Críticas

Shortbus, de John Cameron Mitchell

Porno de autor

La celebración del sexo (explícito y en TODAS sus variantes) y la reivindicación de Nueva York como una ciudad que, incluso después de los hechos del 11/9/2001, sigue apostando por la aceptación y la diversidad en medio de la paranoia colectiva, de la represión social y de la ola conservadora de la era Bush, son dos actos casi revolucionarios que propone este segundo largometraje del joven y provocativo realizador indie de Hedwig and the Angry Inch.
Estreno 01/11/2007
Publicada el 30/11/-0001
Shortbus (Estados Unidos/2006). Guión y dirección: John Cameron Mitchell. Con Sook-Yin Lee, Paul Dawson, Lindsay Beamish, PJ DeBoy, Raphael Barker, Jay Brannan, Peter Stickles. Guión: John Cameron Mitchell. Fotografía: Frank G. De Marco. Música: Yo la Tengo. Edición: Brian Kates. Diseño de producción: Jody Asnes. Distribuidora: Distribution Company. Duración: 101 minutos. Apta para mayores de 18 años. En un cine como el norteamericano, donde el sexo es visto como algo oscuro, incómodo, torpe, manipulador o perverso (en definitiva: innecesario), una película como Shortbus es, casi, revolucionaria. Ojo, no estamos hablando de una película revolucionaria en términos de narración o de estética. Simplemente, en los Estados Unidos de dos administraciones ultraconservadoras de Bush, en una Nueva York post-2001 dominada por el pánico al terrorismo, celebrar el sexo, apostar por la diversidad de gustos y preferencias, por el entendimiento y por la solidaridad, ya no es un simple hecho políticamente correcto sino un acto revolucionario.

Este segundo largometraje del joven neoyorquino John Cameron Mitchell, que ya había llamado la atención con su delirante y multipremiado musical Hedwig and the Angry Inch, redobla la apuesta: el director convocó a actores desconocidos (en su mayoría no profesionales) para rodar, apelando a improvisaciones y desarrollando el guión con ellos, una película experimental y desaforada de menos de dos millones de dólares de presupuesto sobre las desventuras afectivas de varios personajes homo y heterosexuales que frecuentan el club under del título, que está inspirado en centros nocturnos reales de Manhattan.

Sin descuidar la mirada política, la intensidad dramática ni una nostálgica oda a la Nueva York que alguna vez supo ser un ícono de la libertad sexual, Shortbus es lo más parecido que se puede encontrar hoy a una categoría que todavía está en discusión, pero que aquí resulta bastante atinada y pertinente: el cine porno de autor.

Hay, por supuesto, personajes que cargan traumas y fantasías, y hay también en esta tragicomedia todo tipo de confesiones íntimas, descarnadas, mucha música (la banda sonora es del grupo Yo la Tengo) y una fuerte presencia de Manhattan. Pero, sobre todo, hay en Shortbus sexo en todas sus variantes: hetero, gay, fetichista, oral, anal, de a dos, de a tres, orgías multitudinarias y un largo etcétera.

Nada aquí fue fingido y hasta el director y el camarógrafo decidieron desnudarse a la hora de filmar la orgía que marca el climax del relato para no incomodar a los "actores". Está claro: Shortbus no es para todos los públicos ni todos los gustos (por momentos se acerca al status de "película de culto"), pero pocas, muy pocas veces el espectador argentino más audaz tendrá la posibilidad de apreciar en la cartelera comercial una película tan radical, tan extrema, tan libre como este segundo trabajo de ese enfant-terrible del cine indie norteamericano que es John Cameron Mitchell.

COMENTARIOS

  • 30/01/2009 15:49

    Es maravillosa. Sobre el tema del sexo me recordó la gran definición de Fernando Savater sobre la "templanza" (diccionario filosófico), virtud opuesta a la línea Marqués de Sade cuyo reverso es conservador y represivo. La mejor frase: "Quería cambiar el mundo y ahora solo quiero salir de aquí con algo de dignidad" (I used to want to change the world, now I just want to leave this room with a little dignity") de la comediante Lotus Weinstock, citada por Justin Bond en la escena del huevo. Saludos

  • 16/09/2008 10:13

    y... finalmente todos buscamos afecto!!!!!!!<br /> algunas criticas hablan de porno, (no me siento identificada con el termino en este caso)Es atrevida pero tierna y humana. Muestra lo justo, y no pierde de vista lo esencial de los vinculos :la presencia de elOtro o Los Otros.

  • 12/01/2008 21:27

    Bueno vi esta peli y lo que puedo comentar fuera de lo que en apariencia es explicito que es el sexo,quiero hablar de lo que esta detras haciendo referencia a lo que se denomina queer o teoria queer,donde es abordada trangresoramente, pero volviendo al modelo de final americano,que descuenta la fuerza trangresiva, pudiendolo convertir en indiferente y hasta con una intencionalidad que al principio se observa con mucha fuerza, pero que no deja lose standares de normatividad propios de esta cultura occidental.

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