Festivales

Guía de la sección Autores (31 críticas)

Por Diego Batlle, Diego Lerer, Josefina Sartora, Manu Yáñez, Carlota Moseguí, Violeta Kovacsis, Gonzalo de Pedro Amatria y Fernando E. Juan Lima 
La 31ª edición del Festival de Mar del Plata (18 al 27 de noviembre) tiene entre sus principales atracciones la sección Autores, que ofrece entre sus 43 títulos lo más reciente de directores consagrados como Pablo Larraín (inaugurará la muestra con Neruda), Jim Jarmusch, Sergei Loznitsa, Terence Davies, Albert Serra, Werner Herzog, Alain Guiraudie, Cristi Puiu, Ulrich Seidl, Lav Diaz, Johnnie To y Hong Sang-soo, entre muchos otros. Un verdadero seleccionado del cine contemporáneo para una banquete de 10 días.

Publicada el 10/11/2016


-Neruda (Chile-Argentina-Francia-Estados Unidos-España, 2016, 110'), de Pablo Larraín (Película de apertura★★★½ 

Crítica completa de Diego Lerer



-Actor Martinez (Estados Unidos, 2016, 75'), de Nathan Silver y Mike Ott ★★★½

Dos de los jóvenes realizadores independientes norteamericanos que han surgido recientemente y que, al menos hasta el momento, han tenido mayor repercusión en el exterior que en su propio país, se unen para una película para la que la palabra “meta” parece haberse inventado. Difícil es decribir bien qué es: ¿un documental, una ficción, un híbrido, un ensayo, un juego? Más allá de que todo eso finalmente no importe –estamos ya fuera de la era en la que esas definiciones eran necesarias–, tampoco es fácil tener en claro en qué consiste Actor Martinez: ¿qué busca, hacia donde va, cuál es la idea regidora?

De todos modos resulta una propuesta por momentos fascinante y en otros, al menos, curiosa. Los directores se interpretan a sí mismos, convocados por un tal Arthur Martinez, un técnico que también es actor ocasional y que los llama para que filmen una película con él. Arthur quiere hacer un largometraje comercial, pero los realizadores lo convencen de rodar algo ligado a su vida. El problema es que su vida no parece ser ni muy interesante ni dramática lo que lleva a ir armando una suerte de historia en el proceso, convocando actores, teniendo sesiones de casting y reuniones de producción para resolverlo.

Pasando, al parecer, del documental a la ficción, Actor Martinez se centra luego en las complicaciones que aparecen cuando Ott y Silver contratan a una actriz profesional para que sea su “love interest” en la trama y tampoco ella parece entender muy bien de qué va el juego ni parece gustarle jugarlo. Finalmente, la película termina siendo una suerte de ensayo sobre lo que implica hacer cine ultraindependiente donde las vidas reales y las ficticias de los participantes se confunden, donde el caos reina, la “explotación” de los no actores está siempre rondando y los géneros fluctúan todo el tiempo. Menos interesante son los debates en los que los actores hablan de sus complejos “procesos” de trabajo (hay algo excesivamente preparado y hasta falso en la crisis del actor que no entiende a su personaje) pero dentro de esta mezcla de ensayo y detrás de escena de un filme independiente esas situaciones tienen su lógica también. Un film confuso, fascinante y rico para el debate. DIEGO LERER





-Cump4rsit4
 (Argentina, 2016, 77'), de Raúl Perrone (con música en vivo) ★★★✩✩

Crítica completa de Josefina Sartora



-Austerlitz (Alemania, 2016, 95'), de Sergei Loznitsa ★★★★✩

Director de gemas de ficción (In the FogMy Joy) y documentales (MaïdanThe Event), Loznitsa llevó su cámara al predio donde funcionó el campo de concentración nazi de Sachsenhausen, hoy convertido en una atracción del turismo masivo. En efecto, miles de personas recorren el lugar comiendo, charlando, leyendo folletos, escuchando audiotextos o a guías en todas las lenguas, fotografiando, filmando y sacándose selfies con las celdas o los hornos crematorios de fondo. Planos fijos, imágenes en blanco y negro, sin comentarios agregados, pero con una capacidad de observación y de escucha (el trabajo con el sonido es fundamental) para una película de múltiples capas e implicancias en su exploración de la memoria y la sociedad de consumo. El portón de hierro en la entrada con la frase de los nazis “Arbeit macht frei” (algo así como “El trabajo libera”) adquiere un sentido aterrador. Una experiencia fascinante y conmovedora a la vez. DIEGO BATLLE





