera el espíritu de clásicos como El exorcista o El resplandor.




Ambientada en 1977 (siete años después de El conjuro), esta secuela -también inspirada en hechos reales- retoma las andanzas de Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga), quienes luego de los eventos de Amityville se han convertido en celebridades mediáticas, aunque -claro- también tienen muchos detractores que los denuncian como farsantes. Lo cierto es que el matrimonio terminará investigando los extraños sucesos en una decadente casa del norte de Londres en la que viven una madre soltera (Frances O’Connor) y sus cuatro hijos. La presencia fantasmal del anterior dueño del lugar y las visiones terroríficas que experimenta sobre todo la menor de las niñas (Madison Wolfe) hacen que los Warren y varios más se interesen por el caso.

La convicción con que Wan moldea cada una de las escenas (la fotografía en pantalla ancha de Don Burgess es un aporte fundamental) y la irresistible química de la dupla Wilson-Farmiga hacen que el espectador se sumerja en los vericuetos de una historia que -más allá de sus algo excesivos 133 minutos- nunca pierde su capacidad de fascinación ni de sugestión. Así, los notables créditos finales encuentran al público con la estimulante sensación de que no todo está perdido en el tan transitado (maltratado) género de terror contemporáneo.

(Esta crítica se publicó en el diario La Nación del 9/6/2016)





COMENTARIOS

  • 14/07/2016 13:57

    Esta pelicula no es mas que una mala repeticion de su digna primera parte. Cada escena que intenta asustar solo lo hace una vez y gracias al apabullante estruendo que injerta la espantosa banda sonora, las hermanas se abrazan como los hermanos de el conjuro, la señora warren tiene los mismos problemas que en el conjuro y amigos, puede crear tension que alguien camine a tientas en la oscuridad en una casa vieja y humeda, pero que todo se sostenga a partir de ese recurso.... Previsibilisima. Y ridiculisima desde su obvio guion hasta la cumbre de lo estupido que es esa monja mostro corriendo con el cuadro en la mano. El no va mas. Volve sam raimi.

