Críticas
Leones, de Jazmín López
Caminante no hay camino...
Una más que auspiciosa ópera prima de esta joven directora argentina.
Leones (Origen: Argentina-Francia-Holanda/2012). Guión y dirección: Jazmín López. Con Julia Volpato, Macarena del Corro, Pablo Siga, Diego Vegezzi y Tomás Mackinlay. Fotografía: Matías Mesa. Edición: Benjamín Domenech y Jazmín López. Sonido: Julia Huberman. Duración: 83 minutos. Salas: 3. En el MALBA (Figueroa Alcorta 3415), todos los viernes, a las 20. En la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Corrientes 1530), del jueves 9 al miércoles 15 de mayo, a las 19.30 y 22; del jueves 16 al miércoles 22 de mayo, a las 17 y 22; del jueves 23 al miércoles 29 de mayo, a las 14.30 y 19.30. Y en el Hoyts de Salta.
Sobre la directora: Nació en Buenos Aires en 1984. Se graduó como directora en la Universidad del Cine, donde actualmente enseña. Dirigió los cortos Parece la pierna de una muñeca (BAFICI 2007), Juego vivo (BAFICI 2008) y Te amo y morite (BAFICI 2009). También es artista plástica. Leones es su primer largometraje.
Sugerente, esquiva, extraña: la opera prima de Jazmín López juega con las expectativas de los espectadores de maneras que no parecen en principio evidentes. En cierto modo, durante buena parte de su relato, uno puede tener la sensación de estar viendo otra tangente estilística de las tantas que suman esa serie de formas y motivos que muchos han dado en llamar Nuevo Cine Argentino: adolescentes que juegan a la seducción, caminatas por los bosques, diálogos en apariencia intrascendentes y dichos sin inflexión dramática alguna, largos planos secuencia y muchos silencios.
De vuelta, la primera impresión que se tiene es que alguien bebió de todas esas influencias (desde el cine de Lucrecia Martel y Lisandro Alonso hasta los más recientes de Matías Piñeiro y Delfina Castagnino, pasando por Celina Murga y tantos otros) y entregó un elegante “mash-up” del que lo mejor que se podría decir es que está extraordinariamente fotografiado (por el experimentado DF y operador de steadycam Matías Mesa) aunque actuado en ese tono “bressoniano” (o del teatro off: gente que no dialoga, sino que habla en paralelo) que no todo el mundo maneja igual de bien.
Pero la película no es eso. Ni siquiera está ahí, sino en otro lado. Y el juego que ha armado López hace que esa otra película que se esconde por debajo de la que creemos estar viendo salga a la luz de forma muy tangencial, de a poco, a través de recursos indirectos, inesperados. Es una película cuya textura lleva al espectador a perderse en las imágenes y hasta a distraerse en esa contemplación, pero a la vez le pide una concentración máxima si es que desea atar los hilos de lo que verdaderamente está sucediendo.
Es curioso, pero Leones tiene muchos puntos de contacto con una película reciente con la que parecería no compartir filiación alguna: The Cabin in the Woods (La cabaña del teroor), el film escrito por Joss Whedon. No sólo por su título y planteo original (aquí también se cuentan las desventuras de un grupo de cinco jóvenes buscando una cabaña en medio de un bosque), sino por el hecho de que uno cree ver algo muy distinto a lo que realmente está sucediendo. Es, en cierto modo, una versión “arty” del cine fantástico, más cerca finalmente de Andrei Tarkovsky que, digamos, de Lisandro Alonso (aunque nunca se sabe si a Alonso no le dará por entrar en ese terreno tarde o temprano)...
Esos cinco chicos que caminan por un bosque (la película se filmó en su mayoría en Bariloche) parecen girar sobre su propia sombra sin poder encontrar la cabaña ni la laguna que vinieron a buscar en una aparente salida de fin de semana. Podrían, vuelvo a las comparaciones, paPrecer personajes de un film de Matías Piñeiro, con sus juegos de palabras (un pasatiempo del camino es jugar a armar frases de seis palabras; en otro momento alguien lee lo que parece ser una bastante críptica poesía; escuchan conversaciones en un viejo casete) y enredos sentimentales indescifrables y cruzados. Ok, personajes de Piñeiro pero en un escenario más propio de Los salvajes, de Alejandro Fadel…
Pero hay pistas, dando vueltas en el bosque, que dan a entender que otra cosa es la que está sucediendo, cosas que llevan el relato a otro terreno. Para no entrar en spoilers, uno debería detenerse acá y dejar que el espectador haga su propia investigación a partir del material. Confieso que, acostumbrado a lo que suelen ofrecer las películas de este tipo, tuve que verla dos veces para captar cosas que se me habían pasado. Se entiende: la contemplación tiende a generar un espectador algo distraído, pero Leones recompensa al que no lo está, al que lo sigue como un film de suspenso y no como a una “no historia” de gente que camina por un bosque.