-A Quiet Passion (Reino Unido / Bélgica, 2016, 126'), de Terence Davies ★★★★★

Que Terence Davies tiene una sensibilidad particular para retratar a sus heroínas, para acercarse a lo femenino, es algo que ya sabíamos. Su cariño hacia los personajes que retrata venía de haber sido puesto a prueba con Sunset Song (2015, que pasó por el Festival de Mar del Plata). Pero acercarse a la trágica vida de la poetisa Emily Dickinson sin caer en excesos, explotación o golpes bajos confirma que estamos ante uno de los grandes cineastas del presente. La biografía imaginada por Davies no elude el encierro, los desengaños amorosos, las pérdidas familiares y la cruel enfermedad, pero encuentra en las cartas y la poesía la vía para la evasión y la libertad, para el humor y el cariño. En la presentación de la película en el Friedrichstadt Palast, el director, tras la proyección, se disculpó por la historia que venía de contar (Cynthia Nixon cumple con los excesos requeridos por el melodrama, género en el que Davies siempre abreva, de una u otra manera) y agradeció las risas que se habían escuchado en la sala. Excepcional prodigio que el realizador de Del tiempo y la ciudad logra, sin descuidar su habitual búsqueda de belleza formal y la atención por la reconstrucción de época, en una película que no deja de crecer con el paso del tiempo. FERNANDO E. JUAN LIMA

Crítica completa de Josefina Sartora

Y otra crítica de Diego Lerer



-Des nouvelles de la planete Mars (Francia / Alemania, 2016, 101'), de Dominik Moll ★★★★✩

Raramente las comedias participan en las secciones oficiales de los festivales internacionales. Y, cuando lo hacen, no son lo suficientemente reconocidas. Uno tiene la sensación que pasará algo así con esta película de Dominik Moll que se presentó fuera de competencia en la Berlinale. Y sería una lástima, ya que es una muy buena comedia, de las que dejan en evidencia que películas de este tipo cada vez hacen más falta en los festivales. A diferencia de Le fils de Joseph, de Eugene Green, que sí tiene la especificidad de una “comedia festivalera”, el film de Moll responde más a las características típicas de una comedia comercial que bien podría formar parte del plan de estrenos anual del cine francés o adaptarse con pocas modificaciones a Hollywood. Es la historia de un loserlleno de buenas intenciones, al que todo parece salirle mal. François Damiens encarna a Philippe Mars, un programador de computadoras divorciado y con dos hijos adolescentes, al que la ex mujer le deja a los "chicos" para irse a trabajar por un tiempo al exterior, lo ponen a controlar a Jerôme (Vincent Macaigne), un colega laboral bastante desquiciado, y para colmo tiene que soportar las locuras de su hermana y las particulares personalidades de sus niños. El trata de hacer siempre “lo correcto” pero tiene el “no” difícil y da la impresión de que la realidad se lo va a llevar puesto.

Estas penurias de Mars –que encima tiene sueños extraños con sus padres que murieron hace poco– se irán sumando cuando su colega termine hiriéndolo accidentalmente en el trabajo y, encima, mudándose a su casa, lo cual conlleva una serie de incomodidades. No sólo porque Jeròme es un personaje bastante abrumador (y abrumado), sino porque además termina haciéndose amigo de su hijo, sumando a la escena a su aún más peculiar novia y enganchando a los Mars en complicadas y potencialmente peligrosas aventuras.

Más allá de algún pequeño toque dramático la película apuesta a la comedia absurda. Y el tono se sostiene y funciona la mayor parte del tiempo, logrando combinar situaciones en extremo delirantes con una honestidad emocional bastante llamativa tomando en cuenta los momentos casi ridículos que le toca vivir a Philippe. El director de Harry, un amigo que te quiere bien consigue que buenos gags y personajes (con dos actores magníficos para interpretarlos) confluyan efectivamente entregando una película que, además de momentos muy graciosos, tiene un sincero aunque extrañado realismo dramático que hace que uno jamás pierda de vista las confundidas emociones de un personaje que quiere hacer las cosas bien pero a quien le sale todo mal… hasta que las circunstancias lo llevan a convertirse en otra cosa. Una simpática y bienvenida sorpresa en la Berlinale. Deberían haberla puesto en competencia, considerando muchas de las películas mediocres que hay allí. DIEGO LERER