  • 1/07/2016 9:48

    Tengo que disentir con los posteos anteriores. Me encanta el género, pero mientras veía El conjuro 2 no pude evitar pensar ¡esto es el 2016! No me conforma, como dice FedeX, que Wan ?sea hoy día lo mejor que tenemos?. El cine comercial o de Hollywood nos está legando montañas de películas de este género que no pasan de triviales (por no ser vulgar), en el mejor de los casos. Salvo contadas excepciones recientes como ?La bruja?, nos estamos conformando con ?lo que hay?. ¿Qué quiere decir ?lo que hay?? ¿Qué significa en el contexto del 2016? Con tantas referencias, homenajes o refritos en El Conjuro 2, pensé en el impacto de El exorcista de 1973. ¿Por qué El exorcista causó una conmoción? La vi en cine hace tres décadas y no en su reestreno digital. La percepción que se tenía entonces de la película era diferente a hoy, sin internet y sobreinformación se concebía al mundo más misterioso y desconocido. (Esto no significa un valor en sí, no estoy diciendo que antes era mejor). Simplemente era así. Uno nunca había visto algo parecido a El exorcista. No se sabía de donde había salido ?eso?. ¿Qué era esa película? ¿Quién había concebido algo semejante? ¿Por dónde abordarla? Se tenía la sensación de que el Diablo ?aún si uno no creía en esa figura del cristianismo- se había colado en un artefacto de fines del 1800 para llegar hasta nosotros, que estaba metido en el celuloide. Y estaba Friedkin. Si uno ve los extras o como se filmó la película lo entendés un poco. Arrebatado, corajudo, medio chapita, independendiente. Eso mandaba. Antes también había un cine comercial tradicional atado a un sistema de producción, pero hoy más que nunca y desde hace ya bastante tiempo parece que lo que manda, sin medias tintas y de la forma más grotesca, es la taquilla, o dicho sin elegancia, la guita. No digo nada novedoso y hasta da risa. En el cine comercial de Hollywood el experimento, el riesgo, -y la locura ni hablar- son una zona peligrosa de la que hay que estar bien alejado, rajarle como al diablo. La vanguardia está muerta. Nadie sabe que es eso. Pero yo la extraño. El negocio, la guita como meta, rara vez produjeron obras interesantes o valiosas. Eso está pasando en el 2016 y en años anteriores en sus formas más energúmenas, profundizándose, y está legándonos el género que hoy tenemos. Al menos el que se estrena en salas. Y algo todavía más importante y dañino: la impresión que el público mayoritario tiene acerca del cine o lo que se supone que el cine debe ser. Se está educando. Aunque sea una educación que a muchos no nos guste, es una realidad difícil de negar. Es casi imposible imaginar hoy un film concebido fuera de esta lógica maliciosa. No quiero echarle la culpa a El Conjuro 2 del estado de las cosas del cine comercial, para eso hay mejores casos. Sin embargo, me parece válido plantear otra vez esta cuestión dado el consenso de público y de alguna crítica. Y ahí está la famosa dicotomía, que viene desde los orígenes del invento, del cine como arte o como espectáculo, como negocio. El problema quizás es que hay mucho de lo uno y nada de lo otro. Hollywood lo domina todo. El ?aire? que se pide no vendrá desde dentro de esa maquinaria. A nadie del negocio le va a importar que algo se modifique mientras la taquilla siga funcionando y los espectadores crean que el cine es esto. Entonces no queda otra que conformarse con escenas un poco ridículas en El Conjuro 2, con subrayados de música lacrimógena cuando hay que ?conmoverse?, o la copia fallida de momentos de El exorcista, como el reportaje que le hacen a la niña en el sillón, las cintas de audio pasadas al revés o cruzadas, las muecas de los poseídos, las cruces que se dan vuelta, los chillidos de vacas o cerdos, y todos esos tópicos que se sienten forzados, agotados, flacos, masticados, digeridos, regurgitados, puestos al servicio de la fórmula que garantiza guita. Que el espectador de un salto en la butaca no es hacer buen cine de terror. Eso lo sabemos todos pero perece que se olvida. Basta un subidón de ese sonido que se usa hoy en los cines con sistema de audio envolvente para que el espectador pegue el salto. El cine y el efecto hacen una pareja al menos problemática. El mérito que hay que reconocerle a este producto que es El Conjuro 2 es el no abuso de la sangre ?cosa también tomada de las buenas lecciones de El exorcista-.

  • 19/06/2016 15:30

    A mí no me pareció una gran película, es demasiado larga y explican demasiado lo que ocurre,en lugar de mostrarlo. Pero reconozco el mérito de volver a utilizar los recursos narrativos que hicieron grande al género en la década del 70, como son la generación de suspenso que son rematados con sustos bien logrados sin abusar del CGI ó el abuso del morbo en las escenas de violencia.