La fotografía de Mesa -como decía al principio- es parte integral del relato. Operador de Steadycam de decenas de películas argentinas e inclusive de los títulos más contemplativos de Gus Van Sant (empezando por Gerry, film con algunos puntos en común con éste, y siguiendo con Elefante y Los úlitmos días), aquí sostiene planos secuencia larguísimos (algunos superan los 10 minutos) siempre encontrando imágenes intrigantes y seductoras que llevan al espectador a meterse en ese oscuro territorio, a veces con tanta fascinación que se nos puede pasar alguna información narrativa importante.
Algo menos convincente me resulta a mí el trabajo de los actores. Las rutinas, juegos, frases y “diálogos” están por momentos dichos de manera tal que resultan anodinos. Es clara la intención de esconder los secretos del guión en esa banalidad de las conversaciones (de hecho, viéndola por segunda vez las cosas quedan mucho más claras en eso aparentemente intrascendente que dicen), y el problema no son necesariamente los diálogos escritos por López. Es que ese tono neutro y monocorde requiere de una destreza y habilidad de parte de los actores que aquí no siempre se logra sostener, al punto tal que se corre el riesgo de perder el interés por los misterios e intrigas del film por eso. Cuando los personajes te fastidian quizás más de lo que te interesan, se entra en una zona peligrosa de la que no muchos films vuelven. Pero la película, con algo de esfuerzo, logra salir de eso.
De hecho, en las escenas silenciosas (una dentro de un auto, otra bajo el agua, todo el final, la música de Sonic Youth) el film gana en gravedad y seducción, cosas que muchas veces se desdibujan cuando los actores tratan de decir lo suyo en el ritmo coreográfico preciso y ajustado de palabras y movimientos que la película les exige. Son las pequeñas pistas y rarezas que encontramos en el camino -además de la sensación de estar metiéndonos cada vez en terrenos más peligrosos o enrarecidos- las que nos convocan y seducen, las que nos llevan a mirar todo con ojos, digamos, más “lynchianos” y no tan realistas.
Ese juego, finalmente, es el que eleva la película hasta transformarla en otra cosa. Es como si alguien tomara todos esos elementos que son parte y casi cliché del cine argentino de los últimos años e hiciera con ellos un juego macabro, más cercano a La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel, que a cualquiera de los otros parientes de esta cada vez más extraña y fría familia cinematográfica.
Analizar más en profundidad lo que Leones parece decir sobre el Nuevo Cine Argentino sería revelar demasiada información de la trama. Pero, sin dudas, es uno de los elementos más jugosos que brinda esta extraña película: pensarla como una reflexión sobre los últimos quince años de cine nacional y sobre su actualidad.
(Esta crítica fue publicada durante la cobertura de la Mostra de Venecia 2012)
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<p>Con lo buena que está la directora, que importa la peli</p>
<p>4 pendejos perdidos en un bosque y no garchan tampoco los persigue un asesino debe ser una mierda....</p>
<p>Que proeza financiar esta película...</p>
<p>Buenas tardes. Me resultan vacuas las críticas cuando se dirigen a una persona en vez de a la pelicula misma. La obra de arte supera al autor, por ende si hay crítica se debería hacer sobre la pelicula y no sobre la persona misma. Por lo contrario carece de objetividad y parece que la critica está inspirada en un desprecio o envidia hacia esa persona que ha logrado realizar el film (que de hecho no es una persona sino muchas las que se esfuerzan para llevarla a cabo).</p> <p>También me parece hostil que se diga \"que no se vea\" ya que si la pelicula es realmente mala no es necesario un boicot. Y en el caso que realmente sea mala: no hay derecho a impedir que cada cual se de cuenta por la propia experiencia de ello. No olvidemos que lo bueno, lo malo es relativo, es una mera opinion y perspectiva de quien emite el juicio.</p> <p>Por mi parte: me alegra que haya nuevos surgimientos, nuevas obras, es enriquecedor para la cultura del pais y del mundo, del arte mismo.</p> <p>Saludos</p>