-Captain Fantastic / Capitán Fantástico (Estados Unidos, 2016, 120'), de Matt Ross ★★★½ 

Revelación de los festivales de Sundance, Palm Springs y Cannes, este segundo largometraje de Matt Ross tiene, sí, varios de los “vicios” del cine indie norteamericano y referencias ineludibles (algo del cine de Wes Anderson, de Pequeña Miss Sunshine y sigue la lista), pero también una propuesta ingeniosa y una construcción dramática que funciona al punto de convertirla en un crowd-pleaser con todas las de la ley. Viggo Mortensen (¡que toma mate en varias escenas!) es el patriarca de una familia con seis hijos que vive en medio de la selva, con mínimo contacto con el mundo y un riguroso entrenamiento físico e intelectual (su principal profeta es ¡Noam Chomsky!). La muerte de la madre genera la reacción de los parientes “urbanos” y, tras un segmento típico de road-movie, la llegada de los “salvajes” (que en realidad son brillantes en cuando a formación) complicará aún más las cosas. ¿Es posible hoy sostener una educación alternativa, una vida en comunidad alejada de la civilización? Estos neo-hippies bien de izquierda lo intentan y la película los acompaña, los quiere, pero también muestra sus flaquezas, errores y contradicciones. Si no fuese por una musicalización ampulosa y subrayada y algunos golpes de efecto innecesarios, estaríamos ante una película decididamente audaz y provocativa. Aun con sus desniveles y sus momentos demagógicos, se trata de una buena apuesta del indie norteamericano. DIEGO BATLLE



-La Mort de Louis XIV (Francia / España, 2016, 115'), de Albert Serra ★★★★✩

Agosto de 1715. El rey Luis XIV vuelve de un paseo y siente un terrible dolor en una de sus piernas. Los médicos analizan la infección. El monarca cada vez se puede mover menos. La fiebre sube. El protagonista de 72 años casi no se alimenta. La inquietud aumenta. Es el inicio de la lenta agonía. La gangrena... Ese es el eje de este nuevo trabajo del catalán Albert Serra. El director de Honor de Cavalleria, El cant dels ocells e Història de la meva mort filmó en francés, con bastante más despliegue de producción y una muy cuidada fotografía de Jonathan Ricquebourg. Pero el gran placer de esta película es, sin dudas, ver al inmenso Jean-Pierre Léaud en el papel principal. El le pone el rostro (y el cuerpo) a un rey en decadencia, en caída libre. Quien fuera el niño Antoine Doinel en 1959 aparece aquí como un hombre que carga sobre sus espaldas el poder, la responsabilidad, pero también la sensación de ya no poder y ya no ser, de inminente despedida final. Otro valioso aporte de ese icono de la cinefilia radical que es Serra, aquí obsesionado con continuar el legado de La toma del poder por parte de Luis XIV, de Roberto Rossellini. DIEGO BATLLE





-Destruction Babies (Japón, 2016, 108'), de Mariko Tetsuya ★★★★✩

Una de las películas más extremas de Locarno, lo que es decir lo extremo de lo extremo. Uno de esos films con los que uno se ve tentado TODO el tiempo a abandonar la sala. Por suerte, resistí mis impulsos más íntimos y me quedé los 108 minutos para ver esta provocadora, contradictoria e hiperviolenta propuesta. Una patada al hígado y a la cabeza, como la que recibe (y da) a cada minuto uno de los protagonistas. Una cruza entre La naranja mecánica, Tarantino y la tradición más sádico-masoquista del cine japonés (hay algo de Kitano aquí, pero en la comparación Takeshi queda como el muñeco Barney). Dos hermanos adolescentes viven en Mitsuhama, ciudad-puerto gris y anodina. Ellos fueron abandonados por sus padres y se alojan en un astillero. Uno de ellos, Shouta, es bastante inocente y bienintencionado; el otro, Taira, es un ser monstruoso, un joven cuyo único sentido en la vida parece ser agarrarse a trompadas en cualquier esquina: golpear y ser golpeado hasta quedar inconciente. Luego entrarán en escena otro muchacho y una chica china que seguirán a Taira en su desenfrenado raid violento que parece no tener límites. Algunos podrán catalogar a este film de irresponsable en su regodeo, en su exposición pornográfica de la violencia. Puede que algo de eso haya. Pero les aseguro que Mariko Tetsuya sabe lo que hace, los riesgos que corre. Y, además, filma bien. Muy bien. DIEGO BATLLE