  • 13/06/2016 12:57

    Bellas palabras FedeX, comparto tu entusiasmo

  • 11/06/2016 3:25

    Vengo de verla en el cine. La pantalla más ancha que pude conseguir. Wan es un director fabuloso. No sé si ha reinventado el género, pero le ha dado un aire que nadie más pudo en los tiempos modernos. The Witch ha sido desbancada por una secuela. Wan sabe de climas, quizás repite algún truco ya visto en Insidious o la primera parte de Conjuring. Pero para nosotros, que amamos el cine de terror, el tipo es un crack. Ya con Dead Silence y sus fallas vimos lo que era capaz de hacer. Insidious y su exquisita sonoridad o la primera Conjuring creo que en esta entrega se mezclaron con resultados exitosos. Creo que él mismo dijo que Conjuring 2 no es esencialmente una peli de terror (aunque te cagás en las patas el 80 por ciento del film, y tenés esa sensación de angustia constante), también apela al drama, a la profundización de los personajes, al lucimiento de Vera Farmiga y Patrick Wilson, y al obvio tributo a Kubrick, Hitchcock, Burton, y tantos otros. Hay dos gotas de sangre. No es por eso que la hemos ido a ver, sabemos que Wan tiene un estilo narrativo clásico y cuando se pone a pensar en terror, lo hace en clave asiática y no americana. Pero a la vez, reinventa, mejora, hay escenas en esta película, que serían la envidia de cualquier director de terror que se les ocurra, algunos de sus ángulos, planos y giros son maestros. Ahora que lo pienso "Directores de Terror" hoy día casi no hay. Entonces al tipo hay que ponerlo en la liga de los Wes Craven, John Carpenter, y demás. Probablemente no les llegue a los talones en el sentido de innovar, pero hoy día es el mejor director de terror que tenemos. Es casi agua en el desierto, pero después de verla, pienso que JW está pensando en cambiar de género, porque la mixtura le salió bien y empezó a probar con el drama. Ya es un director versátil (acción, suspenso, terror), pero a que la próxima le sale un drama, aunque es cierto que dirigirá Aquaman (y esa es una peli que espero con ansias por ya saber quién la dirigirá). Si fuera por mí, que se quede en el terror, suspenso y gore, pero entiendo las apetencias del muchacho. Quizás podría trazar un paralelismo con el primer Peter Jackson y sus clásicas cintas de gore (Braindead, Bad Taste), y las épicas Lord of the Rings. Nada que ver unas con las otras, creo que Wan está en un camino similar. Pero si es por probar, que pruebe. Como director de cine de terror, es un tipo de 39 años, podría sentarse a jugar con los grandes. Creo que hoy día en los últimos 10 años por lo menos, es el mejor director de terror que nos ha tocado. Hacía rato que no escuchaba aplausos en la sala. Muchos años. Conjuring 2 lo logró. La predecesora es otra historia, es un ejercicio previo, menos denso, y a mí me va a gustar siempre más Insidious, pero esta peli es un paso más allá. Creo que acabamos de descubrir el terror épico como género. Conjuring 2 tiene ese sabor. Epico. Heroes, drama, largo de cinta, pero jamás sin horror. La verdad que a esas 4 estrellas le agregaría media más. Quizás es muy pronto para juzgar, pero podemos desafiar a quien quiera superar esta marca para una película de terror, que usualmente no pasaría de las 3. Para mí es un clásico absoluto, la mejor peli de terror del año y algo más. Mucho más. Es el terror disfrutado. Es la peli que podés ver con tu abuela sin temor a sonrojarse, viajando el viaje que viajamos todos, aún con el horror que representa, puede ser vista por todos los públicos con un corazón sano, porque el sentimiento de angustia cuando el tipo se pone serio y te pone a viajar, lo hace. Con un sillón, con una puerta, con una cara. Adoro a James Wan como director de terror, lo banco a muerte. Espero su próxima entrega con ansias, para cuando quiera. Sólo veo que se perfecciona a cada peli que dirige.

DEJÁ TU COMENTARIO


CRÍTICAS ANTERIORES


Crítica de “El esquema fenicio” (“The Phoenician Scheme”), película de Wes Anderson con Benicio del Toro
Diego Batlle

Para el 5 de junio se anuncia el lanzamiento en las salas argentinas del nuevo film del director de Buscando el crimen, Tres son multitud, Los excéntricos Tenenbaum, Vida acuática, Viaje a Darjeeling, El fantástico señor Fox, Moonrise Kingdom: Un reino bajo la Luna, Gran Hotel Budapest, Isla de perros, La crónica francesa y Asteroid City, que tuvo su estreno mundial en la Competencia Oficial del Festival de Cannes 2025 y contó, como siempre, con un elenco pletórico de figuras.

LEER MÁS
Crítica de “Misión: Imposible - Sentencia Final” (“Mission: Impossible - The Final Reckoning”), película de Christopher McQuarrie con Tom Cruise
Diego Batlle, desde Cannes

Tras su estreno mundial en el Festival de Cannes (Sección Oficial - Fuera de competencia), con la presencia de Tom Cruise y equipo, llega a los cines de todo el mundo (en la Argentina será el jueves 22 de mayo) la octava (¿y última?) entrega de una de las sagas de acción más populares de la historia.

LEER MÁS
Crítica de “La leyenda de Ochi” (“The Legend of Ochi”), película de Isaiah Saxon con Helena Zengel, Emily Watson y Willem Dafoe
Ezequiel Boetti

La compañía A24 incursiona en el género familiar con una fábula en la tradición del cine de Steven Spielberg.

LEER MÁS