<p>Lo que me pregunte al ver la película es como hizo para conseguir apoyo (tengo entendido que se presentó al concurso de Opera Prima, INCAA y no quedo seleccionada, si lo encontró en fondos extranjeros (más abiertos a este tipo de propuestas): Hubert Balls, Torino, etc). Luego por lo que descifro es un guión de 10 a 20 hojas entre acciones y diálogos (generalmente de 80 a 100 hojas aprox.) ¿Cómo vendes este tipo de proyectos, más si se trata de una primer película? Seguramente la idea tuvo el enganche suficiente y con algunos cortos anteriores dieron el aval suficiente.</p> <p>Pasando todas esas barreras luego viene la película: voy a hablar desde el punto de vista formal, ya que para mi opinión es una película formal (se debilita la trama para poder armar este juego más atmosférico que narrativo) Por momentos quiere encontrar el terreno de la instalación (la toma de 360 grados y su cambio de velocidad en toma logra un extrañamiento en el movimiento de las hojas, mostrando lo surreal del espacio-tiempo (desvirtuado), el giro se completa y la toma de lo circular retoma su curso (“Elephant”), logra salirse del relato narrativo (lástima que luego, a mi modo de pensar descifras un significado y pierde libertad, exploración y se coloca en un corsé que termina acomodándose al criterio general) en mi opinión hay un significado concreto: mostrar el movimiento circular de los personajes.rnNo es una película de actores, me animo a decir que la directora tampoco le interesó mucho la dirección de ellos, son piezas para mover, desplazar, pero algo molesta, y no son las frases que recitan (me parece que está logrado y le da originalidad a la película) sino como lo recitan, el problema es que no son actores, entonces me pregunto: la elección es por la combinación que resulta entre ellos, encontrar la mezcla exacta, estética. Pero es un problema a la hora de que estos no actores (o casi todos) deben de decir las frases, o algún diálogo y ahí es cuando fallan, para colmo no esa cosa fácil hablar en ese tono Bressoniano, monocorde, lineal. Otro problema es que al tener que filmar en steadycam se complica la toma de sonido, y se nota cuando está fuera de sincro los labios. Quizás una selección de actores más entrenados hubiera ayudado a resolver este problema.</p> <p>La película se secciona en tres canales (contexto-desplazamientos-información: para mi gusto demasiada, pierde magia, los datos que se van dando de a poco y quedan demasiado (funcionales) creo que menos información hubiera sido más lúdico (toma del grabador que termina en el auricular con la información del accidente: no es necesaria subrayar eso, es más que obvio los elementos presentados anteriormente para entender).</p> <p>Creo que la virtud de la película radica en esa búsqueda o intento de armar algo personal en algo que ya tiene un molde muy fuerte.</p> <p>Escena de Atonioni: juego sin pelota, referencia directa pero no es referencia a su cine, es más un homenaje, funciona, hay muchas referencias o elementos reconocibles y eso pude decepcionar en una propuesta que parece ser más experimental pero que creo que no termina de serlo, por momentos funciona, logra interesar, hay algo en general que más allá de sus errores, gusta, atrapa.rnCon respecto a las tomas de steadycam, que es la herramienta única de toda la película (algunos mencionan a Gus Van Sant “Gerry” ,“Last days” y “Elephant) pero el que lo uso primero y que Gus Vant Sant admite haberle copiado (no hablo del primero que lo utilizó, que fue Kubrick, sino en el modo de utilización) es el director Húngaro Béla Tarr, donde contruyó sus películas en tan solo treinta y pico largos planos (Sántántagó o Werckmeister harmóniák) algo parecido en la construcción de “Leones” (la similitud con esta estética es más que obvia (no me parece mal, es válido, pero al haber tan pocos ejemplos saltan a la vista y uno ya sabe que toda la película va a tener ese estilo (no sé si es bueno o no, pero hay algo en las películas de mantener un criterio, como receta a no quebrar, a no salirse, es vanguardia pero con ciertos límites o miedos a apostar a algo donde uno se sienta desnudo, de no saber de dónde agarrarse y uno se termina cerrando en lo seguro. Me hubiese gustado que se doble la apuesta de Béla Tarr).</p>
<p>Lucas vendría a ser el espectador perfecto de Leones.</p>
<p>«El problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas» Bertrand Russell</p> <p>La película es una reflexión artística sobre un pasado en una dimensión personal. Es claramente hermética en su búsqueda pero hay un intento moderno y generoso de darle un marco lúdico a la película desde la puesta en escena. Creo que el detalle de usar un tema como el de Sonic Youth... siendo el tema que es y en el contexto del que está hablando tanto la película como el tema funciona perfecto para aquellos que quieran hacer el esfuerzo.</p> <p>Pero claro si estas acá escribiendo con una mano en el teclado y la otra en la entrepierna se va a hacer difícil.</p> <p>Yo particularmente no espero nada del cine, me parece un arte muerto y un entretenimiento masturbatoria pero eso no me hace hace dejar de pensar que la posibilidad de ver el mundo desde otros ojos no sea suficiente como para pasar el mejor rato del mundo por poca guita y mirando un entorno audiovisual cuidado, inteligente y sobre todo generoso.rnLeones es claramente la mejor opera prima en mucho tiempo, básicamente porque pude ingresar en su hermetismo con un placer contemplativo.</p> <p>Ojala puedan ir a verla.</p>