-La Belle Dormant (Francia, 2016, 82'), de Adolfo Arrieta 

Crítica completa de Violeta Kovacsis




-
Doctor Strange: Hechicero supremo (Estados Unidos, 2016, 115'), de Scott Derrickson ★★★★✩

La crítica será publicada cuando se estrene comercialmente en Argentina (24 de noviembre), pero esta nueva película de Marvel encuentra en su espíritu tragicómico, en la actuación llena de matices de Benedict Cumberbatch, en el festival de efectos visuales a-la-El origen y en un tono que va de lo místico a lo lisérgico y de allí de regreso al cómic sus mejores e irresistibles atributos. DIEGO BATLLE



-Lo and Behold, Reveries of the Connected World (Estados Unidos, 2016, 98'), de Werner Herzog 

En un momento de la película Ted Nelson, pionero de internet, le cuenta a Herzog su visión de lo que debería ser la red y la conectividad. Al final, añade que, en general, todo el mundo le considera un loco. “Para mi, usted es el más cuerdo”, le responde el director. Emocionado, el entrevistado no puede más que sacarle una foto al cineasta. Cómo llega Herzog a encontrar a estos “personajes” no parece un gran misterio: muchos de los testimonios de Lo and Behold son figuras ineludibles a la hora de hablar del nacimiento, desarrollo y posible futuro de Internet. La pregunta debería ser otra: ¿qué hace el director para establecer esta relación con sus entrevistados, para dejar que se presten a un retrato que a menudo se mueve entre la fascinación por el discurso y una extrañeza que sobrevuela el plano?

Por Lo and Behold pasan un hacker que espió al FBI, un investigador de la Carnegie Mellon University que sostiene que en el año 2050 los robots podrán ganar el Mundial de fútbol, un hombre que, décadas atrás, tenía una agenda en papel con los contactos de todos aquellos que tenían internet… en el mundo! Sin embargo, bajo lo anecdótico, Herzog esconde un discurso profundamente humanista sobre la que seguramente es la revolución más grande de los últimos tiempos. El cineasta se empeña en poner en escena fórmulas y servidores, la parte más física de internet. En el mismo sentido, del hacker le interesa el discurso según el cual detrás de cualquier infiltración existe una negligencia humana (es posible quebrar la seguridad de una empresa como Motorola con un par de llamadas). Con los robots futbolistas, Herzog se sorprende pensando que quizá puedan ser mejores que Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar. Y, finalmente, se pregunta, en una pirueta puramente herzogiana, si internet sueña consigo misma; una cuestión que sus inquietos entrevistados responden fascinados ante el tremendo reto.

En momentos en que el cine parece enfrentarse a un importante problema de representación (¿Cómo se filma lo virtual? ¿Cómo mostrar Internet? ¿Cómo revelar lo intangible?), el director de Aguirre, la cólera de Dios ha hecho una película que presenta, analiza, disecciona y finalmente piensa sobre uno de los pilares del ser humano del siglo XXI. Lo hace con ironía, con vocación crítica y con humanismo, moviéndose en la fina línea entre el documental y la ciencia ficción, la misma que atravesaban propuestas como The Wild Blue Yonder Fata Morgana; esa frontera entre la realidad y el disparate que convierte a Herzog no sólo en uno de los directores más importantes de la historia del cine, sino también en uno de los grandes pensadores de un presente complejo. VIOLETA KOVACSIS





-La idea de un lago (Argentina / Suiza / Qatar, 2016, 82'), de Milagros Mumenthaler ★★★★½

Crítica completa de Diego Batlle



-Operación Avalancha / Operation Avalanche (Estados Unidos, 2016, 93'), de Matt Johnson ★★★★✩

Original e ingeniosa, la nueva película de Johnson (The Dirties) se presenta como un falso documental acerca de un grupo de cineastas que es contratado por la CIA para encontrar a un espía ruso que estaría complicando los planes de la NASA de llegar a la Luna en 1969. Pero lo que descubren es peor: que la NASA no tiene forma de llegar a la Luna en tiempo y forma y ellos se ofrecen a engañar al mundo armando un falso alunizaje. La historia ya conocida de que la llegada a la Luna no existió y fue todo una estafa armada para la TV es explotada al máximo aquí, incluyendo la participación de Stanley Kubrick quien, siguiendo estas teorías, estuvo involucrado con la trampa, aunque aquí de una manera diferente a la de la “leyenda”.

La película reconstruye con material en Super 8 y 16mm, y de una manera muy creíble, el look y la estética de la época y pone en el centro a este grupo de nerds buscando la forma de falsear la llegada a la Luna con los recursos más ridículos. Lo que no imaginan es que, una vez cumplida su misión, la NASA querrá guardar su secreto. Y ellos pasarán a convertirse en un problema. Con un humor inteligente y ácido que funciona la mayoría de las veces, la película de Johnson más que sembrar dudas con la misión del Apollo 11 (a algunos se las generará, ya que es muy convincente su reconstrucción) es una mirada irónica a uno de los momentos más ridículos y absurdos de la Guerra Fría: la obsesión por llegar primero a la Luna y ganarle la carrera a la Unión Soviética. Obsesiones que pueden volver en cualquier momento… DIEGO LERER





-Mister Universo (Bélgica, 2016, 90'), de Tizza Covi y Rainer Frimmel ★★★½

Crítica completa de Diego Batlle



-Rester Vertical (Francia, 2016, 100'), de Alain Guiraudie ★★★★✩

Rester Vertical significó el ascenso del siempre provocativo Alain Guiraudie a la Primera División de Cannes. Tras presentar películas en la Quincena de Realizadores como Le Roi de l'évasion y ser premiado en Un Certain Regard con El desconocido del lago, llegó a la sección principal con Rester Vertical, desconcertante y a la larga fascinante tragicomedia sobre esos típicos perdedores (siempre al borde del patetismo, pero finalmente queribles) que conforman su cine.

Con algo del humor absurdo y la desolación del cine de Bruno Dumont, Todd Solondz y Aki Kaurismäki, Guiraudie narra las desventuras de Leo (Damien Bonnard), un guionista y director sin demasiada inspiración que recorre la campiña del sur, se obsesiona con unos lugareños y se enamora de una pastora de ovejas, con quien tendrá un bebé que luego quedará a su exclusivo cuidado (la paternidad es uno de los temas que recorre el film). 

La película va desde la road-movie más terrenal hasta un final mítico, con reminiscencias bíblicas. Un antihéroe lleno de contradicciones y en caída libre, personajes que están siempre en los bordes, imponentes lobos y situaciones extremas (desde sexo explícito hasta el suicidio asistido) tratadas con absoluta libertad y sin solemnidades conforman el universo único de uno de los directores más personales del cine francés. DIEGO BATLLE





-Paterson (Estados Unidos, 2016, 115'), de Jim Jarmusch ★★★★½

Crítica completa de Diego Batlle



-Sieranevada (Rumania, 2016, 173'), de Cristi Puiu ★★★★✩

Algo similar a lo de Guiraudie ocurrió con Cristi Puiu, quien -luego de presentar Stuff and Doughen la Quincena de Realizadores y La noche del señor Lazarescu y Aurora en Un Certain Regard- fue “promovido” a la lucha por la Palma de Oro con Sieranevada (así, como pronuncian los rumanos Sierra Nevada), película que, claro, dividió en dos a la prensa: cinéfilos extasiados vs. cronistas irritados.

El film -construido con larguísimos planos secuencias con la cámara siguiendo a los personajes pero siempre desde una posición fija- describe durante tres horas y casi en tiempo real el (des)encuentro de un grupo familiar, durante el cual aflorarán el dolor por una reciente muerte, las diferencias generacionales, ideológicas (los comunistas contra los monárquicos) y religiosas, mientras entran y salen de escena (hay algo teatral en la propuesta) decenas de personas, se cocina, se discute sobre política internacional y se sacan los trapos más sucios al sol.