<p>El comentario de Mimi está más para el foro de La Nación. Por un lado no vio la película, eso se nota en su primera línea de comentario. Después habla de \"la guita que el público que ve otro tipo de cine está pagando\"... es evidente que no sabe que el cine nacional de cualquier país es fundamental para cualquier cultura, no se define por la cantidad de \"público\" que va o no las salas. Después habla de generalidades tan obtusas como \"no hay gasas ni algodón en los hospitales\", eso es tan tonto como incomprobable. La película además se estrena hoy, cómo sabe que es un \"desatino\" Y para terminar por su \"ironía\" de Iron Man 3 parece que el único tipo de cine válido es ese yo el que lleva millones a las salas. Insisto, la violencia de los que la vieron y llaman al \"no vayan\" y la de los obtusos que no la vieron y hacen elucubraciones por fuera, todavía incluso, del orden lo cinematográfico (ya ni hablemos de la obra en sí, en particular) son parte de la vacuidad del cine actual... son los que piden películas con Darín nada más y las de Hollywood \"esas que la gente quiere ver\" Pobrísimo todo.</p>
<p>Vi esta película en Bafici y no fue como la esperaba. Luego de leer las críticas y las reseñas presentadas, tenía una gran expectativa sobre la misma. Lamentablemente me decepcioné bastante, no me gustaron las actuaciones y me pareció bastante pobre la historia. Sin embargo creo que es muy bueno que se estrenen películas argentinas y podamos apreciar/criticar nuestro cine sin tener que esperar años desde su estreno en Bafici.</p>
<p>Seguro que estamos frente al gran suceso de crítica y público del año ¡Tiembla \"Iron Man 3\"! ¿Hasta cuándo estos snobs van a seguir filmando con la guita que el público que ve otro tipo de cine está pagando?</p> <p>Pensar que en los hospitales no hay gasa ni algodón y el INCAA tira nuestra guita en estos desatinos para el onanismo de la directora y sus amigos</p>
<p>A mí la película me gustó e hice una crítica positiva en su momento cuando la vi en el BAFICI. Me extraña el nivel de violencia de algunos, de los cuales la mayoría simplemente llaman al \"no vayan\", después otros apenas esbozan un argumento de por qué es \"mala\". No tengo nada a favor de la FUC, todo lo contrario, pero creo que hay profundizar más una reflexión sobre la obra en sí y menos sobre las cuestiones anecdóticas (si la piba tiene guita para hacer la película, dónde estudió, etc.)</p>
<p>La vi en el Bafici , ni los parientes y amigos la aplaudieron , pesima pelicula , un ejercicio vacio y sin alma.</p> <p>Otro juego para chicos con plata y aburridos , gente linda... cool , lo unico que se destaca es el trabajo de camara.</p> <p>No pierdan el tiempo , vean cualquier otra cosa esto no es cine , es apenas un ejercicio .</p>
<p>muy lindas las plantitas</p> <p>la peli una mierda</p>
<p>si a alguien le interesa, acá hay una crítica muy buena de la película, de alguien que captó exactamente como me sentí al ver Leones. Saludos. http://www.elantepenultimomohicano.com/2013/03/leones-critica.html</p>
<p>Lo que me queda claro es el exceso al intentar instalar grados de parentesco entre la gente de la fuc y Tarkovsky, Bresson, Lynch, Gus Van Sant, cuando es evidente, con un solo visionado, que a la película Leones no le da la tela para semejante desmesura. En su pretensión de sostener el culto a la universidad de Antín y a “todo” lo que salga de ella, Lerer se olvida del pudor. Al menos en lo que respecta a la “concentración máxima que hay que tener para ver la película”, resulta exagerado. ¿Cómo es posible que insista en que tuvo que verla dos veces, como si fuera necesario, cuando todo es obvio, incluidos los diálogos? Proponer pensar a Leones “como una reflexión sobre los últimos quince años de cine nacional y sobre su actualidad” es pedir demasiado. Vamos, la película está muy mal actuada, es snob, el vestuario está mal elegido, los diálogos al borde o ridículos indudablemente, los personajes causan desazón. La película no tiene libertad y es presa de su autoconciencia. Entonces no le queda más que una cáscara que es la foto y cámara de Mesa intentando transmitir algo ominoso, pero que no encuentra sustento al interior de la película.</p> <p>Un poco lo mismo se siente cuando se lee el texto de acá arriba, lleno de “ mash-ups, bressonianos, teatros off, versiones arty, spoilers, planos secuencia larguísimos, lynchianos y Matías Piñeiros.</p>
<p>El estreno de esta película, es una derrota para el cine. Espectadores: ESTO NO ES EL CINE ARGENTINO, HUYAN</p>