Puiu elude a pura inteligencia y virtuosismo las trampas del costumbrismo, ofrece un panorama amplio, crudo y desgarrador sobre la realidad de su país, y le saca todo el jugo posible a un grupo de brillantes actores capaces de sintonizar a la perfección con su ambiciosa propuesta narrativa. Otro magnífico exponente del por ahora inagotable nuevo cine rumano. DIEGO BATLLE





-Safari (Austri, 2016, 90'), de Ulrich Seidl ★★★★✩

Crítica completa de Carlota Moseguí



-The Age of Shadows (Corea del Sur , 2016, 140'), de Jee-woon Kim ★★★½

Al director al que conocimos en algún BAFICI con The Foul King (2000) le basta con su oficio y capacidad de narrar, con su habilidad para jugar con los géneros corriendo un poco los  límites, para dotar de algo de alma a esta surperproducción surcoreana que representa a su país en la lucha por el Oscar extranjero. Lo que en otras manos podría haber quedado en esas lustrosas reconstrucciones de época a la que el mainstream asiático es tan afecto, en las del director de A Bittersweet Life (2005, posiblemente su mejor película), The Good, the Bad, the Weird (2008) y I Saw the Devil (2010) se transforma en una obra en los que los destellos de deformidad resultan ser lo más interesante. Es cierto que este posiblemente sea su film menos logrado (sólo Doomsday Book, de 2012, podría disputarle ese lugar) y que la desilusión es mayor si se piensa que el director pudo incluso cumplir con éxito su "experiencia hollywoodense" con el neo-western El último desafío, protagonizado por Arnold Schwarzenegger (único título del realizador que se estrenó comercialmente en nuestro país). Ambientada en la década de 1920, durante la ocupación japonesa, la película gana en la acción y en el thriller con foco en la resistencia coreana, en los momentos en los que la tensión y la violencia logran romper con el estatismo decorativo seguramente impuesto por los estudios para este tipo de producto. FERNANDO E. JUAN LIMA





-The Dreamed Path (Alemania, 2016, 86'), de Angela Schanelec ★★½

A seis años del estreno de Orly había bastante expectativa por este regreso de la directora alemana, pero ha sido una de las decepciones de esta edición. La directora de Marseille narra dos historias independientes y separadas por 30 años, aunque con un elemento que las conectará cerca del final: la primera, ambientada en Grecia durante la década 1980; la segunda, en la Berlín de estos tiempos. Son historias de amor y luego de crisis de parejas, con sus idas y vueltas, marchas y contramarchas. Pero la película -que el programador Mark Peranson definicó como “bressoniana”- resulta demasiado críptica y pretenciosa hasta lo inaccesible y lo irritante, con sus encuadres cerrados (el formato de pantalla es casi cuadrado y hay predilección por el plano detalle, por cuerpos con la cabeza cortada). El problema no es tanto el artificio de la puesta y los diálogos o la frialdad emocional sino la sensación de que, detrás de esa estructura tan estudiada, tan calculada no hay demasiado cine. DIEGO BATLLE



-Snowden (Estados Unidos, 2016, 134'), de Oliver Stone ★★½

Crítica completa de Manu Yáñez





-The Woman Who Left (Ang Babaeng Humayo, Filipinas, 2016, 226'), de Lav Diaz ★★★★✩

Crítica completa de Josefina Sartora



-The Dreamed Ones (Austria, 2016, 89'), de Ruth Beckermann ★★★½

La veterana Ruth Beckerman incursiona por primera vez en algo parecido a un film de ficción (en realidad, un híbrido con el documental y el ensayo) con este proyecto que reconstruye la larga y apasionada relación -sobre todo epistolar- entre los poetas Paul Celan (rumano, judío, sobreviviente de los campos de concentración y con sus padres muertos en el Holocausto) e Ingeborg Bachmann (austríaca e hija de un nazi) durante más de dos décadas: desde fines de los '40 hasta principios de los '70 (ambos murieron en 1970 con pocos meses de diferencia y antes de cumplir los 50: él se ahogó en el río Sena de París; ella, a causa de un incendio). La directora se basa en las más de 200 cartas que se enviaron y pone a dos muy sólidos y magnéticos intérpretes (Laurence Jupp y Anna Plaschg) a leer esos fascinantes y desgarradores textos en un estudio de grabación. Ella y su director de fotografía Johannes Hammel apuestan a la sobriedad y el rigor (por momentos abusando un poco del primer plano que hace demasiado angustiante y asfixiante la propuesta), pero consiguen momentos de distensión cuando filman a los dos actores entre toma y toma mientras fuman y charlan sobre tatuajes, música y amores. Un film bello y demandante a la vez, en la línea de la reciente Correspondências, de la portuguesa Rita Azevedo Gomes. DIEGO BATLLE





-Three (Hong Kong, 2016, 88'), de Johnnie To ★★★★✩

Crítica completa de Diego Batlle



-Visita ou memórias e confissões (Portugal, 1982, 68'), de Manoel de Oliveira 

En su última visita a España, el cineasta portugués Joaquim Pinto, que durante muchos años trabajó como productor y técnico de sonido, comentaba con un grupo de espectadores el rodaje de una película secreta de Manoel de Oliveira, que habían rodado en la que fue su casa durante muchos años, y justo antes de que Oliveira tuviera que venderla para poder pagar sus siguientes rodajes. Pinto contaba cómo aquella película, pequeña, secreta, rodada casi en silencio, estaba pensada como una triple despedida: de la casa que habitó Oliveira durante mucho tiempo, del cine, que él pensaba que tendría que abandonar pronto, y de la vida, que muchos daban casi por finalizada ya por aquel entonces. Oliveira, rodeado de un equipo de fieles, rodó la película, la montó, la terminó, y después de enseñársela al equipo, la depositó en la Cinemateca Portuguesa bajo la promesa de que solo se vería después de su muerte. Han tenido que pasar 33 años, toda una vida, para que finalmente saliera a la luz ese testamento filmado en vida, que se presentó tras la muerte de Oliveira en Oporto, posteriormente en Cannes, y que recorre desde entonces el mundo como adios último del cineasta portugués. GONZALO DE PEDRO AMATRIA





-Wet Woman on the Wind (Japón, 2016, 77'), de Shiota Akihiko ★★★★½

Crítica completa de Diego Batlle



-Sarah Winchester (Francia, 2016, 24'), de Bertrand Bonello 

En la pasada edición del FID Marseille, el francés Bertrand Bonello estrenó este singular trabajo en torno a la vida de la mujer del heredero del imperio Winchester, que acumuló dinero, riquezas y poder gracias a las ventas millonarias de su más famoso invento, el rifle de repetición Winchester, vendido primero bajo el nombre de rifle Henry, que cambió el transcurso de la Guerra Civil americana, multiplicando las muertes al tiempo que aumentaban las ganancias de la familia. La película de Bonello se centra en la desgraciada historia de Sarah, casada con el hijo único del fundador del imperio, que vio como su vida se transformaba en un infierno emocional, de dolores, soledad, enfermedad y muerte conforme crecían exponencialmente sus riquezas basadas en la destrucción y en la muerte ajenas. 

La propuesta de Bonello, sin embargo, no pasa por la identificación emocional, por el trabajo con el drama, sino que explora su representación a través de los ensayos fallidos de una bailarina y un músico que tratan de levantar infructuosamente una opera sobre la vida de la misma Sarah Winchester. Juego de espejos y representaciones, alejada del psicologismo narrativo, y más cercano al espiritismo y la invocación de fantasmas, reales, literarios o cinematográficos. Sobre las repeticiones fallidas, sobre los ensayos, Bonello superpone dibujos, textos, y una leve ficción fantasmagórica en torno a la figura de la hija muerta del matrimonio, que deambula por entre las tramoyas de la Opera de París, vinculando así la película con esa larga tradición de fantasmas operísticos, y usándola como base para esa recreación imposible de una vida ajena, muerta, fantasmal, y profundamente dramática. GONZALO DE PEDRO AMATRIA





-Yourself and Yours (Corea del Sur 2016 86 Hong Sang-soo ★★★★✩

Crítica completa de Josefina Sartora

Y otra crítica de Diego Lerer



-Bring the Head of Tim Horton (Canadá, 2015, 31'), de Guy Maddin y Evan Johnson ★★★★½

Una de las mejores películas de la pasada Berlinale, Bring Me the Head of Tom Horton es la segunda colaboración de Guy Maddin con Evan Johnson. Este tándem de lujo que en 2015 presentaron en el Forum de Berlín la incomparable The Forbidden Room, regresa ahora con un trabajo que remite a Vampir Cuadecuc, la gran película de Pere Portabella. Las técnicas de alteración de sonido e imagen han mejorado desde que Pere Portabella realizó su propia interpretación del mito de Drácula, deformando el material de archivo que filmó durante el rodaje de la película setentera de Jess Franco, Conde Drácula. Maddin y Johnson parten de la misma premisa, aunque no deconstruyen un film de vampiros, sino Hyena Road, la superproducción de Paul Gross sobre la guerra de Afganistán. Según explica la voz en off de Maddin, ha sido contratado para hacer de extra en el film de Gross, y en los tiempos muertos se dedica a filmar el set del rodaje por placer. Esta breve pieza cómica combina brillantes momentos de humor con reflexiones sobre la puesta en escena de la violencia en el séptimo arte. A la postre, Maddin expresa con claridad meridiana su desprecio por esta gratuita exhibición de violencia, que él considera la base del cine bélico comercial. En palabras del autor de My Winnipeg, esta clase de películas son la antítesis de la poesía porque, queriendo mostrar la desgracia humana, la menosprecian y la falsifican vilmente. CARLOTA MOSEGUÍ



-Le Cancre (Francia, 2016, 76'), de Paul Vecchiali ★★★✩✩

La nueva película del mítico y veterano (86 años) director Paul Vecchiali fue destrozada por buena parte de la crítica tras su estreno en Cannes. Nada más injusto. Está claro que no es ninguna obra maestra, pero esta tragicomedia que lo tiene también como protagonista regala varios buenos momentos y notables intérpretes. El cine ampuloso del director de Maladie y Once More nunca ha sido demasiado virtuoso en lo formal y aquí se nota el apuro y se percibe cierta desprolijidad, pero también una vitalidad que remite a la filmografía de Manoel de Oliveira.

Vecchiali es Rodolphe, un anciano de buen pasar que -ya enfermo- hace un repaso de su vida y, sobre todo, de las mujeres que amó y lo amaron. Mientras su hijo se empecina en demostrarle que ya no puede vivir solo, él va teniendo diferentes encuentros en la casa. Lo acompaña un verdadero seleccionado del cine francés que incluye a Édith Scob, Françoise Lebrun, Mathieu Amalric y Catherine Deneuve, entre muchos otros. Hay, sí, pasajes medio patéticos y otros delirantes (como una secuencia musical). Vecchiali está más allá de las modas y las imposiciones. Hace lo que quiere y esa libertad es para celebrar. DIEGO BATLLE


También se exhiben en esta sección:

-Aux quatre coins (Francia, 1949, 20'), de Jacques Rivette 

-Le divertissement (Francia, 1952, 45'), de Jacques Rivette 

-Le quadrille (Francia, 1950, 40'), de Jacques Rivette

-Los 4 golpes (Francia / Argentina, 1962, 3'), de François Truffaut 

-Moana: Un mar de aventuras (Estados Unidos, 2016, 103'), de Ron Clements y John Musker

-Autumn Days (Taiwán, 2015, 24'), de Tsai Ming-liang 

-Afterimage (Polonia, 2016, 98'), de Andrzej Wajda 

-Antiporno (Japón, 2016, 101'), de Sono Sion 

-Assalto al cielo (Italia, 2016, 72'), de Francesco Munzi 

-Below Her Mouth (Canadá, 2016, 90'), de April Mullen

-Take Me Home (Irán, 2016, 16'), de Abbas Kiarostami 

-Tunnel (Corea del Sur, 2016, 126'), de Seong-hun Kim 


Más críticas de esta sección por Diego Lerer en nuestro blog Micropsia


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-La directora de Hijo mayor obtuvo unos de los máximos reconocimientos de la sección dedicada a primeros y segundos largometrajes de la 78ª edición de la muestra suiza.
-El Leopardo de Oro de la Competencia Internacional fue para Two Seasons, Two Strangers, del japonés Sho Miyake.

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Las películas del suizo Fabrice Aragno y de las italianas Valentina y Nicole Bertani se presentaron en la sección central de la muestra suiza.

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El cine nacional estuvo representado en la competencia dedicada a primeros y segundos largometrajes por dos óperas primas de ficción (Kang tiene destacados antecedentes en el documental) que tuvieron sus estrenos mundiales en la prestigiosa muestra suiza.

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El director de Let The Summer Never Come Again (2017) y What Do We See When We Look at the Sky? (2021) estrenó en la sección principal una road movie que propone un viaje de la ciudad al campo con un padre que va en busca de su hija.

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